ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

domingo, 12 de mayo de 2013

Un recreo para nuestro cerebro. Un trabajo para nuestro cuerpo.



Es tarde
Bastante para un dia movido.
Y mi registro de cansancio físico es uno de mucho placer y calma.



Porque realmente estar involucrada en una actividad deportiva, un ejercicio que es hoy uno de los momentos mas ansiados de mi agenda, me llena de serenidad y me ayuda a mantenerme focalizada.







Tener TDAH puede hacer que organizar nuestro tiempo nos   resulte engorroso.
Decir que vamos a realizar tareas que luego abandonamos, o jamas se inician, no sólo genera malestar sino una creciente sensación de fraude y engañosa desconfianza hacia nosotros mismos.

Tal vez la dificultad para salir, para movernos, esa fiaca como decimos en Argentina, que muchos adultos también tienen como pereza para iniciar acciones que desean realmente, es el primer obstáculo.


O tal vez personas con una energía enorme, pero con una dificultad para quedarse mucho tiempo en cualquier sitio, impacientes, ansiosos, que rodeados de un millón de tareas diferentes jamás puedan sostener un deporte o una actividad física con compromiso.




Llegar tarde, correr de un sitio a otro, puede que haga que usemos mas el automóvil para trasladarnos que nuestros lindos pies.
Y ya ni siquiera andamos unas pocas cuadras al día.
Encerrados, detrás o delante de monitores de un ordenador, sentados mientras trabajamos con nuestras laptops, o tal vez tirados frente a un televisor, o jugando videojuegos la vida sedentaria va ganando cada vez mas terreno.



Y el deporte que nuestros hijos juegan es el de mover teclas para que las piernas de esos jugadores de la pantalla hagan goles... Y es la Playstation que transpira por ellos.

Sabemos hoy en enorme beneficio que genera el ejercicio físico a nuestro cerebro. 
No sólo incrementa el flujo sanguíneo, sino la liberación de el BDNF que es el factor de crecimiento neuronal.


Las endorfinas, que son los opiáceos naturales, que todos tenemos, son liberadas en enormes cantidades mientras hacemos ejercicio.
No en vano mi sensación de calma, de ese placer enorme que me invade cada vez que tomo las palas y salgo a remar al río.
Me llevó casi un año armar la agenda, elegir el espacio, liberar horarios, modificar rutinas.


Me costó muchísimo tomar la decisión de hacer otro gasto, otra cuota sumada a tantas otras.
Pero como dije en otra parte, eso no fue un gasto sino una inversión, y una increíblemente buena.

Y actualmente puedo fluir en el río tres veces en la semana, cosa que es maravillosa. Mas cuando me acompaña el aire libre, el ruido del agua, y los pájaros, brindándole una escenografía de calma natural al ejercicio que hago.

Solo tenemos un cuerpo, solo un cerebro, solo una vida.
Dependerá de cada uno de nosotros el cultivar como queremos vivirla.
Ayudemos a que nuestros hijos incorporen también el ejercicio.
No sea cosa que crezcan pensando que sus músculos podrán sostenerlos si no los ejercitan.


Los deportes de equipo, por otra parte ayudan a fortalecer nuestros valores, la camaradería, la cooperación, las estrategias en las que todos perseguimos un fin común y colaboramos en ello.
Los deportes individuales, ejercitan nuestro cuerpo y la disciplina de comprometernos con aquello que decidimos elegir para nuestro bienestar.
Sin movernos, nuestro cerebro sufrirá también del estrés crónico de la vida apurada y sobreinvolucrada que muchos sujetos con TDAH construimos.



Ejercitemos la idea de comprometernos en algo que ponga nuestros motores físicos en marcha.
Desde mi experiencia, y la de varios especialistas en Salud Mental, el incorporar el ejercicio al tratamiento del TDAH es una parte esencial del mismo.
Si todos los días te aseguras al menos una caminata de 30 minutos, ya habrás empezado el proceso de cambio.
Anímate, ponte un par de zapatillas, y elige en que escenario debutarás saliéndote de la pasividad contemplativa.


No mas excusas, no mas engaños. Todos podemos encontrar algo para hacer a diario.
Desde la caminata en tu barrio, hasta la mas desafiante escalada.

Tu cerebro...
Agradecido.

Dra. Norma Echavarria

miércoles, 1 de mayo de 2013

Retornar a una base segura

Llegar a la base segura, no es parte de un partido de béisbol.
Pocas cosas dan la seguridad que otorga el sentir que podemos reconquistar las bases de la seguridad y la calma.

John Bowlby, un psiquiatra inglés, elaboró la teoría del apego desde la observación de como otros animales influenciaban a sus crías en la primera etapa de sus vidas. Pero mi sensación es que fue su propia experiencia de sufrimiento en la infancia la que inpiró claramente su trabajo científico.

Nada mas claro para entender lo importante de sentirnos seguros.
Y sentirse seguros, viene de sentirse amados incondicionalmente.
Como somos, con defectos y virtudes.

Crecer con TDAH a muchos nos deja una sensibilidad extrema.
Muchas quejas, críticas, muchos mas castigos y penitencias, mas malas notas y reprobados sin sentido.


Cuantos de nosotros pasamos por el calvario de sentirnos el patito feo?
El recuerdo de la inestabilidad casi como si hubiésemos crecido sobre arenas movedizas.

Y el constante sabor de la inestabilidad emocional que le agrega otro tanto de condimento a cada recorrido.
De golpe se nos cae el techo en la cabeza, por una desilusión o un silencio.
Lo mismo que de repente sentimos que somos nominados a un Oscar, y saltamos en una pata sin posibilidad de freno.

Tejer lazos firmes, y a la vez flexibles no es nada fácil.
Pues implica la responsabilidad del afecto sin desarrollar dependencia.
Por eso quisiera aclarar que este espacio es uno para tejer entre todos.

Adonde podemos volcarnos en busca de una palabra de aliento, de compañia, de entendimiento.
Abrazos virtuales para momentos de angustia, de soledad, de desánimo.

 De esto se trata el círculo de manos adedianas, como me gusta llamar a la población elegida para expresión de estos genes inoportunos e intrusos.

Por eso cuando llegues al blog recuerda, este espacio es un espacio que desea alojarnos a todos. Tal como somos, sin máscaras ni mentiras. Así como eres, como soy y deseo seguir siendo.
Simplemente yo misma.
Simplemente tú.
Simplemente nosotros.
Tejiendo nuestra trama del reencuentro con quienes deseamos ser de aquí en mas, a puro diseño personal.

Que así sea.
Norma Echavarria





viernes, 26 de abril de 2013

El rol de las emociones en el Diagnóstico y Tratamiento del TDAH


El Deficit de Atención e Hiperactividad  es un problema del neurodesarrollo.
Bastante ya tenemos con esto y con el intento de incluirlo entre las posibilidades de diagnóstico en profesionales de la salud, y de la educación.

Pero mi observación, ya dedicada a este tema desde hace varios años, es la persistencia de un enfoque que sólo es responsable de que mas y mas sujetos sigan sin ser diagnosticados.
Se buscan distraídos que corran y trepen entre adultos.
Se sigue pensando en problemas de atención que muestren adultos en la luna...cuando muchos compensan obsesivamente.
Se sigue midiendo la impulsividad en las acciones, o en los fracasos escolares o laborales por la falta de logros académicos, mientras muchos terminan carreras universitarias con menciones y honores, algunos dedicando su vida entera al proceso del aprendizaje

Así seguiremos pasando por alto a muchísimos adultos.

Porque tanto el DSM IV TR manual de diagnóstico de salud mental como las escalas de evaluación clásicas ignoran que las emociones tambíen están involucradas en el TDAH.
Si, las emociones.
No sólo porque aparezcan cuadros depresivos a consecuencia de un fracaso predecible, o de la ansiedad que genera el exponerse a un examen, o una tarea, o a un grupo de personas desconocidas con las que hay que interactuar, o al temor recurrente de pensar que se van a olvidar algo.

Hablo de la Impulsividad emocional que se traduce en hostilidad, enojo, ira, agresión, intolerancia o impaciencia.
De esa que como en los niños muchos adultos despliegan en un acto de violenta respuesta a algún hecho. Un estallido, un exabrupto donde las emociones crudas sin filtro de ninguna función inhibitoria se expresa destruyendo lo que haya a su paso.

No pudiendo reprimir o suprimir la respuesta emocional inadecuada, expresan la emoción disfuncionalmente.
 Interpretaciones distorsionadas, malentendidos, autoreferenciales, dificultad para ordenar los argumentos que expresados correctamente podrían tomar categoría de pruebas legítimas en sus defensas.
Ataques de furia, enojos salvajes, insultos, o simplemente ira concentrada en un momento.
En las parejas, en el trabajo, en la calle. No importa donde, con quien, cuando ni para que. Solo sale.

Y sobreviene el rechazo social, el despido, el divorcio, las crisis, el aislamiento, mucho antes que esa misma persona pueda darse cuenta, o arrepentirse. O el temor, el miedo que los que te rodean tienen a tus caras, gestos o exabruptos. Y eligen a otros que no les dañen.
Matar un mosquito con un misil,  otra forma aparentemente de lidiar con lo que les impacta emocionalmente.


Todos tenemos emociones.
Las emociones son cambios en nuestra intención que surgen para ayudarnos a corregir el rumbo de aquello que estamos haciendo. Y todos las tenemos. Para acercarnos a lo que nos beneficia, o alejarnos de lo que podría perjudicarnos.
Pero debemos aprender a regularlas.
Porque si bien algunas personas pueden tener una expresión exagerada de las emociones primarias, es la disregulación que la corteza prefrontal tiene que llevar a cabo, la que falla en la medida necesaria, o en el timing indicado.
No lo olviden, porque muchos adultos serán erróneamente tratados.
Como Trastorno Bipolar, como Trastorno Obsesivo, como Ansiedad Social, o como T Personalidad, entre otros.
Muchos solamente necesitan ser adecuadamente diagnosticados.
La sociedad, los demás perdonarán fácilmente tus olvidos, o tu postergación en una tarea.
Pero será mucho mas difícil que perdonen una crisis de ira, en la que cual como un tractor o un tanque de guerra tu enojo arrasó con todo lo que encontró a su paso.

No dejes de leer, no olvides que si recibes un diagnóstico de TDAH las emociones serán parte del paquete.
Las investigaciones así lo dicen, solo que falta que sean incluidas entre los criterios diagnósticos y en la mente de quienes escuchan a estos sujetos.

Para pensarlo, no?

Norma Echavarria
medica psiquiatra



miércoles, 3 de abril de 2013

Correntada

Atrapados en la corriente


Me preguntaba ayer, como es posible seguir de pie mientras el viento  golpea duro, no creo que seamos fuertes como un roble, mas bien creo que logramos de tanto esfuerzo cotidiano crecer como cañas de bambú que resisten las ráfagas de vientos huracanados, mientras son latigadas 180 grados caprichosamente.

La sensación me es conocida, es como quedar atrapada en la corriente.
Esa corriente que surge de abrir una segunda puerta sin ocuparse de cerrar bien la anterior es la que mas me impacta.
Y aplica para un trabajo, para una pareja, para un proyecto, para una idea, para lo que se les ocurra.

No tengo ninguna duda del increíble valor de saber atravesar tornados sin quebrarse, muchos robles literalmente se parten al medio cuando el viento sopla fuerte.
Necesitamos sin embargo poner mucha atención a nuestro estilo, una cosa por vez.
Estar literalmente presentes, concientes de lo que hacemos, sentimos, pensamos, y deseamos.
No dejes que la corriente te envuelva. No olvides cerrar una puerta antes de abrir la otra.

Norma Echavarria
3 de abril 2013

jueves, 21 de marzo de 2013

Dieciseis años de ausencia


Dieciseis años de ausencia

Historia de ficción y de realidades camufladas.
Uno de tantos impactos del TDAH en la vida de las personas sin diagnóstico. Podría ser tu historia, o la mía. Lo que se es que quisiera que no fuese la historia de nadie mas.



No encontrar las palabras, ahora no era un problema de su memoria.
Martín sabía bien claro lo que sentía, solo que el dolor que representaba mencionarlo en su mente, lo llenaba de silencio.

Había vivido peleando contra el fantasma del desequilibrio y de la visión de la falta de memoria.
Un fantasma que casi llegó a signarle su ser como si fuese él mismo.
Y para peor de los casos, le habían asignado el fantasma equivocado.
Los únicos pensamientos que continuamente le inundaban  la conciencia, eran los de sentirse ajeno a su propia vida, y en lugar de intrusiones fueron el faro que permitió que siguiera buscando la salida sin darse por vencido.

Mucho soñaba con un momento de iluminación como el que transitaba ahora. Muchas imágenes caían desde sus viejos recuerdos innominados.
Recuperar la sensación de integridad, de conexión consigo mismo, le habría resultado desconcertante.
Dejar de ver la película desde afuera, dejar de ser un observador y vivirlo como una limitación para colmo de males, era algo que no recordaba concientemente.
Su vida era lo que sucedía en una vidriera, y él co la nariz aplastada contra el vidrio parecía jamás alcanzar la suma necesaria para adquirirla.
Pero la palabra que inundaba su cuerpo en medio de tanto silencio, era vivir el disfrute.

Después de 16 años de ausencia, habitar el 100% de su ser, era el inicio del gran cambio.
El deseaba sentirse seguro de lo que sabía, su obstinada perseverancia opacó todo día soleado, pero encontrarse con el disfrute fue algo absolutamente inesperado.

Tantos años de sufrimiento le hicieron creer que la realidad estaba viviendo a oscuras.
Nunca bajó los brazos, aún cuando la idea de la liberación de la mano de la muerte coqueteaba en sus noches y sus días de calvario.
Iba a entrar a la clase, esa que le esperaba ahora con él parado al frente.
Iba a empezar ahora su vida, después de 16 años de licencia de sí mismo.


Norma Echavarría
21 de marzo 2013.