ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

martes, 13 de marzo de 2012

Quien fracasa cuando la terapia para el TDAH no da resultados?

Tener TDAH genera una suerte de cubierta del lado de adentro.
Aclaro que las descripciones son así pues pienso personalmente en imágenes.

Uno nace con ciertas características, y ellas se despliegan, en más o en menos, dependiendo de la genética y del impacto en el mundo que nos rodea.
Desde la visión dimensional, no será lo mismo un niño ligeramente inquieto respecto a otro cuya hiperactividad agote, ni uno que sea levemente sensible a las críticas, respecto de otro cuyos berrinches y crisis cuando algo que no les gusta les llega, despierte a la cuadra entera.

Niños que portan y visten características de comportamiento y emocionalidad diferente, generarán en su entorno respuestas que les harán recordar que no generan la sana y necesaria proporción de aceptación, y sonrisas. Demasiadas frustraciones, llanto, enojo, rechazo, fracaso, miedos, angustias...
Así creciendo, creemos que somos ese conjunto negativo e impredecible de comportamientos.
Eso nos dicen a diario.
Eso grabamos en el cerebro.
En forma indeleble, como la marca de la yerra, nos queda el rótulo emocional.
Y la voz en la mente repite...

Eres un franco desastre.
Todo te sale mal.
No pones suficientes ganas.
Eres un vago.
No eres confiable.
Ni elegible.
y menos .....querible.

Allí es donde con suerte surgen mecanismos que intentan modificar ese entorno.
 Porque por mas esfuerzo propuesto, las características parecen resistentes al cambio.

 Y así hacemos lo que el resto quiere, buscando la aprobación para sentirnos parte, o para evitar el castigo, y las penitencias que si ganamos con creces.
O peleamos, defendiéndonos de los ataques, y si tenemos éxito lo festejamos solos.
O nos sometemos a los designios arbitrarios de voces de mando que nos organizan, a cambio de olvidar lo que queremos...y realmente pasar a que todo nos de lo mismo.
O terminamos invirtiendo cada hora, cada día en exigencias crueles, que nos terminan por robar lo poco que teníamos acaso. Y cargamos con exigencias de perfección que anulan todo resto de disfrute.

Jugar? que niño puede ser espontáneo si genera reacciones que parecen sismos?


Desde allí que entiendo, lo difícil de elegir un enfoque para trabajar con pacientes cuyos síntomas están como trenzados dentro del cuerpo.
 Sacarlos, dejarlos, abandonar ese estilo, sería algo así como dejar de ser quienes somos.
Obviamente, entonces huir de un tratamiento, sería la mezcla de sentido común y buen instinto de supervivencia.



Pero se registrará bajo el titulo de primer gran fracaso terapéutico.

Resistirse a abandonar el traje que conocemos sería entendible, y el pánico no verbalizado la consecuencia de vivenciarnos mas desnudos y mas expuestos que antes.

Pero el fracaso terapéutico no es atribuible a pacientes imposibles.
Es mas bien por usar un enfoque inadecuado.
Los que fracasan realmente son los encuadres profesionales.

Por otra parte, si bien llevo años dedicada a este tema, hasta las últimas publicaciones proponen tratamientos cognitivos comportamentales.

 Aclaro no acuerdo con ninguno de ellos, los he usado en mis inicios, porque era la opción mas válida, junto a la estratégica, sumamos hoy al equipo al coaching. Pero no alcanza.

 Yo sigo sintiendo que es por otra parte. Una alquimia perfecta, basada en la ACEPTACION y un proceso LARGO, MUY LARGO.
Solo que anexando mecanismos de reentrada. Van y regresan mientras requieran ayuda.

Imaginemos un traumatólogo atendiendo a sus pacientes en un tercer piso por escaleras...
Llegarían a recibir tratamiento aquellos que lleguen en sillas de ruedas?
A alguien se le ocurriría decir que no quieren tratarse? Que no hacen suficiente esfuerzo?

Pero por ahora solo les dejo algunas de mis preguntas...

Será adecuado pedirle a una persona que no para de pensar que piense, que distinga pensamientos y distorsiones? Aunque deba pensar en algo concreto...

Y pedirle a una persona que se desorganiza que se agende un turno?

Y a una persona que olvida su cartera, esperar que recuerde la tarea para trabajar la sesión siguiente?

Pedirle que sea concreto, cuando priorizar le cuesta?

Pedirle que haga una lista de sus emociones, cuando no puede aún discriminar lo que le agobia?

Pedirle que se comprometa, cuando la urgencia que lo trajo quede controlada?

Pedirle acaso que haga foco, y nos diga cual es para ella el problema?

Podremos acaso pedirle que conecte sus emociones a un registro de pensamientos?

Podremos pensar en esto como una profecía autocumplida que nos dirija de nuevo a otro fracaso?

Por eso, desde mi mirada tan no convencional, nosotros seguimos trabajando en forma diferente.
Lo que mas se acerca a nuestro enfoque es la Terapia de Esquemas, modelo surgido a partir de Jeffrey Young en la década de los 90.

Pero obviamente adaptandola a un registro cognitivo complejo. No sólo en lo vincular, comunicacional, y emocional.
Poniendo énfasis en nuestra incondicional aceptación y la posibilidad real de acompañarlos todo lo que sea necesario.
Aprendiendo juntos por que lado duele menos, y empezando a registrar sus FORTALEZAS antes que sus debilidades.



Norma Echavarria
copyright
13/3/12
norma.cristina.echavarria@gmail.com


1 comentario:

  1. Del adulto no lo sé pero del niño TDAH estarían:

    El neurólogo, psiquiatra, médico de cabecera que recetó la anfetamina, claro, y que no entendió ni de lejos...

    El maestro que no tuvo, ni tiene en cuenta que cada niño necesita un tiempo y un espacio diferente para aprender las cosas...

    El psicólogo-terapeuta que hace de sus dificultades una bandera y un bastión para explicar y patologizar cualquier conducta desviada (entiéndase la que estadísticamente hablando se sale de la norma)

    El padre o madre o familiar cercano que cree que como "nació con tdah" no hay nada que pueda hacer ya que su carácter es así y no hay nada que pueda hacer, ni muchas ganas tampoco(los años que llevamos así me han agotado): ni tampoco me quiero esforzar en la linea que me dicen, de que debería seguir un estilo más flexible pero autoritarista -que no autoritario- uf!! eso es muy complicado, no soy capaz!

    Las mamás y papás de los otros niños que no dejaron de señalarme con su comunicación no verbal y etiquetarme como el despistado, desastre, burro, molesto, maleducado ...al igual que muchos profesores y personal del colegio

    Y sobre todo, todos aquellos que no me escucharon, ni los que ni lo intentaron, y los que lo intentaron y se cansaron, y los que lo intentaron y no encontraron como ayudarme y se cansaron, y los que lo intentaron tantas veces por el camino que no era, que me cansaron y me explotaron!, y los que dijeron que lo intentaron pero no era cierto...

    Realmente solo me acuerdo de los que lo intentaron de una manera, y no les sirvió y lo intentaron de otra manera (siempre respetándome, escuchándome, siendo flexibles y comprendiendo a veces lo incomprensible... pero dándome un espacio, cabida a mis sentimientos, a mis pensamientos, a mis demonios, a mí....), y de otra, y de otra, y siempre estuvieron ahí...

    Gracias a todos ellos!

    Eduardo

    ResponderEliminar

Tu comentario es siempre bienvenido.