ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra
Mostrando entradas con la etiqueta adultos y tdah. Mostrar todas las entradas
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domingo, 11 de julio de 2021

Caf'e con Expertos en TDAH

CAFE CON EXPERTOS. UNA SERIE DE ENTREVISTAS A 20 PROFESIONALES ESTRECHAMENTE VINCULADOS AL TDAH!!

Pueden disfrutarlas con la premiere semanal y la sorpresa. 

Ya estan en demand, el Dr Russell Barkley y el Dr Jose Biederman en mi canal de youtube. Suscribite y te recordara el evento.

Junto a la Lic Eleonora Giusti, hemos realizado entrevistas increíbles, que compaginamos en equipo con los profesionales del Capitulo TDAH de la Asociacion Argentina de Psiquiatras.

No se lo pierdan. Son especialmente para nuestra comunidad hispanoparlante.

Gracias !!!







sábado, 26 de mayo de 2018

Trabajo y TDAH: Trabajemos por ellos

Tener TDAH y ser adulto, por suerte ya no es ser un bicho tan raro.

Se habla un poco más, aunque me resulta incomprensible ver dividida la opinión en bandos entre quienes creen y no creen.
Como si algunos descreyeran que la tierra gira alrededor del sol.
Pero regreso al punto que hoy me convoca.

Trabajo desde muy joven, estudiar y trabajar fue siempre algo que hice.
Pero hacerlo teniendo este “desorden”, es una garantía de vivir estresado.
Un adulto aparte de enfrentarse con su problema, debe lidiar con generarse el ingreso para sostener una vida independiente y crecer consolidandose en una familia.
Muchos no logran ni entrar en esta etapa.

 El diagnóstico y la medicación en mi caso ayudaron muchísimo, pero sigo sintiendo que vivir con TDAH requiere de mucho más que su tratamiento.

Requiere aceptación, adaptación y mucha resiliencia.

Cuando alguien capaz, inteligente, con muchos talentos no logra ingresar al carril laboral como merecería me duele y mucho.
 Yo agradezco mi trabajo, pero se que sería 10 veces más efectiva de no haber tenido TDAH.

Me duele ver como personas brillantes, van empezando y abandonando distintos trabajos, y encuentran en el subempleo un clásico. “Casi ingenieros”, “casi docentes”, “casi técnicos” los deja en esos puestos de trabajo de relleno, donde alguien (que obviamente se beneficiará de su inteligencia), sólo pagará el jornal de un operario sin ninguna preparación.

 “Casi en todo”, es peor que nada.

Esto es una de las razones por la que veo en las consultas los frecuentes cambios de trabajo.
Cambios de carrera, cambio de rumbo, nuevos proyectos, nuevos planes, sueños reeditados, hasta que quedan en pausa. Algo así como un mecanismo de supervivencia, donde cambiar les renueve las esperanzas de salir del pozo “de la nada misma”.
 Reviven liberados, felices y con ganas de tragarse el mundo, hasta que sus pocos recursos económicos los devuelven a la búsqueda de otro espacio condenado a morir antes de ser siquiera un proyecto.

Sin desafíos, con una motivación inconsistente, un desempeño errático, ausentismo importante, fallas en la ejecución de tareas...probablemente no solo se vayan sino muchas veces son quienes los emplean los que los invitan a irse.
 Charlé con varios adultos de capacidad intelectual muy alta, que prefirieron ubicarse en áreas laborales concretas, simples, manuales.
Operarios, choferes de larga distancia, artesanos, que ignorando la razón de la elección, buscaron HACER, trabajos mecánicos, manuales.

Fallando las funciones ejecutivas cerebrales, es bastante comprensible optar por algo tangible. Muchos de ellos si acceden a un tratamiento, pueden volver a estudiar y elegir cómo hacerlo.
 Estudiar implica “capacitarse”. Incorporar herramientas, si logran acreditarse para acceder a mejores puestos. Muchos son autodidactas, por intolerancia al aburrido y mediocre sistema educativo. Lastima que siempre llega el momento en que alguien les pide el diploma.


 Acceder a mejores opciones, al menos mejor pagas es algo deseable. Pero estudiar formalmente, implica quedarse allí el tiempo estipulado, siguiendo reglas, cumpliendo consignas y aceptando plazos impuestos. Aprobando exámenes, cumpliendo con el presentismo mínimo y un programa lleno de información inútil: algo que se torna parte de un círculo aburrido. Vencer esa inercia implica tornarse (para los que pueden), buenos en algo que aprenden solos.

 Son autodidactas creativos, entrepreneurs, grandes inventores, generadores de ideas que pocas veces se tornan posibles.
A no ser que encuentren un socio que baje sus sueños y les de forma de proyecto.
 Invierten horas, semanas, años, en armar y construir grandes empresas, que pocas veces generan ganancias. Trabajar es la etapa que asumimos en forma imprescindible para abastecernos cuando nos independizamos de nuestros padres.


 Conozco muchos padres que “pseudo independizan” a sus hijos: comprándoles el departamento o la casa, el auto.Dándoles un puesto inventado en sus empresas, por portación de apellido; sin saber el enorme daño que le generan.






No hay manera de sentir bienestar si nuestro accionar está plagado de obstáculos, o repeticiones. Una rueda de hámster en la que caminar deja de ser algo elegido, en la que lo único sano es pensar en bajarse.
Falla primaria en la estructura, en las funciones básicas como organizar el tiempo, comer y dormir en forma ordenada, vestirnos y presentarnos con otros para hacer lo que elegimos, puede llevarnos al fracaso diario. Algo aparentemente simple, es casi impensado para quienes tienen TDAH y no lo saben, o lo saben pero no hacen algo para mejorar su interferencia.

Aquel que sabe que sus frecuentes fallas tienen una causa ajena a su voluntad, al menos deja de golpearse duro, de vivirse como inútiles, o incapaces. 



Obviamente a consecuencia de semejante frustración y fracaso anunciado, protegerse del dolor es el primer escape: la cama, la casa, el teléfono, los jueguitos, la play, la comida, el cigarrillo o el faso, el alcohol, o lo que tenga a mano para distraerse acá sí en forma voluntaria.
La búsqueda de un sitio donde no llegue el tsunami de las críticas, los misiles de los reclamos, la realidad de la falta de dinero, la soledad o lo que nos toca.

 Tener TDAH no es un chiste, ni una moda, ni un invento para vender medicación, ni para explicar la vagancia.
Tener TDAH es un serio problema para la persona que lo presenta y su familia: cuando logra mantenerla cerca, porque muchos se cansan y lo dejan solo.

 El costo público de tener TDAH lo planteé en la disertación organizada en el Senado a fin de año, casi dieciséis mil euros por año por persona.
El costo privado (lo que deja de ganar y gasta debido al TDAH quien lo presenta) es de nueve mil euros.
O sea el costo social es de casi veinticinco mil euros por persona por año (la data es de los países bajos, pero estadísticamente se ha evaluado similar en diferentes países)
¿No podríamos hacer algo para evitar seguir perdiendo tanto?

 No hablo solamente del costo público, o económico.
 Muchas personas con este problema se suicidan frente a la visión de su NO SALIDA.

 Muchos caen en las redes de adicciones, alcohol, drogas.

 Muchos otros encuentran la muerte como consecuencia de su descuido personal, o de su impulsividad en el manejo o en sus emociones.

 Vivir con TDAH es altamente doloroso.
 Sufrimiento inútil cuando el tratamiento mejora el problema casi en un 80%.
 La medicación es carisima, la asistencia pública casi inexistente, ¿no es hora de darnos cuenta que la población afectada por este problema es un cinco % del total de nuestro país?

 Invertir en vez de creerlo un gasto, es la respuesta.
 Invertir en capacitación de los profesionales de salud y educación, en servicios preparados para el diagnóstico temprano, y para abastecer de recursos que permitan el acceso a la ayuda, nos daría una idea de lo que un verdadero cambio implica.
 Es momento de dejar de pensar que el TDAH es solo cosa de chicos, o solo tiene que ver con aquellos que estudian.
 El terreno laboral es un campo minado, al igual que la escuela para los niños.

 Ni hablo hoy de los costos que tienen para las parejas, los hijos, los que comparten la vida con un adulto afectado.
Hagamos algo diferente hoy. Dejemos las creencias de lado, que no admite la opinión cuando tenemos suficientes afirmaciones y datos, hechos y hallazgos neurobiológicos como para empezar a hacer en vez de discutir.

 Casi un millón y medio de argentinos, de la población mayor de 18 años tiene TDAH.
 Un sesenta % de ellos, alguna vez pidió ayuda profesional pero no fue visto.
 Un veinte % recibió diagnóstico pero menos de la mitad fue tratado.


Si no tenemos respuestas, salgamos todos a pedir por ello.


 Los que hemos logrado obtener un tratamiento, debemos ponernos de pie por los miles que ni siquiera lo saben.
Hagamos algo, ser protagonistas es la única opción si queremos un verdadero cambio.

Estás invitado a sumarte a hacer visible el TDAH, también sabiendo que no solamente son niños los que sufren por ello.
Cuando tus hijos crezcan sabrás porqué mi insistencia.

Gracias.

 Norma Echavarría
Médica Psiquiatra.
MN 71690 MP 441033

viernes, 11 de agosto de 2017

El poder de "poder ser yo"

Despues de un mes en el cual no trabajé en mis habituales rutinas, me di cuenta que logré dedicarme mucho tiempo y junto a ello habilité mucho mas mi canal de percepción emocional.

Estuve sola, conocí gente maravillosa, pude contactarme con mi parte entusiasta, pude acompañarme cuando me puse dramática, cuando extrañé, reí o lloré, o cuando dejé que la ansiedad me jalara de los pelos.
Corrí para no perder un tren que saldría 40 minutos mas tarde, saque pasajes que no me sirvieron y pude aceptar el gasto inútil, percibí la incertidumbre en mi y en mis hijos frente a un error de logística y de distracción mayúscula llegando a un sitio que ya no era demasiado amigable y encontrar que la reserva de hotel era para el mismo día 30 pero del mes siguiente.
Me permití llevar conmigo la cuarta parte del equipaje que toda mujer hubiera deseado de irse un mes a Europa.
Me teñí en Florencia mirando el Duomo, me tiré desde una roca al mar mas azul que haya visto, pude guardar un secreto tres días, saqué las entradas mas caras para un concierto en Paris, modifiqué mi recorrido varias veces, desafiando los endemoniados titanes de mis debería, fui transitando mi viaje.

Me permití amar el resultado de mis equipos, aún habiendo abandonado los tacos que son como parte de mi anatomía habitualmente.
Pude aceptar con compasión los comentarios críticos surgidos por no haberlos usado, o por el estilo elegido para presentarme.
Pude darme cuenta cómo muchas personas siguen rehenes de juicios ajenos que hicieron propios y aún viven esclavizados en pleno siglo XXI.
Lo sé pues estuve sentada allí hasta no hace tanto.

Pude darme el permiso de dedicarme un mes entero a un viaje al que pude invitar también al menor de mis hijos, venciendo la ansiedad que generaba el saberme único sostén en mi familia, y dejar una casa sola.

Y acá estoy de regreso.
Nada dramático surgió porque, he vuelto y estoy mejor que antes. Mi viaje fue un viaje al que se sumó otro inesperado.
Me pregunté "que quería ser cuando fuera grande de nuevo"...
Y quiero seguir creciendo del lado de adentro, tal como lo vengo haciendo.

Siento que mi mayor crecimiento, en el cual llevo trabajando bastante tiempo ya está centrado en ser auténticamente yo, éste está siendo mi mejor viaje.


No hay lugar para los COMO SI, en mi vida.

Porque la verdad, es que debajo de tantas preocupaciones, juicios ajenos y propios, miedos, dudas, insatisfacción y angustias, vivir no era ni sano, ni posible, era simple supervivencia.

Recordaba hoy viendo un video donde hablaba mi adorado y admirado Dr. Ned Hallowell, cómo hace 20 años, el escucharlo hablar frente a una enorme audiencia de su propio TDAH generó en mi el primer gran quiebre.

sábado, 1 de julio de 2017

Desorden de Interiores.



Vivir con TDAH puede ser menos estresante de lo que tu crees.
Siempre y cuando estés dispuesto a ocuparte del cambio.

Porque si has aprendido, o estás aprendiendo cómo este desorden nos afecta, entre las prioridades para mí está el reaprender a ORDENARNOS.

Ordenarnos, abarca mucho más que el manejo, del tiempo, y de los espacios, pertenencias y papeles.

Bajar el estrés y regular las emociones, están primeros en mi lista.
Pues funcionamos mucho peor de lo que ya lo hacemos, en medio del caos emocional.

Vivir con TDAH genera un enorme impacto en todas las áreas de la vida, pero el saldo emocional y la ansiedad frente a saber que lo mas probable es que fallemos genera aún mas daño que la falla misma.

Cambios súbitos, un entusiasmo que se estrella de la mano de la frustración, o simplemente una espera mayor a la internalizada como posible.

Una motivación que se escurre, de manera impredecible, aún en medio de proyectos iniciados con ganas, o propuestas propias.

  Vivir diariamente luchando por las adversidades de enfrentar olvidos, exceso de tareas postergadas, o una comunicación fallida, puede desgastar el combustible con el que todos iniciamos nuestros días, sosteniendo una preocupación que debiera ser transitoria, o exagerando el impacto de nuestros desafíos.


Podemos ver diferentes estilos, mas dramáticos, menos demostrativos, unos que llevan al llanto o a la ira, otros que generan protección en el ostracismo y aislamiento.

Por esto es que debemos ordenarnos.
Ordenarse es empezar por nosotros.




El bienestar será el máximo objetivo, pero debemos saber que para sostenerlo, necesitamos conocer los factores habituales que lo amenazan, o lo fomentan.

A la caza de brujas se ha dicho!
¿Sabes acaso que te saca de la comodidad, del relax, de la calma?
A dejarles poco espacio entonces.

¿Sabes tú cuales son los mayores promotores de tu bienestar?
A buscar nuestras mochilas y recargar con ellos.


Pues  aunque sepas muchas estrategias de organización, si no has aprendido a bucear en el mundo de tus emociones, amigarte, conocerlas, ayudarlas para que no se instalen y sigan su paso, este es un buen momento para hacerlo.


Ordenemos el desorden empezando por nuestro interior.


domingo, 2 de abril de 2017

Te invito a caminar tu mapa



Tener Déficit de Atención e Hiperactividad, implica algo mucho mas serio que no encontrar las llaves o salir dos horas mas tarde, por haberlas buscado sin éxito.

Es mucho mas que tomar decisiones impulsivamente, en medio de una ola de entusiasmo repentino, aunque sea sin intencionalidad, será difícil que los demás así lo entiendan.




Nuestro impulso puede llevarnos a darle nuestro teléfono a quien no debiera tenerlo, o a decir algo que nos meta en un conflicto, o tal vez involucre a terceros, que para nada deberían de estar involucrados.



Podría sentarme a escribir 357 páginas de ejemplos que a diario nos hacen la vida mas ingrata.
Pues para mí vivir con TDAH es como tener una cucharita de café para cargar diariamente nuestro container... mientras los demás lo hacen con baldes de 20 lts.

Aparte de ser un problema que afecta también a los adultos, en Déficit Atencional puede ejercer un cruel protagonismo en nuestras vidas.

La pregunta que comparto con Uds. hoy es frente a las cientos de historias que escucho:
¿Cual será el ingrediente principal para que la receta del tratamiento en adultos nos haga saborear más seguido del éxito?

Cada semana, me dispongo a trabajar con la misma pasión que lo hiciera al dedicarme exclusivamente a esto 20 años atrás.
Cada semana sin embargo, veo cómo de los muchos que inician la carrera del tratamiento convencidos de haber hallado la respuesta al dolor crónico en sus vidas, muchos menos son los que la siguen corriendo después de un tiempo.


Antes me preguntaba si era porque debía de ser enfocado diferente, tal vez tener diferentes opciones farmacológicas, mayor acceso a psicoterapia, mejores prepagas, mas servicios disponibles, mejores recursos.

Me dije "Es el mismo trastorno", que como un volcán en actividad no les deja sostener ni siquiera el proyecto de su propio tratamiento.


Me pregunté si debíamos modificar la forma de ayudar a nuestros pacientes, y lo hice, y así observé que aún con muy buenos resultados, muchos de ellos abandonaban el recorrido.
Pensé que sería tema de costos, pero muchos fueron y son los "becados" o los que reciben ayuda de otros en este proceso.

Hace muy poco, sin que sea resultado de ninguna estadística, sino de la mas absoluta vivencia personal, surgió frente a mi la hipótesis que podría explicarlo.

El TDAH no es una enfermedad. 

Quienes convivimos con este problema, nunca antes hemos sido diferentes, o presentamos el típico desarrollo neurológico.
Quienes crecimos y vivimos afectados con el TDAH convivimos en familias que suelen tener mas de un representante con este desorden, o sea que así nuestro entorno sumó otra ficha a la falla genética aportando una influencia disfuncional.
Siento que cuando el tratamiento se enfoca como si fuera el TDAH uno de muchos desórdenes mentales dentro del DSM 5, (manual que reúne y enumera los problemas de salud mental), nos quedamos esperando que el milagro de un "funcionamiento normal" aparezca.
Y eso es algo que no sucederá nunca.
Vivir con TDAH es para mí como viajar en un avión que por momentos tiene un motor de sobra, y en otros se queda planeando sin ninguno de ellos encendido.
Es como perder la visibilidad por completo, teniendo enfrente un parabrisas que parece no responder a ser limpiado...
Sin ningún aviso, sin saber cómo, volvemos a tomar el control del mando, a veces luego de un "aterrizaje forzoso", otras en medio de los imaginarios restos del fuselaje hecho trizas que nos advierte que volvimos a estrellarnos.

Y aparece en mi mente la imagen de la vida como un viaje.

Vivir con TDAH no admite recetas o tips estandarizados, y es muchas veces como viajar sin rumbo, o no poder leer un mapa.

Cuando quien guía un tratamiento les dice, que tengan una agenda, pretendiendo de esa manera ayudarlos a organizarse, o que hagan listas, ignora de que se trata vivir con este problema a diario.

Les sugieren que se pongan alarmas para despertarse, o que busquen criterios para separar las diferentes tareas.
Es cierto, las alarmas son imprescindibles, pero también es cierto que muchos jamás lograrán escucharlas, otros jamás recordarán ponerlas.
A no ser que ellos mismos diseñen la manera mas adecuada para poder despertarse.


Quienes desean ayudarnos no saben que hemos comprado 46 agendas, que tenemos todas las aplicaciones para manejar mejor el tiempo, que compramos los mejores teléfonos, sin que nada realmente nos permita transitar por una vida calma.

jueves, 15 de mayo de 2014

Salirnos del rojo.


Cuando una cuenta bancaria muestra un saldo negativo, decimos estamos en rojo.
En Argentina al menos, también decimos que estamos en el horno.

Estar en rojo, trae problemas, no podemos cubrir nuestras necesidades y empezamos a desarrollar una vida de deudas.

Si una persona convive con su TDAH sin diagnóstico, por lo cual lo hace sin tratamiento, va a enfrentar una situación para mi muy similar al rojo bancario.

Estresados a diario, malavaristas de problemas que son solo consecuencia de una dificultad para organizarse frente a las demandas en la vida adulta, muchas son las presiones que configuran el malestar cotidiano.
Salirnos del rojo, sería el objetivo hacia un bienestar que tenga sentido.


Que costo tiene para ti en tu estudio o tu trabajo ?

  • Siempre desorganizado en el manejo del tiempo, dejas de completar tareas, no te anticipas para los exámenes, faltas, te excusas, te mientes...
  • Dejas todo para mas tarde, porque no sabes realmente que es lo que deberías hacer, la mayor parte de las veces, o porque es tanto el dolor que se hace presente cuando te das cuenta que aunque te sientes algo no te permite ser efectivo en tu estrategia de estudio, que mejor lo evitas.
  • O dudas de tu vocación e inicias otra carrera, o cambias de escuela, o te propones hacerlo por ti mismo...
  • Pasan los años, sigues en modo estudiante, y cuando te reencuentras con tus compañeros de colegio ya graduados, te duele, te angustia, te frustra y probablemente te aisles...
  • Puede que con esfuerzo, perseverancia, mas tiempo, o tal vez porque elegiste adecuadamente en tu area de fortalezas logres terminar tu carrera...Con suerte te ubiques, pero muchos pueden quedar a la deriva carentes de iniciativa o imposibilitados de la autonomía necesaria para construir un plan propio.
  • Si trabajas, acaso estás desbordado? Exceso de papeles, fechas, vencimientos, tareas no hechas, poca motivación, discusiones ante los reclamos?
  • Acaso esto no se reflejará en tus ingresos actuales, o futuros?
  • Manejas el dinero cubriendo la satisfacción o las necesidades inmediatas? No tienes trabajo? Crees por ello que estás condenado a la inacción?
Que costo tiene el TDAH en tu vida amorosa?

  • Si es que tienes pareja, porque hay quienes tienen serias dificultades para llegar a ello, puede que seas estable. Puede que no lo seas.
  • Lo dificil es en que rol te encuentras en ella. Acaso elegiste alguien que te ordene, que te organice, recuerde agende? Acaso elegiste alguien con buen manejo emocional que te calme, te ayude a lidiar con la montaña rusa emocional? Tal vez entonces mientras ese otro no se AGOTE, de ser tu madre o tu padre....las cosas funcionen.
  • Pero por lo general el clima estará inundado de reclamos, de pedidos repetidos, de quejas, de conflictos, de tensiones, de enorme frustración y cansancio.
  • Puede que des vuelta de página y busques una nueva relación, inaugurando así un abanico de relaciones que se inician con entusiasmo y terminan con hartazgo. Y te separes, te divorcies, te ausentes, tu o la otra parte muchas veces pueden no elegir irse, y optar por la infidelidad...
  • Igualmente grandes disfuncionalidades pueden convivir ocultas, en silencio, debajo de la mayor dependencia que imagines.
  • Tres veces mas divorcios en las familias que padecen TDAH dice bastante. Y el enorme estrés en ellas mas aún.

viernes, 26 de abril de 2013

El rol de las emociones en el Diagnóstico y Tratamiento del TDAH


El Deficit de Atención e Hiperactividad  es un problema del neurodesarrollo.
Bastante ya tenemos con esto y con el intento de incluirlo entre las posibilidades de diagnóstico en profesionales de la salud, y de la educación.

Pero mi observación, ya dedicada a este tema desde hace varios años, es la persistencia de un enfoque que sólo es responsable de que mas y mas sujetos sigan sin ser diagnosticados.
Se buscan distraídos que corran y trepen entre adultos.
Se sigue pensando en problemas de atención que muestren adultos en la luna...cuando muchos compensan obsesivamente.
Se sigue midiendo la impulsividad en las acciones, o en los fracasos escolares o laborales por la falta de logros académicos, mientras muchos terminan carreras universitarias con menciones y honores, algunos dedicando su vida entera al proceso del aprendizaje

Así seguiremos pasando por alto a muchísimos adultos.

Porque tanto el DSM IV TR manual de diagnóstico de salud mental como las escalas de evaluación clásicas ignoran que las emociones tambíen están involucradas en el TDAH.
Si, las emociones.
No sólo porque aparezcan cuadros depresivos a consecuencia de un fracaso predecible, o de la ansiedad que genera el exponerse a un examen, o una tarea, o a un grupo de personas desconocidas con las que hay que interactuar, o al temor recurrente de pensar que se van a olvidar algo.

Hablo de la Impulsividad emocional que se traduce en hostilidad, enojo, ira, agresión, intolerancia o impaciencia.
De esa que como en los niños muchos adultos despliegan en un acto de violenta respuesta a algún hecho. Un estallido, un exabrupto donde las emociones crudas sin filtro de ninguna función inhibitoria se expresa destruyendo lo que haya a su paso.

No pudiendo reprimir o suprimir la respuesta emocional inadecuada, expresan la emoción disfuncionalmente.
 Interpretaciones distorsionadas, malentendidos, autoreferenciales, dificultad para ordenar los argumentos que expresados correctamente podrían tomar categoría de pruebas legítimas en sus defensas.
Ataques de furia, enojos salvajes, insultos, o simplemente ira concentrada en un momento.
En las parejas, en el trabajo, en la calle. No importa donde, con quien, cuando ni para que. Solo sale.

Y sobreviene el rechazo social, el despido, el divorcio, las crisis, el aislamiento, mucho antes que esa misma persona pueda darse cuenta, o arrepentirse. O el temor, el miedo que los que te rodean tienen a tus caras, gestos o exabruptos. Y eligen a otros que no les dañen.
Matar un mosquito con un misil,  otra forma aparentemente de lidiar con lo que les impacta emocionalmente.


Todos tenemos emociones.
Las emociones son cambios en nuestra intención que surgen para ayudarnos a corregir el rumbo de aquello que estamos haciendo. Y todos las tenemos. Para acercarnos a lo que nos beneficia, o alejarnos de lo que podría perjudicarnos.
Pero debemos aprender a regularlas.
Porque si bien algunas personas pueden tener una expresión exagerada de las emociones primarias, es la disregulación que la corteza prefrontal tiene que llevar a cabo, la que falla en la medida necesaria, o en el timing indicado.
No lo olviden, porque muchos adultos serán erróneamente tratados.
Como Trastorno Bipolar, como Trastorno Obsesivo, como Ansiedad Social, o como T Personalidad, entre otros.
Muchos solamente necesitan ser adecuadamente diagnosticados.
La sociedad, los demás perdonarán fácilmente tus olvidos, o tu postergación en una tarea.
Pero será mucho mas difícil que perdonen una crisis de ira, en la que cual como un tractor o un tanque de guerra tu enojo arrasó con todo lo que encontró a su paso.

No dejes de leer, no olvides que si recibes un diagnóstico de TDAH las emociones serán parte del paquete.
Las investigaciones así lo dicen, solo que falta que sean incluidas entre los criterios diagnósticos y en la mente de quienes escuchan a estos sujetos.

Para pensarlo, no?

Norma Echavarria
medica psiquiatra



lunes, 17 de septiembre de 2012

Cuanto antes lo sepas mejor.


Tener Déficit de Atención, puede ser algo de lo que nos enteremos siendo adultos, grandes en el idioma de los chicos.
En mi caso, particular, tenía solo 36 años, cuando me desayuné que lo que me hacía divertida y colgada, desordenada, y olvidadiza, torpe e incansable, curiosamente hiperactiva, no era todo mío.

Era parte de la falta de organización de mis funciones ejecutivas cerebrales...Falla genéticamente determinada, compartida con un padre y un hermano.

Que difícil me ha sido deshacerme del estigma.
 Cuantas lágrimas junté, cuantas.
Cuantos autoreproches, cuanto castigo, cuanta exigencia y trabajo extra para hacer lo que otro hacía en automático.
Cuanto dolor ante la repetición de fracasos, en una inentendible desconexión entre las experiencias vividas y el momento presente.
Cuantos adjetivos descalificativos, inútil, imbécil, atropellada, torpe, tonta, apurada, desaliñada, desprolija....por decir unos pocos...
Cuanto trabajo cotidiano, para saber separar lo que son síntomas de lo que era yo misma.
Y cómo podríamos hacerlo? Difícilmente siendo adultos lo hagamos sin recibir ayuda.

Y mañana cumpliré 53.
Y quiero seguir  compartiendo con todos ustedes, lo que 17 años de autoconocimiento me permitieron.
Si bien me hubiera encantado tener un diagnóstico temprano, posibilidad que al menos tuvieron mis hijos,  aproveché lo que tuve sin miramiento alguno.

Y agradezco cotidianamente la oportunidad en que por primera vez perderme, equivocarme, confundirme de sala, en un congreso de la APA en Miami, me permitió conocer el ADD. Que así se llamaba entonces.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Te quiero mucho, poquito y nada, te quiero mucho, poquito nada....te quiero?

Una persona que tiene Déficit Atencional tiene mucho mas que un problema de Atención.
El TDAH es un desorden de la MOTIVACION.

Y de que hablamos cuando decimos esto?
Motivarse implica encenderse, entusiasmarse, tener ganas, estar conectado con aquello que hacemos, decimos, pensamos...
Motivados elegimos, iniciamos relaciones, tomamos trabajos, que en el momento de hacerlo son exactamente lo que deseamos.
Pero y que sucede con esa motivación?
Lo mismo que sucede con la atención. Puede sufrir de muerte súbita.

 Un apagón que deja a todo, lo que estaba en curso en medio de una oscuridad en la que caminar y moverse se torna casi imposible. O en medio de la duda, cuando aparece una opción nueva, o una opción que estimula lo suficiente como para sacar del gris de la rutina ...

Pensar en adultos con TDAH me lleva a pensar que esa famosa imagen de la montaña rusa con la que se identifican las emociones de personas con este problema, lleva el curso de la Motivación que se prende y se apaga.
Aunque abandonar tareas suene suficientemente complicado ya, y tenga un costo enorme, imaginar un apagar y prender de amar a quien sea elegido, me parece que es de este área el mas delicado de los problemas que se presentan.
No se si llegará a todos, ni a todas las áreas. Porque si bien describir características del trastorno no hace que todos los que lo presentan sean similares, valdría la pena observar como es en cada uno la motivación entonces en términos de amor.
Oleadas de amor y distracción, oleadas de pasión y desinterés, subidas de romance y bajadas de indiferencia, pueden matar el amor de aquel que decide valientemente amar a quien vive en una oscilación pendular constante.
No valdrá la pena pensar que mas allá de terminar proyectos, de dar exámenes, de mantener un trabajo, de mantener un proyecto de vida en el mismo área seria bueno que el tratamiento permita mantener una relación de pareja estable?
Quien podría resistir la inseguridad que genera alguien que hoy sabe que y a quien desea, y mañana no está tan seguro?
Mas aún cuando en esas historias que surgen y que conectan intensamente seres valiosos, nacen hijos, se involucra familia, crecen historias con otros que ignoran muchas veces que son invitados a dar una vuelta en montaña rusa...

Prioridad a la posibilidad de que no deshojemos margaritas.

 Porque cada vez que iniciamos esta suerte de juego involuntario, cada pétalo arrancado, generará un inmenso dolor en la persona amada. Y una pérdida tremenda para cuando quien víctima del ciclo motivación desmotivación regrese a la escena amada. Teniendo en cuenta que sostener la motivación, armar un proyecto a largo plazo será algo posible con un tratamiento adecuado y conciencia de problema, el nivel de dopamina se podrá sostener, para que la margarita no se deshoje buscando una respuesta que quien es víctima del TDAH no encuentra.



Norma Echavarría

5 de septiembre 2012




domingo, 24 de junio de 2012

Laberintos de tiempo

El tiempo es un recurso que no nos es dado, existe. No nos pertenece y es como un préstamo bancario, o un boleto de viaje ida y vuelta.

Ni bien venimos a este mundo, nos damos cuenta que nos acompañará de por vida, marcándonos la hora de llegada, y dejándonos el acertijo de la hora en que partiremos.

El tiempo en sujetos con Déficit de Atención es algo aún mas complejo que lo que medimos en relojes de sol, arena, agujas, o digitales. No importa como queramos envasarlo, se moverá implacablemente a la misma velocidad crucero.
Crecer con TDAH nos expone a que nuestro cerebelo y nuestra corteza prefrontal se confabulen y armen una historia que nos puede hacer sentir como el conejo del cuento de Alicia...
Tarde, tarde, tarde.....se nos hace tarde tarde tarde.... En ese caso puede de haber múltiples factores confabulados....Dar vueltas, implica entretenerse por ejemplo con tareas que se enganchan y se encadenan como lo hacían en mi adolescencia los DJ con los temas    en discos de vinilo.

Salir rumbo a la puerta, y recordar que no regamos el ficus, ir por la regadera y ver que el lavarropas acabó su ciclo, ir a colgar la ropa, o meterla en la secadora y darnos cuenta que el gato no tiene agua....y así guiados por la fuerte ATRACCION, que para mí es la manera de reformular el famoso distraerse....perdemos el rumbo, aun sin perderlo....

Dar vueltas significa por ejemplo no recordar que es lo que estábamos buscando, y dar vueltas en redondo o en ocho, pero en una elipse de tiempo indefinido....el laberinto de la temporalidad sin tiempos nos marea y nos lleva cual agarrado de las narices...sin gobierno, sin que seamos responsables conscientes....

Cuantas veces nos quedamos dudando....Me pongo la pollera verde con la blusa manteca....no mejor el pantalón gris con el sweater negro...pero cuando casi estamos definidas...los zapatos marrones ya no encajan...y no encontramos los negros...o les falta un taco....y volvemos a empezar....

Cuantas veces nos demoramos porque siempre, agobiados por sentirnos en deuda de tiempo con todo, vamos a una velocidad muy alta, muy proclive a tener percances, y accidentes. Y cuando suceden, los costos de enfrentarlos, nos demoran mas de lo que hubiera demorado una acción pausada y conciente.

jueves, 31 de mayo de 2012

Del 1 al 10. Cual es tu promedio?

Contar nos da una idea de orden numérico.
Para algunos adultos escuchar calificar de uno a diez le traerá recuerdos escolares angustiosos.
Pruebas sorpresa, aplazos, materias reprobadas, o zafar gustito. Seis o nueve materias a diciembre...para darlas todas en una semana. Y obviamente escuchar sistemáticamente la frase....Si estudiaras un poquito, con lo inteligente que sos...
Ansiedad, sensación de fracaso. Nuevas repeticiones.


Para otros, como en mi caso particular los números fueron un certificado de aptitud, una exigencia, surgida a partir de invertir horas y días que deberían haberse capitalizado en esparcimiento, y fueron absorbidas en estudio y esfuerzo. Y solidificaron una vivencia interna de ser menos inteligente que el resto, pero coleccionando 9 y 10...
Para mentes con dificultad de retener lo aprendido,un recurso de compensación ante la ausencia de diagnóstico, para mentes cuya memoria de trabajo les dio trabajo, una cámara de tortura de marzo a diciembre.
Hoy plantear la escala numérica solo tiene el objetivo de otorgarle otro sentido.
Cambiar la asociación nos puede hacer bien cuando ya crecidos nadie mas nos debería poner notas. 
Aunque decidamos seguir estudiando, las notas no serán las que califiquen si aprendimos o no lo hicimos.

Usemos la escala numérica para decidir cuando algo esta bueno para nosotros.
Salgamos del conformismo de quedarnos con cosas de solo 2 puntos, para pasar a 9 o 10 si es lo que deseamos.
Recurramos a nuestra entrenada sensibilidad numérica para prestarle atención a los momentos categoria 3 y salir ni bien podemos de ellos....

Quedarnos en algo desaprobado por nosotros mismos, ya no vale mas, no esta bueno.
Y esa es mi propuesta!
Definamos cada uno de nosotros lo que es importante, aquello adonde deseemos crecer e instalarnos. Lo que elijamos porque podemos hacerlo.
Allí seamos ambiciosos.
Yo quiero sacarme un 10!!! en todo, y si me encuentro momentaneamente con un aplazo, si puedo levantarlo ese mismo día será un compromiso conmigo.
Por ejemplo:
Vivir en una relación hostil es un aplazo absoluto.
Subir la nota allí tendrá muchas variables, pero será un aplazo si aceptamos el destrato..lo mismo que cuando aceptemos la indiferencia.
En mi caso para darles una idea....volver a remar se torna un 10 con mención y medalla de oro!!!
Porque me costó mucho esfuerzo hacerme el tiempo y priorizarme para volver a sentir la libertad y el placer que me dan las palas y el río...
En como y que almuerzo, en como duermo, en mi tiempo libre, en mi respeto por los otros, en mi firmeza, en mi fidelidad a lo que para mi son principios de vida, quiero un 10!

domingo, 27 de mayo de 2012

Juan y Maria Parte III


Ellos buscaban infructuosamente la salida, pues de vez en cuando, aunque fuese muy de vez en cuando, se encontraban casualmente.
Y vivían momentos intensos y apasionados. Pero sin palabras. Sin gestos, sin manifestaciones de sí mismos.
María lo había logrado en parte, había hecho que el hombre que ella miraba con críticas y desprecio, se tornara un doble.
El había renunciado a su identidad.
Ella renunció a su ideal.
Y seguían juntos.
Sin posibilidad tampoco de separarse, ambos dependían uno del otro.
Porque necesitaban quejarse, pues era el deporte elegido para mantenerse vivos.
Y seguían subidos a la rueda del hámster. Sin moverse pero agotados de caminar en forma constante.
Juan perdía la vida a diario, y María sentía el peso de tener que reanimarlo continuamente.
Pero ninguno podía darse cuenta que ella era simultáneamente la asesina y la heroína que salía a socorrerlo.
Por que no lo dejaba morir de una buena vez?
Era una forma de disfrutar de una pobre alma moribunda?
O era el único ser al que podía destruir sin que opusiese resistencia?
Ella lo amaba y lo dejaba recuperarse, para volver a darle muerte, sistemática y consecuentemente.
Un ciclo sin fin, un ciclo eterno
Pero Juan estaba abatido, cansado y había decidido bajarse.
Esta vez era una acción imprescindible.
Juan había sido paciente miles de veces. Juan entraba y salía de las depresiones como María lo hacía del auto.
Juan tenía taquicardia, y pánico y miedos casi injustificados.
María volvía a la carga.
Pero se amaban o necesitaban vivir en medio de algo que si bien les resultaba una desgracia y una queja, les era conocido y familiar.
María era demasiado controladora. María medía cada acción en términos económicos.
María quería tomar decisiones todo el tiempo.
Juan era indeciso.
Juan no podía elegir entre más de dos opciones.
La única cosa clara era el darse la espalda en la cama, como una señal de muerte del deseo. Las peleas, los reclamos, los enojos hicieron polvo el amor eterno que se juraron.
Así estaba sentado ese día, frente a la puerta.
Mirándola como un niño mira la vidriera de una juguetería, fascinado pero limitado por lo inaccesible de sus capacidades.
Juan quería seguir con la mujer que había conocido. Juan reía a carcajadas en el principio de la historia.
Porque ella era ocurrente, y protectora, positiva y enérgica, organizada y operativa.
El creyó que dejarla ocuparse iba a hacer su vida más fácil.
Mucho más amigable.
Pero María tenía demasiada energía.
O lo arrastraba, tironeándolo a la fuerza, marcando un surco mientras lo hacía, suficiente como para luego reprocharle su pasividad, o argumentando que debía empujarlo, pero totalmente sola.
María vivía quejándose de su soledad acompañada, y Juan de su compañía opresora.
Y Juan siguió pensando en lo que había hablado ese día en la consulta con la psiquiatra.
Había salido un poco descolocado.
Fue a buscar consuelo, aunque sabía que no era ese el objetivo de una terapia, fue a buscar respuestas y volvió saturado de preguntas.
Sería acaso posible?
Podría entender que todo lo que lo había atormentado en medio de la inacción y el ocultamiento tenía nombre?
Pensó que para pensar mejor, podría salir a caminar un rato. Sorprendido de repente, en medio de una acción y una iniciativa, tomó las llaves y salió casi sin dudarlo.
Sentía el cambio inminente.
Podría acaso María acompañarlo? Quería él que esa María, su carcelera lo acompañe?
Y sin saberlo aún, María volvía ese mismo día a su casa, repasando en su mente una y otra vez el mail que había recibido en su oficina.
De la psiquiatra de Juan, que muy gentilmente se había presentado, pidiéndole que tuviese a bien leer el material adjuntado. Era algo así como un termino enfoque psicoeducativo para familiares de personas con Deficit de atención e Hiperactividad.
Suponía que debía encontrarlo a su marido en él.
Un adulto que aparentemente tenía un trastorno. Ella siempre sintió que era diferente.
Si, un adulto desatento, desorganizado, pasivo, tímido, confuso, y complaciente, de poca iniciativa, dudoso, y constantemente motivado por ideas nuevas, que solo llegaban a la pista de despegue, pero carreteaban pocos metros y se iban de allí a los hangares.
Pero volvía caminando, desconcertada.
Volvía repitiéndose una y otra vez las frases encontradas...
Personalidades también Hiperactivas, impulsivas, poseedoras de una enorme e inagotable energía, poco tolerantes, exigentes, inflexibles, rígidas y tremendamente críticas...
Dueña de una fuente inagotable de ideas, pero con pocas terminadas. Mucha cáscara y pocas nueces. Quien le habría contado a esa misteriosa psiquiatra que ella también estaba escondida detrás de la máscara de la eficiencia?
Volvió así a su casa sin reparar en el camino, siempre había manejado rápido, le gustaba manejar con mucha adrenalina, le gustaba empezar cosas nuevas.
Había estacionado el auto en la cochera, y lo había hecho casi con la pasividad que Juan mostraba.
Sin reparar que esa conducta era una de las tantas en recibir sus dardos y sermones.
Era tan crítica con los errores de los otros que nadie podía accionar cerca suyo.
Como le había sucedido a Juan.
Aquel hombre seductor, y apacible que le brindó el oasis de la calma que nunca pudo generar por sí misma.
La verdad reveladora era una sentencia de muerte.
Pero no para su matrimonio.
Para la máscara.
Llegó a su casa asombrosamente tranquila, como en automático se quitó el sacón.
Lo dejó tirado sobre el sillón del hall, igual que hacía Juan cada vez que regresaba, dos minutos antes que ella destruyese su accionar con miles de comentario negativos.
Caminó hacia la cocina, sin reparar en mil cosas que estaban fuera de lugar. Estaba absolutamente hipnotizada por la verdad reveladora.
¡Ella, ella había sido descubierta! Y ahora que iba a decirle a Juan?
Mientras tanto, Juan ponía sus llaves en la cerradura de la puerta de entrada.
Venía pisando más fuerte.
Venía sintiendo que la energía volvía a su cuerpo.
Juan no estaba moribundo, alguien le dio esperanzas de vida, respiración boca a boca.
Retumbaban las palabras de alivio, una y otra vez. TDA, trastorno por déficit de atención.
Una y otra vez sonriendo las repetía, mientras juntaba a su paso, el sacón que vio tirado fuera de lugar.
Llegaron juntos, pero sin cruzarse.
Ella inmersa en el silencio de la verdad mas seductora y paralizante, él envuelto de una melodía que casi sin darse cuenta transformada en silbido.
Un silbido alegre, que despertó del ensueño a María que salió corriendo en su búsqueda.
 Y pudo abrazarlo en silencio.

Fin.

Pocas historias de parejas donde el Deficit de Atención se encuentra si diagnóstico tienen finales felices.
Los conflictos, y la gran insatisfacción crónica dejan rehenes a muchos sujetos sin oportunidades.
Pensalo. Podemos cambiarlo si salimos a divulgar la existencia de este problema.
Gracias¡


Norma Echavarria
copyright. 2007-2012

Injusto anonimato, justa cruzada

Y así dice el DSM IV, y dirá el DSM 5.

 Desatención, Hiperactividad, Impulsividad...Disfuncion ejecutiva con suerte... Tal vez disregulación emocional....
Sumarán criterios.
Extenderán algunos, acortarán o tal vez suprimirán otros.

Conductas, comportamientos, descripciones que ni por asomo se acercan a expresar el sufrimiento de vivir con este problema.

Y para colmo de males, aun sigue la polémica.
Que si existe, que si es un invento, que como medicar niños, para que tanta psicología ni psiquiatras..

Y millones de seres, expresando inocentemente lo que la genética condiciona..seguirán movilizando conductas, recibiendo críticas, esforzándose, mutilándose para encajar en el mundo de seres sin fallas.
Al menos, sin fallas ejecutivas...

Cargando en sus espaldas el sufrir de lo impredecible cotidiano.
Quien es quien?
Cuantos sujetos en el anonimato injustamente.

 Cuales son las conductas que corresponden al TDAH y cuales al ser que aparece cuando la medicación domesticado una corteza prefrontal que no tiene buenos frenos?
Frustrándose por carecer de herramientas.
Carreras inconclusas, tabaquismo farmacológico sin receta médica.
Niñas que seducidas por la necesidad de autoestima, y víctimas de una impulsividad sin freno, podrán terminar siendo madres antes de tiempo...o ingresar en adicciones por la debilidad de su sistema de autocontrol.
Solos, desprotegidos, sin posibilidad de recibir ayuda.
No dejes de sumarte a nuestro proyecto.
Difundir el TDAH, ADHD es una obligación, una responsabilidad y una misión si la haces tuya.

Yo lo hice y ya llevo 17 años, sembrando.
Tu?
Estas dispuesto a salir para que el Déficit de Atención no quede encajonado y silenciado, mientras tantos niños se tornan adultos y pierden la posibilidad de ingresar al mundo que merecen?
Súmate.
Difundir es nuestra responsabilidad.
Si fuiste diagnosticado, recibiste ayuda, o conoces a alguien que haya podido ser descubierto, podrías salir y por lo menos hacer lo mismo por otros?

No es demasiado, considerando el cambio que generará ayudar para vos y para ese otro.
No te quedes, no te salves.
La diferencia se hace de a uno.
Cada uno de nosotros es un importante embajador.
No lo olvides.

Norma Echavarría
copyright
27 de mayo 2012