ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra
Mostrando entradas con la etiqueta la sobrecompensación y la exigencia. mascaras de compensación y tdah. Mostrar todas las entradas
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sábado, 27 de septiembre de 2014

Cuando la vida entra en un bote


Hoy siento que mi vida entra en un bote.

Que mas que ese espacio es un exceso.

Pienso en cuantos kilómetros he caminado en estos 55 años, y cuanto he metido en mi mochila que era innecesario.

Salvo lo que llevo conmigo, en mi interior, aquello que he aprendido y aprendo a cada paso, a cada remada.

Cuanto tiempo pasamos preocupados, angustiados, tristes o enojados al sentirnos amenazados por algo que se nos escapa?

Cuando queremos que se agrande nuestro reino, y empezamos erróneamente a buscar cosas de mayor envergadura...
Un sueldo mejor, una casa mas grande, un viaje a algún sitio deseado mas caro, otro auto,  otras propiedades, que creemos contienen la respuesta a lo que sentimos es ser felices.


Por eso es que creo que cada día voy dejando detrás mas cosas de las que me pesaban y solo me generaban angustia.

Al principio aferrada a ellas, sentía que era cual una conspiración de mala suerte....

Me resistía a perder lo que se me iba desapareciendo de las manos...

Sufría y a veces aunque reconozco que ahora menos, me vuelve la sensación de pérdida..

Suerte que cada vez estoy mas despierta.

Porque las señales de despojarme de lo innecesario eran para mostrarme el camino hacia la liberación y la calma. Lo opuesto de una desgracia...


Quiero invitarte a que inaugures tu vida de una manera mas llana, mas sencilla.

Porque Menos es Mas.

No te distraigas, que cuando llega el momento de partir, nada de lo que hayamos acopiado va con nosotros.

Ama, camina, sonríe, piensa, medita, registra, siente, ayuda, comparte, suelta.
Ama incondicionalmente. Agradece.

Tal vez estés demasiado distraído como para leer esto, pero si llegas a hacerlo, tomate un rato para hacer algo simple.

Ayer remando sola durante dos horas, lo hice consiente en cada palada de que estaba viva, despierta, sola, feliz de ese momento único e irrepetible, y la fuerza para hacerlo vino de dar Gracias a esta oportunidad de conciencia.

Se consciente que este viaje es un viaje que en algún momento cambiará de ruta, sin pedirte permiso, y se acabará el tiempo que tienes para aprender lo que has venido a llevarte.

Cada día siento que mas me sobra el espacio que tengo, será que estoy aprendiendo a soltar lo innecesario?

Ojalá así sea y haya madurado y superado esta terrible ficción que compramos como vida misma.

Mi vida, entra en un bote, y sobra sobra espacio.

Que tengan un hermoso fin de semana.

Norma Echavarría
27 de septiembre 2014


jueves, 21 de marzo de 2013

Dieciseis años de ausencia


Dieciseis años de ausencia

Historia de ficción y de realidades camufladas.
Uno de tantos impactos del TDAH en la vida de las personas sin diagnóstico. Podría ser tu historia, o la mía. Lo que se es que quisiera que no fuese la historia de nadie mas.



No encontrar las palabras, ahora no era un problema de su memoria.
Martín sabía bien claro lo que sentía, solo que el dolor que representaba mencionarlo en su mente, lo llenaba de silencio.

Había vivido peleando contra el fantasma del desequilibrio y de la visión de la falta de memoria.
Un fantasma que casi llegó a signarle su ser como si fuese él mismo.
Y para peor de los casos, le habían asignado el fantasma equivocado.
Los únicos pensamientos que continuamente le inundaban  la conciencia, eran los de sentirse ajeno a su propia vida, y en lugar de intrusiones fueron el faro que permitió que siguiera buscando la salida sin darse por vencido.

Mucho soñaba con un momento de iluminación como el que transitaba ahora. Muchas imágenes caían desde sus viejos recuerdos innominados.
Recuperar la sensación de integridad, de conexión consigo mismo, le habría resultado desconcertante.
Dejar de ver la película desde afuera, dejar de ser un observador y vivirlo como una limitación para colmo de males, era algo que no recordaba concientemente.
Su vida era lo que sucedía en una vidriera, y él co la nariz aplastada contra el vidrio parecía jamás alcanzar la suma necesaria para adquirirla.
Pero la palabra que inundaba su cuerpo en medio de tanto silencio, era vivir el disfrute.

Después de 16 años de ausencia, habitar el 100% de su ser, era el inicio del gran cambio.
El deseaba sentirse seguro de lo que sabía, su obstinada perseverancia opacó todo día soleado, pero encontrarse con el disfrute fue algo absolutamente inesperado.

Tantos años de sufrimiento le hicieron creer que la realidad estaba viviendo a oscuras.
Nunca bajó los brazos, aún cuando la idea de la liberación de la mano de la muerte coqueteaba en sus noches y sus días de calvario.
Iba a entrar a la clase, esa que le esperaba ahora con él parado al frente.
Iba a empezar ahora su vida, después de 16 años de licencia de sí mismo.


Norma Echavarría
21 de marzo 2013.




martes, 12 de junio de 2012

Cuando olvidarse puede ser bueno.

Discusiones.
Agresiones.
Críticas duras, palabras hirientes, comentarios impropios.
Míos o de otros.
Poco importa.
A veces las palabras siguen resonando en la mente, como se mantiene de alguna manera envasado el ruido del mar adentro del caracol que habita en el fondo o es traído a la costa por la marea.
Poco importa en mi caso porque también suelo olvidarme el contenido de la discusión.



Pasado un tiempo ni registro queda de ella.

Y cuando queda veo que lo que recuerdan siempre queda fuera del contexto en el que fue dicho.
Y es recordado como lo escucharon, que no es lo mismo que como lo dije.
Por eso muchas veces me adjudicaron frases que no eran de mi autoría, pero ese otro, mi interlocutor,  reconstruía un diálogo imposible de ser discutido, considerando que todo dialogo  es imposible de ser reproducido.
En ello, muchos corrieron con ventajas.
Muchos sostuvieron palabras que no eran mías.
Ante la duda callé muchas veces.
No puedo vivir entonces en el resentimiento, o el rencor.
Porque olvidar las palabras portadoras del daño, hace imposible sostener semejante emoción.
Y es bueno, y malo el olvido.
A veces debería poder al menos reproducir algún fragmento, para lograr comprender mi reacción en el instante.
Porque esa si la recuerdo luego.
Como el cráter después del impacto de un meteorito que estrella en la superficie de la tierra.

Quisiera recordar mas de lo que recuerdo, porque no quiero ser rehén de los extremos.
Todo o nada.

Para aprender y seguir este proceso de lidiar con mis emociones danzarinas.
Solo me convencí que lo que quiero si recordar es mi estado de bienestar y danzar en mi tiempo de calma.

Pero estoy mejor.
Mucho trabajo me ha dado.

No necesito recordar palabras, tan solo el registro de mis emociones.
Desconectar de las palabras del otro, eso me lo quedo, es un don maravilloso.

No quiero desconectar el proceso por el cual puedo encontrar las mías.

 ¿Que voy a decirme cuando me sienta agredida?
¿Cómo volveré a caminar aceptando al otro como es mientras sepa siempre como deseo ser yo en mi propia vida?

Y allí reside el secreto.

No siempre es tan malo entonces no recordar que nos dijeron.
Son solo palabras, y podemos hacer muchas cosas con ellas.
Tal vez estos sean los únicos olvidos con los que no luchemos.

Norma Echavarría
copyright
12/ 6 / 12


miércoles, 31 de agosto de 2011

Entre dos mundos. Mariel y la mutilación de su sonrisa. II

Mariel, creció rodeada de estimulos.
Un parque enorme, que para ella funcionaba como uno de diversiones.
Perros, gallinas, patos y hasta una oveja.
Frutales, una quinta, plantas, piñas, arboles, y muchas oportunidades de desplegar su creatividad y sus fantasias. Un padre y un abuelo que fueron excelentes modeladores de esa niña que disfrutaba mas la compañia y el juego masculino.
Jugaba a la Dra con sus animales o a la veterinaria, a la Ingeniera agrónoma o a la jardinería.
Podía diseñar como arquitecta, calcular como una ingeniera.
Patinar, correr, disfrazarse, inventar, aprendiendo de la mano de su enorme libertad habilitada por ese entonces.
Pero la naturaleza y el tiempo seguirian su curso, mostrándole que se debía despedir de la niña, haciéndole llegar limitaciones de género que no aceptaba.
Le impedian trepar los arboles zapatos de suela, medias y polleras delicadas? Eso le desperto una rebeldía que empezaría a verse pronto.
Y de la mano del cambio en su entorno, vendrian una enorme serie de cambios internos también poco explicables.
Su estudio empezo a complicarse, ella lograba entender lo que pedian, mas aún  pensaba por su cuenta, y sacaba buenas conclusiones.
El problema era registrar sus compromisos, recordar las fechas, trabajos que no podrian ya mas resolverse en una hora, y le empezaron a robar su aire libre.
Porque quería hacer muy bien las cosas, pero se sumaron demasiadas informaciones juntas.
Respirar se le torno dificil, pasaba horas sentada tratando de decidir que era primero, estudiando para la prueba equivocada, olvidando comprar algo que al dia siguiente le generaria angustia porque era necesario, sintiendo que se iba paulatinamente borrando su sonrisa. Mientras tanto, miraba añorando a través de su ventana como habia perdido la oportunidad de respirar ese tan conocido aire impregnado de pasto recien cortado.