ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

viernes, 14 de marzo de 2014

Comunicarse, un desafío para el TDAH?



CUANDO COMUNICARSE GENERA INTERFERENCIAS

Todos creemos que comunicarse parece sencillo. Hablar, sin embargo no implica comunicarse.
Decir lo que queremos o lo que necesitamos, puede ser un viaje sin retorno,  lo mismo que lo será no hacerlo.

Una persona con TDAH, suele tener serios problemas comunicación.

Recordemos que existen características, como la desatención, que llevan al sujeto a estar muchas veces perdido en el silencio, pero aturdido por sus pensamientos internos.
Está presente frente al otro, que ignorando su condición lo supone atento al mensaje.

Por momentos cree que el mensaje fue recibido, tan solo porque la mirada los mantiene conectados.

Los mensajes así emitidos hacia el sujeto desatento, sin embargo no llegaron nunca “a destino”.
Este pequeño ejemplo en lo cotidiano es motivo de múltiples reclamos, “nunca me escuchas”, “no te importa lo que te digo”, “yo no te importo”, o bien el famoso “ya te lo dije”.

La persona que piensa en otras cosas mientras le hablan no puede retener ni el contenido del mensaje, ni el momento en el que el mismo fue emitido, simplemente no registra lo oído. Sabemos que escuchar es interpretar, y la escucha activa implica que nuestro pensamiento esté funcionando mientras escuchamos....pero sintonizado en el canal de ESA comunicación..

Por otro lado, aunque no participe directamente como receptor de mensajes, parece como ausente.

Estar en un ámbito, y permanecer ajeno a la interacción social, también suele generar una visión del sujeto como extraño. Resultado de lo cual el mismo pasa a ser sutil y progresivamente excluido.

La visión de la persona cuando se “despierta” de su aislamiento, es de no poder ser parte de los diálogos sociales, de los chistes, o miradas cómplices, que por lo general forman una parte muy importante en la comunicación humana.

Muchas son las oportunidades en las que un desatento no participa, porque como consecuencia de su poco entrenamiento comunicacional, se ve sin habilidades para ello, o bien desatento a aquellos pequeños códigos no verbales, parece estar en una frecuencia diferente…

Otras veces la inseguridad, y el temor al rechazo, o a la burla, producto de las innumerables oportunidades en las que irrumpe en conversaciones, totalmente fuera de frecuencia, lo llevan al silencio.
Allí los pensamientos que se apoderan de él son pensamientos de desvalorización y recurrentemente negativos.

Se dispara una espiral de conexiones inhibitorias que no hacen más que sumergirlo en la desconexión.
Los reclamos ante el silencio, reconfirman sus defectos y así entra en un ciclo donde apartarse es mejor para sobrevivir.

La misma inseguridad, que motiva muchas veces una actitud de sumisión o complacencia, para evitar el conflicto o ser aprobado, hace que si en alguna oportunidad se conecte no diga lo que en realidad piensa.
El asentir, o el silencio, llevan a su interlocutor a interpretar su acuerdo, lo que luego ante la primera dificultad genera el tan temido conflicto.

La incomprensión de un sujeto que vive tratando de evitar conflictos, y experimenta permanentemente relaciones conflictivas, deja una sensación de perplejidad displacentera.

La inseguridad por otro lado, muchas veces se oculta detrás de patrones de pensamiento muy rígidos y desadaptativos, lo que hace que pueda aparecer con posiciones obcecadas.

O que tan solo diga las cosas de manera explosiva, cargando su mensaje de agresividad hiriendo al interlocutor “de muerte”, porque pegar con las palabras suele ser otro hecho contundente y habitual en su comunicación.
A pesar del arrepentimiento, esa es la única forma en la que puede comunicarse, por lo cual difícilmente se disculpe o reconozca lo hiriente de su mensaje.

El hiperactivo, o impulsivo, suele tener una situación en el inicio opuesta.
Habla en exceso, tampoco escucha lo que el otro dice, o interrumpe a los demás en sus discursos.



La necesidad a veces de tener la atención, o ser el centro, protagonista de relatos propios, genera por los demás, poco interés en sumarlo socialmente.
Los demás se aburren de los monólogos, o de la multiplicidad de temas abarcados en tan cortos periodos de tiempo. Y aburren, y generan rechazo.
La posición rígida, suele en ellos compartir muy pocas veces las opiniones ajenas, suele tener grandes dificultades en incorporar cambios, o reconocer que lo dicho por el no era correcto.

Se encierran en un concepto y es muy difícil que escuchen debido a ello.

Pueden parecer autoritarios, terminantes al emitir los conceptos, sin detectar la repercusión en el otro.
Observar el feedback en una comunicación implica poder prestar atención a los gestos, y al tono de voz, cosa que puede sumarse al conjunto de la hiperactividad.

Minimizar el protagonismo de los otros, maximizar el propio, suele ser en estos casos la manera de interacción.
En los desatentos más bien sucede el efecto inverso.

Escuchar atentamente las necesidades, muchas veces implica involucrarse y salirse de los objetivos personales.
Es muy difícil que una persona centralizada en sí misma, atienda estos menesteres.
Como vemos, comportamentalmente aparecen conductas casi diametralmente opuestas, grandes ausentes silenciosos o protagonistas monopólicos de las conversaciones.
Ambos monologan, uno en silencio y el otro en voz alta.

En muchos casos por la baja autoestima desarrollada, por el temor al rechazo, desarrollan una hiperatención a los gestos de sus “probables interlocutores”.
Anticipando el enojo, ceden, aún en desacuerdo, o están entrenados en sobreinvolucrarse, detectando las necesidades de los demás y anticipándose a las mismas.

Eternos comedidos, emplean enorme cantidad de tiempo en hacer cosas por los demás, tratando de esta manera de ser queridos, o de ganar un sitio de importancia, que no creen poder adquirir de otra forma.
Entre las declaraciones mas importantes, la del NO, por ejemplo suele brillar por su ausencia,
El deseo de complacer y agradar lleva a declarar demasiados SI, aún sin estar de acuerdo.

La comunicación así creada se manifiesta frecuentemente como una “intensiva oferta de soluciones” a problemas que por lo general sus interlocutores presentan pero no requerían de su ayuda.
Como saldo frecuente, un dispar resultado en la interacción.

El sujeto con TDAH  trabaja intensamente en ayudar a otro sujeto, se sobreinvolucra e invierte muchísima energía en el proceso de ayuda.

Por lo general, no solo no hay registro de solución de parte de los demás involucrados, sino que hasta se genera un circuito negativo de rechazo. Otra de las paradojas situaciones del TDAH.
El otro se siente invadido, y no solo no agradece las intervenciones, sino que las desprecia o las ignora.

Muchos sujetos conviven años sin diagnóstico, a veces sin posibilidad de entender los mecanismos de comunicación utilizados por ellos, y por las consecuencias negativas que se generan.

Por otro lado sostener una comunicación casual, puede ser sencillísimo para una persona muy extrovertida o un infierno para una tímida.
Pero generar una sana comunicación interpersonal, implica una enorme dificultad para un sujeto con Déficit Atencional.
Por ejemplo el problema en  las amistades, es que para estos “sujetos” estas suelen ser concebidas como una sucesión de múltiples encuentros “inconexos”.

En una reunión pueden desplegar todos sus encantos, y comprometerse a mil y un encuentros más, pero una vez finalizada ésta, no pueden cumplir con el compromiso pactado tan convincentemente.
Las huidas, las desapariciones inexplicables, sin aviso, suelen ser producto de una habitual escena en la vida de estas personas.
Quedan en un encuentro, no lo agendan, o lo hacen pero no lo tienen presente, o lo confunden, y como resultado no concurren a la cita.
Los comportamientos así desplegados también constituyen una forma de comunicación fallida.

La vergüenza al darse cuenta del “intervalo” dispara una tormenta en avalancha de pensamientos distorsionados, negativos, destructivos que agolpados en su mente refuerzan más su deseo de desaparecer.

Así es que se quiebra la comunicación, que nunca existió en términos reales.
Se comprometen y no pueden cumplir.
Por temor a decir que no, para así ser aceptados, terminan ausentes y rechazados, otra vez la famosa profecía auto cumplida.

Si la comunicación trivial es problemática, poder abrir los más íntimos sentimientos  a otro puede ser casi una proeza.

Manejar las relaciones interpersonales con códigos tan complejos suele ser lo que condene a estos sujetos a vivir sin amigos, solo rodeados a lo sumo de muchos conocidos, que pertenecen a diferentes etapas de su vida.

En otros casos desconfiar de los demás, alimenta la cognición de sentirse rechazado, la superioridad la soberbia que muchas veces se manifiesta como máscara de compensación a la inseguridad y el desorden son una traba para la comunicación real.

Poder disentir, aceptar otras opiniones podría ser el comienzo y no el final.

Para poder mejorar las relaciones interpersonales, la comunicación debe poder ser clara, concreta, debe poder tener un objetivo, no debe ser tan solo producto del relleno de un silencio, ni de la imperiosa necesidad de castigar al interlocutor que osara contradecirlo en su discurso.

En las parejas, el área de la comunicación es lo que hace que dos sujetos se unan, o se separen.
Se conecten en forma positiva o se distancien.

En el área laboral, la comunicación puede ser lo que permita que un sujeto progrese, o fracase.

Una comunicación plagada de juicios que califiquen en forma positiva o negativa pero rotulen practicamente todo, será probablemente un factor de cierre de posibilidades mas que una apertura y contacto con otros.

En conclusión la vida implica comunicarse constantemente y para poder hacerlo correctamente, deberá reaprender si es un área que se reconoce como vulnerable y dañada por los problemas planteados al convivir con adhd, cómo hacerlo.

Decir lo que piensa, decir lo que realmente quiere, será un verdadero logro.

Lograr vencer el aislamiento, fortalecerá las posibilidades de una aceptación personal, indudablemente.
Sigamos trabajando nuestra comunicación, antes de comunicarnos bien con otros, debemos saber claramente hacerlo con nosotros mismos.



Dra. Norma Echavarría


3 comentarios:

  1. Que bien entiendo todas esas descripciones. He vivido con ellas y han ocasionado mucho sufrimiento en mi vida. Gracias por compartir.

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    1. A ti, y bienvenida al espacio del blog/ un abrazo Norma

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    2. Querida Norma, aunque tus palabras de este post no me consuelan, al menos si puedo decirte que me acompañan, pues veo que no soy el único y me abren los ojos ante las dimensiones que todo esto puede alcanzar.
      Mi médico me contó que el TDAH inatento es un falso amigo...., es aparentemente leve,sin importancia y pasa inadvertido impidiendo el tratamiento precoz que se da en los casos más marcados y vistosos... y es el tiempo el que termina agotando a quien lo sufre.... Y así me siento yo, 26 años sin entender mi retracción social y mi falta de habilidades sociales... cada vez mas aislado, mas solo y más desesperado y cansado de ver como todos evolucionan menos yo y como cada vez es mas dificil reengancharse al tren que un día perdí y que no espera, cada vez mas lejano... mientras mi familia (en un fallido intento de ayudar) me presionan para que cambié.. Pero ¿cómo quieren que cambie? ¿dónde esta el manual de instrucciones de las habilidades sociales?
      Tengo la sensación de haberme perdido muchas cosas importantes y lecciones que nunca llegaron a mi cuando tenian que llegar... Tal vez sea demasiado tarde??, hay cosas que nunca volverán... Un abrazo. Diego

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