ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

miércoles, 13 de julio de 2016

Un mensaje solo para adultos




En las últimas semanas me tocó ser testigo, de algunas situaciones trascendentalmente conflictivas, a veces invitada gracias a la honestidad de los mismos padres y otras solo por estar demasiado cerca.
Cuando estos “ incendios” son iniciados, o alimentados a diario, por los mismos adultos que les dieron la vida, o quienes eligieron como trabajo el ser educadores, me pregunto si hay alguna patología epidémica que esté siendo responsable de tanta crueldad y tanta crisis.

¿Por que razón, si dentro de nuestros hogares, o aulas es donde nuestros niños y adolescentes nacen, sin ellos elegirlo y se supone debieran crecer y aprender, rodeados de amor incondicional, con la protección y las garantías que sólo adultos responsables podríamos otorgar, porqué razón es que reciben un mensaje contradictorio, o a veces hasta amenazador de parte de los grandes?

¿Mi pregunta es adonde es que nuestra sociedad se llevó a los adultos a cargo?

¿Adonde quedaron los hombres y mujeres capaces de amar, ceder, cuidar, renunciar, aprender de sus errores, sacrificarse, o comprometerse con la tarea de ser padres, o docentes ?
Adonde están los adultos que deben ocupar sus cargos? ¿Tanto cuando la vida les de cachetazos como premios?

La diversidad no implica esenciales diferencias.
Algunos porque no tienen trabajo, otros porque viven de rentas, a algunos no les alcanza el dinero, mientras otros porque tienen tanto, es que no trabajan, unos porque perdieron a un ser querido, otros que ganaron un ascenso, unos porque se mudaron 7 veces, otros porque viven junto a los abuelos… T
odas las circunstancias en la vida pasan, pero no somos víctimas si no queremos serlo.
Somos protagonistas…
El problema es que muchas veces estos niños son víctimas de las irresponsabilidades de quienes deben cuidarlos.
Si tenemos hijos, o somos docentes, estamos obligados a no dañarlos, pase lo que pase.


¿Adonde está la vocación del maestro, que sostenga y proteja a estos frágiles retoños a diario?
O están justificados en su desgano porque están cansados, o cobran un sueldo menor del que merecieran, o trabajan en dos turnos, o porque están aburridos, lo necesiten, o sea un hobbie, lo amen o lo detesten?
Si todas esas circunstancias fueron y son parte de los avatares de la vida humana, por que razón es que yo observo como si hubiesen abandonado en masa sus puestos?


Mi reflexión hoy nada tiene que ver con una familia, y va dirigido a todas.
No es para un docente, o un colegio en particular, es por todos y cada uno.

Apunta a quienes somos adultos y pertenecemos a  una generación que se nutrió de sentido común, de sopa de dedalitos, de mamás que acompañaban caminando a sus hijos al colegio, y que eran capaces de hacer tostadas con manteca para la hora de la leche.
Apunta a padres que trabajaban 8 o 12 horas, siendo empleados, obreros o médicos, pero volvían a sus casas cansados pero felices de saber que los esperaba la tarea de escuchar, jugar, explicarle regla de tres simple, bañarlos o contarles algún cuento.

Es acaso que la sociedad de consumo se chupó con su insaciable avidez el criterio que es imprescindible conservar para timonear un barco con hijos, o alumnos a bordo?

¿O fue la decadencia de los valores, que progresivamente nos fue haciendo ciegos, sordos y mudos?

Nos vamos para darles mas de lo que tuvimos, o nos vamos porque la tarea nos desafía?

Somos conscientes de que ellos nos miran, nos copian, nos necesitan presentes?
Me preocupa ver madres vestidas como niñas o padres que se manejan como púberes.

¿Cómo un niño puede aprender a comprometerse, cuando sus padres no pueden sostener sus propios compromisos?
¿Como un adolescente aprende a elegir con inteligencia, si a diario ve como sus padres o profesores no pueden hacerlo?

Elegir es accionar, es hacerse cargo, es comprometerse, es saber que si como adultos tomamos decisiones que pueden afectar seriamente a nuestros hijos somos nosotros los responsables del daño.


Siento un enorme dolor y una gran impotencia.

Porque muchos adultos que debieran proteger y nutrir los tiernos brotes de nuestros pequeños son sus primeros depredadores.
Quiero creer que estamos a tiempo de priorizar lo importante.
Mirar puertas adentro, de nuestros hogares o nuestras aulas.
Mirar en nuestras almas.


Nuestros niños no necesitan camionetas para parar en la puerta del colegio, si quienes las manejan no pueden escucharlos, distraídos en sus pantallas.

Nuestros niños no necesitan vacaciones en el Caribe, o en el Himalaya para postear fotos en las redes sociales, menos si los únicos momentos en ellas con sus padres son para las selfies.

Nuestros niños no necesitan exámenes internacionales para sumar al curriculum si cuando egresan no han aprendido a ser generosos con sus pares, o creativos para resolver problemas.
Nuestros niños no necesitan pantallas planas en su dormitorio, ni 6 pares de zapatillas, si nadie mira una película con ellos, ni patea una pelota en un patio.
Nuestros niños necesitan presencia, buenos ejemplos, oportunidad para equivocarse, y para tomar decisiones dentro de los límites que los adultos establecemos.

No necesitan aprender obediencia, necesitan aprender a tomar buenas decisiones.
Porque si solo obedecen, esperarán no ser vistos para transgredir, o le obedecerán a otro sin mediar los valores. Porque es lo que aprendieron.

Necesitan padres consistentes, que les den tranquilidad, estabilidad y resguardo, en vez de incertidumbre y miedos.
Pero para todo esto debemos marcar tarjeta. Debemos estar con ellos.

¿Mi propuesta? Vuelvan a sus puestos.

Y para los que no estén dispuestos, déjenlos en manos de quien pueda realmente hacer bien el trabajo.
Si te da fiaca ser mejor docente, vende tortas, o pintá cuadritos. Si crees que te falta algo, salí a buscarlo, capacitate, siempre debemos ser alumnos si somos docentes.

Si te da trabajo ser padre de un niño inquieto, sensible o un adolescente desafiante, pedí ayuda, aprende de otros que pudieron aceptarlos desde el amor, o buscá quien te enseñe a hacerlo, porque pocos padres pueden dar en adopción a sus hijos...no podemos divorciarnos nunca de ellos…


Si no cambiamos de rumbo nosotros, los grandes, en nuestras próximas generaciones la depresión, la violencia, las adicciones, la apatía o los chicos que hoy intentan suicidarse, entre muchas otras desgracias, serán adultos sin oportunidades de ser felices, y menos podrán ser buenos padres.



Norma Echavarría.



4 comentarios:

  1. Norma, adhiero a lo que escribis, volvamos a nuestros puestos. No es fácil, pero es hermoso, ver esos niños crecer felices y seguros es lo mejor que nos puede pasar en la vida. Tomemos las riendas, pongamos limites, seamos coherentes, luchemos por los derechos de ellos, para que puedan luchar por los derechos de las futuras generaciones.

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  2. Si Andre. Ser padres debe ser el trabajo mas dificil que existe, un desafio diario, requiriendo nuestra atención plena. Pero verlos sonreir es el premio que nada comprable equipara.
    Gracias como siempre.
    Norma

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  3. Hola Norma acabo de leer tu nota. Me emocionó hasta las lágrimas. A qué te dedicás ? Donde encuentro más notas tuyas ? Un cordial saludo...

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    1. Gracias Nicolas. Este blog es un espacio donde escribo acerca de emociones, conductas y reflexiones acerca de la vida y del TDAH. El impacto mas alla de lo médico... Soy médica psiquiatra, psicoterapeuta cognitiva y coach ontologico. Mas que todo madre de 5 hijos, 4 con este problemas mas quien escribe. Gracias por tus palabras...puedes leer aquí.. un beso y que tengas un lindo día.

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