ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Una mirada reduccionista?



Cada día escuchamos cifras más alarmantes de jóvenes involucrados en hechos de violencia. 
Robo, agresión, abuso sexual, homicidios, vandalismo que tal vez suenen como hechos aislados, o noticias de prensa amarillista. Sin embargo siento que sería algo simplista explicarlos como consecuencias de jóvenes medicados con psicofármacos.

Recientemente la CCHR , Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos, organización sin fines de lucro, cofundada por la Iglesia Scientológica ( Tom Cruise), California USA,  en una reciente publicación, relacionó múltiples hechos de violencia con armas de fuego,  armas blancas,  homicidios masivos o bombas  con el hecho de que los autores de éstos crímenes, estaban al momento de los  delitos bajo la influencia de drogas psicofarmacológicas prescritas, o en la abstinencia de ellas.

A partir de este enfoque me pareció interesante compartir mi reflexión al respecto.
Una reflexión que debería ser seguida de datos, que existen y son muchísimos, pero que a un día de terminado el año lo dejo para quien se quiera adentrar en bucear publicaciones científicas, y así también evito en estrés que me genera personalmente tal cantidad de data.
No discuto los hechos, repudio totalmente y jamás justifico la violencia, y menos aún la impunidad de muchos de estos actos cotidianos.

Mirando algunos de los fármacos que estaban en la lista de la publicación de CCHR, había desde ansiolíticos, antidepresivos, estimulantes hasta antipsicóticos...es decir un amplio espectro de moléculas.

Con 20 años en mi trabajo con pacientes y familias afectadas por TDAH, y de entender como se expresan los desórdenes de conducta, o la falta de autorregulación emocional, pensaba si sería justo publicar así y difundir una información que quedaría cargando de miedos, generando dudas en padres y pacientes.

Si pienso en la población mundial no medicada por nosotros los psiquiatras, ni siquiera detectados o diagnosticados, que abusan del alcohol por ejemplo.. y pierden control de su conducta, y cotidianamente violan, abusan físicamente, denigran o matan bajo el efecto deletéreo del alcohol, diría:
 ¿Vamos a ir a ponerle una etiqueta a los vinos, ahora que diga que puede generar efectos colaterales de violencia, manía, psicosis, etc.?

Ni hablar de los efectos de las drogas, cocaína, LSD, marihuana sintética, paco, y muchas mas…que forman parte del combo que con el alcohol están destruyendo la sociedad posible de un futuro ya incierto.

Ni las fiestas en donde chicos que aún púberes se alcoholizan hasta quebrar, como dicen, sin haber conocido siquiera un momento de disfrute.
Bebidas energizantes, que alteran la vigilia, mezclas, pastillas, etc.
Ciertamente muchas conductas en un sujeto pueden cambiar bajo los efectos de sustancias, así como puede desviarse producto de un desorden mental sin tratamiento, o consecuencia de vivencias traumáticas repetidas que los dejan sin oportunidad de sentirse parte de la sociedad que luego desean destruir a balazos.

La medicación que se indica cuando se arriba a un diagnóstico, no sólo debe ser evaluada por el profesional a cargo, y controlada, sino debe cumplir con el objetivo de mejorar la conducta y la emocionalidad cuando éstas están en desequilibrio, no se supone que un sujeto en tratamiento sea víctima de conductas peores que las del trastorno tratado..

Factores que vienen a mi mente, habiendo trabajado en contacto con las prácticas médicas en Salud Mental en Estados Unidos, me llevan a pensar:

·      ¿Cuántos pacientes reciben diagnósticos apresuradamente?  ó simplemente el médico no realiza las entrevistas con el tiempo y la modalidad abierta y se rigen sólo  por contabilizar síntomas? Cuántos hoy son rehenes de los seguros que exigen llenar formularios, sin siquiera recordar el nombre del paciente o de sus padres?
·      Hay casos que de esta manera llevan a los jóvenes a conseguir la medicación que quieren.  Para estudiar con mayor rendimiento, para fines recreativos, para bajar de peso, para vender en el colegio o en la Universidad. Mal uso y Mala praxis.


·      Muchos psiquiatras no están en los seguros de salud” , y el costo de las entrevistas en Salud mental, es demasiado alto para tenerlas con la frecuencia que sería necesaria. Eso los deja a los pacientes y familias sin el seguimiento ni la mirada profesional de la evolución de los cuadros, o la titulación de sus dosis. Van por un  refill”. 
              Nadie los ve en el mientras tanto. Nadie escucha ni ve cual es el
               Impacto.

·      Pasa cada día mas en nuestro país que la Salud Mental queda excluida, como algo que no merece la misma cobertura médica que una cáncer de mama, o una cirugía de colon, esas son enfermedades “ médicas”, que causan sufrimiento y muerte.
Sin embargo los intentos de suicidio y la tasa de suicidios consumados en la población general dice algo muy diferente pero no alcanza para modificar la política de Salud Pública.

      
·      Pensar en forma reduccionista, y adjudicarle a los fármacos la etiqueta de culpables, o a quienes prescribimos, es a esta altura de los avances en neurociencias inadmisible.

·      Mientras tanto, se obvia el rol de la sociedad que adolece de lo que en mi parecer es el germen de tanta criminalidad destructiva.

Padres ausentes, que trabajan en exceso para darles a sus hijos un supuestamente mejor porvenir, pero los dejan huérfanos en el proceso de crecimiento.
Algunos dedican sus mejores años a tener un capital que luego deben gastar para tratar su insatisfacción crónica, su apatía o sus adicciones.
Otros deben trabajar para sobrevivir, pero muchos de éstos logran un balance mas saludable.

Familias que cada vez están mas expuestas a la dinámica de jungla en ciudades que fagocitan su estructura básica, y donde el tiempo pasa a ser lo único que se escurre, haciendo mas cruel la corrida hacia metas inalcanzables, detrás del dinero que aparenta ser la Meca, y sin embargo deviene en su amo.

Infancias empobrecidas de afecto, de presencia paterna, de simplicidad y de juegos, reemplazada por niños adoctrinados para recibir una educación que sea útil para luego ser un engranaje mas de la maquinaria productiva.
 Poco registro del valor del disfrute y de las demostraciones de afecto, pocos abrazos. Poca valoración a descubrir los talentos individuales, la esencia, la individualidad como punto de partida.

Sabemos que tras denuncias y hechos de abuso en niños en período de educación inicial, (jardines de infantes), los maestros no pueden tocarlos para cambiar sus pañales o ropa interior, y tienen que llamar a sus madres si se ensucian.
Temen abrazarlos si lloran o se angustian porque quieren evitar miradas acusatorias… 
Un claro ejemplo de tratamiento inadecuado de un problema que sí se realimenta, dejando niños sin contención ante la angustia y el miedo, y a pedófilos que siguen graduándose como docentes sin que cambie la evaluación psicológica de ellos.
La misma sociedad que obliga a que las víctimas nos encerremos tras las rejas mientras los delincuentes circulan con plena impunidad en nuestras calles.

Espacios pequeños, que reducen la curiosidad exploratoria de los niños a un estante, o a una situación molesta que hay que acallar con una pantalla del tamaño al que pueda accederse. Cada vez mayor costo para una vivienda, lleva a niños a vivir en espacios asfixiantes para sus cerebros, y a emociones que se envasan sin ensayar siquiera cómo es diferenciarlas.

Grupos sociales híper conectados pero en franca e insana competencia, mostrando el codiciado “ éxito” en imágenes, fotos, videos y redes sociales, que develan la ausencia, de la presencia del otro. No hay tiempo para amigos reales, y tener en una vidriera aquello que desean y no poseen muchas veces despierta resentimiento, codicia y destruye la empatía y la paz interior de quien mira. Que sale a conseguirlo a cualquier precio.

Jóvenes adictos a la imagen, a la delgadez como valuarte, al culto del cuerpo, a tatuajes, a piercings, como condecoraciones, o heridas de guerra, muchos con cortes múltiples de autoagresión buscando reencontrarse con alguna sensación que los saque de la anestesia de sentido.

Juegos en consolas, pantallas, computadoras, teléfonos, que están diseñados para entrenarlos a matar, para atropellar peatones, para derribar edificios, y que cuántos mas bajen mas suman en su haber crediticio. Se sienten poderosos al premiarse su violencia, y crecen como plantitas de interior pálidos, y sin brillo. Desconocen el entusiasmo de aprender equivocándose, de patear una pelota, o trepar un árbol.

Intolerancia ante las diferencias, fanatismos extremos, abuso de poder y una exagerada lista de exigencias, hacen que muchos queden afuera y sientan resentimiento y desapego. Un mundo dividido por las ansias de poder que muestran la enorme impotencia de la sociedad empobrecida.

La sobrevaloración de la inmediatez, la intolerancia a las esperas, a los errores, a cualquier cosa o ser que se interponga entre el objetivo deseado y el sujeto. Una pérdida del entusiasmo por el esfuerzo, la desvalorización del compromiso, la decadencia y la ausencia de motivación propia y metas posibles.


Pensando nuevamente, no será demasiado simplista, enfocar el tema desde el uso de psicofármacos?
Serán los psicofármacos un recurso que una sociedad a veces abusando de ellos delata cuan infeliz está siendo su vida?

Conozco los grupos activistas que con fanatismo defienden a la sociedad del supuesto negocio de la Industria Farmacéutica, negando absurdamente el avance de la neurociencia, que contrariamente a lo enunciado, permite a millones de jóvenes y niños insertarse socialmente, estudiar, lograr metas que le permitan sentirse valiosos.

No sin mencionar, que una pastilla sola, o un diagnóstico no explican ni cambian el destino de alguien.

Trabajar con seres reales, sufrientes, que cotidianamente recorren en busca de ayuda, me reconfirma aún mas cuanto falta aún en la Salud Pública de reconocimiento y de inclusión de la Psiquiatría y la Salud Mental en general.

Espero que esto también esté en la lista de cambios, para hacer foco en una sociedad mejor.
Siempre se puede, si tenemos una meta clara, aún cuando se afecten intereses económicos. 
Si se enaltecen la vida  por sobre todo, y juntos miramos la educación y la salud como dos ejes fundantes en la construcción de una Nación, probablemente evitemos importar hechos de esta naturaleza, y disminuir lo que ya está infiltrado.

La familia es  para mi la que necesita ser rescatada. En ella está el secreto.
En ella enfermamos, sanamos, crecemos, sufrimos, celebramos y es la plataforma de despegue del ser.
No dejemos que un reduccionismo engañe a tantos padres que necesitan tranquilidad y no alarma.

Muchas gracias y feliz año 2016.

Norma C. Echavarria
Médica psiquiatra.

30 de Diciembre 2015.







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