ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

jueves, 30 de junio de 2011

Nuestras cosas

Una casa, inicialmente suele estar vacía.
Se mudan los tórtolos, novios, o recién casados, y de allí en adelante armaran el hogar donde empollaran su cría, en caso que eso sea posible.
Una casa adediana, eso incluye departamentos, o pisos como les llaman en España, se irá llenando de cosas muchas veces sin seguir ningún criterio. Ni decorativo, ni útil.
Probablemente lo mas adecuado sería mencionar que el criterio, es la ausencia del mismo.
Muebles heredados, comprados, regalo de bodas, serán ingresados al espacio sin demasiado cuidado.
Todo sitio tiene un límite. Paredes, ventanas, techos ofrecen superficies que obviamente delimitan un espacio finito.
Eso no significa delgado. Implica que termina. Una pared de tres metros, tiene exactamente eso, tres metros.
Pero un buen ejemplo es el de comprar un sillón enorme, porque en el salón donde lo exhiben parece increíblemente atractivo. Pero luego, o no subirá por las escaleras, o no atravesará la puerta, o simplemente interrumpirá el paso, porque nadie, absolutamente nadie, pensó en donde iban a ubicarlo, antes de firmar o cerrar el trato.
Falta de planificación, impulsividad, el ya mismo, el entusiasmo desmedido, la dificultad frente a la espera, y el rechazo a todo aquello que implique varios pasos son parte de las razones de tener una escenografía bizarra.
No solo eso, sino carísima.



Porque como siempre digo de la desorganización, este estilo sin criterios, cuesta siempre el doble, o a veces el triple.
Una vez comprobada la macana, si hay dinero, hay que comprar otro sillón, y probablemente ese cómodo, enorme provocador de la inicial ilusión, quede arrumbado en el garaje, porque ya encontrará algún destino.
Obvio, eso jamás sucede.
Una familia adediana típica, si tiene que mudarse, en el proceso, podrá amoblar varias casas.
O ninguna.
Porque dependiendo de los estilos, estará también donde predomine el lo compro el mes próximo, lo busco mañana, cuando cobre veré.....que sería el opuesto al descripto primero.
En ese estilo, las sillas provisorias con las que empezamos, son las que estarán allí para los 15 de la nena.
Eso en el mejor de los casos.
Pero no todos los que padecemos TDAH nos unimos para formar un hogar con otro manso que ceda todos los intereses personales de orden.
Muchas veces un sujeto con este problema, buscará en las vidrieras alguien capaz de ordenar lo que uno desordena. De comprar el objeto adecuado, del color adecuado, que combine y que encaje.
Pero suele ser inicialmente una ayuda, que se tornará parte del escenario de una batalla continúa.
Ellos lucharán por sacar del living la raqueta de tenis, o la bicicleta que se alojó allí porque era mas cómodo. O las mochilas de los chicos que quedaron exactamente junto a la puerta.
Todo sembrado al paso de quien lo deja cual Pulgarcito a las miguitas para no perderse.
Pero acá es porque la fiaca, la comodidad, o simplemente algún apuro distrae a quien las deja para que otro se encargue.
En algunos casos, mujeres u hombres adedianos, acompañados de compensadores rasgos obsesivos, tendrán una veta detallista, que cuasi obsesivamente podrá darle color y personalidad al espacio.
Muchas veces es la suma de la creatividad, que genera un valor agregado, que en esos casos, otorgan un complemento lleno de magia haciendo el sitio uno donde es casi obligación quedarse.
Pero no son todos los casos, depende de los rasgos agregados.
Pero la necesidad de completar algo que será incompletable, el deseo de tener eso que novedoso, y atractivo pasa a reemplazar otro que aún funciona, será una dinámica que complique el espacio, y el presupuesto.
Nuestras cosas, nuestras casas, se irán llenando de elementos que harán el territorio uno superpoblado, lo que es muy pero muy tóxico para nuestra forma de vivir que necesita amplitud y calma.
Aparecerán las cajas, las repisas, los altillos, las bauleras a acopiar todo aquello que nos rodea y nos molesta nuestro paso.
Muchas cosas, son mas difíciles de ordenar. Y si ordenamos, volverán a caer de las pilas...
Muchas cosas, son casi imposibles de guardar. Peor aún, por la dificultad de encontrarlas es que muchas veces compramos nuevas. Muchas cosas implica mucho gasto de tiempo, y dinero en mantenimiento.
Casas donde no es fácil transitar, con ampliaciones, y anexos, que muchas veces carecen de criterio, porque el costo que implican, no cotizarán la propiedad en caso de venderla, sino bajarán el precio.
Detengamos la mirada en nuestras cosas.
Volvamos la atención a cuantas cosas tenemos, antes de traer a casa una nueva.
Porque tarde o temprano, o sacamos algo o deberemos salir nosotros.

Norma Echavarría
Copyright
2011

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