ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

miércoles, 28 de agosto de 2013

Quien yo? para nada..

Crecer, cumpliendo ineludiblemente años, no implica madurar. Menos aún si una persona presenta Deficit de Atención e Hiperactividad.

Hace un par de años, escribí unas líneas bajo el titulo de "Confianza".
Y hablaba de la importancia del compromiso, como generador de un ser que inspira confianza.
 Y como, la confianza es ingrediente fundamental en la construcción de nuestros vínculos. en todo sentido y rol.

Hoy releerlo me llevó cinco minutos, y el pensar como revertir estas conductas sigue encendido desde entonces.
Porque sigue haciéndome ruido.
 Aparece entremezclado,sin embargo, con el fantasma amenazador del cansancio, del agotamiento.

De los que me relatan su devenir, asociado al mío, de participar del recorrido.
 Y pienso, que es lo que nos está haciendo falta...

 Un trabajo que bien digo muchas veces está rodeado de conductas que los mismos pacientes desearían cambiar, que son las conductas que hacen a su identidad pública, a su imagen de adulto responsable son las que rodean mis días de trabajo.

 Faltan, se ausentan sin aviso, se olvidan las citas, olvidan su compromiso de trabajar un tema y generan infinitas crisis que no hacen mas que dispersar el foco, se excusan, mienten, no se hacen cargo de las obligaciones, como los honorarios, o los acuerdos pactados.

Se sobreinvolucran al mejorar algo, tanto que se alejan de sus tratamientos convencidos de haber logrado superar el problema que los trajo.

Reacciones en donde la posibilidad del autoregistro sigue comprometida, los llevan a preguntarse.. quien yo?
Frente a cualquier reclamo.
Frente a cualquier consecuencia. Y parten, se esconden, huyen, niegan, se apartan del camino del cambio. Creo yo que muertos de miedo, llenos de desconfianza en su capacidad de hacerles frente.

Y se reciclan las dificultades, cuando la vida pasa a ser una serie de crisis inconexas pero consecutivas. Y luego regresan, y vuelven a partir, y vuelven a regresar, cada vez mas dañados internamente.

Y entiendo entonces que su derrotero sea el de ir de un profesional a otro, entrando y saliendo de consultas, sin terminar lo que inician, probablemente convencidos cada vez de poder solos. Son arrastrados por la ausencia de registro, por la impulsividad, por el desgano y la desilusión crónicamente presentes.
Y así es como la rueda sigue girando, aún para quien sabe que puede ser desactivada.

Pero hace falta tiempo, y mucha paciencia, y mucho cariño, compasion y empatía por su sufrimiento.

 Y pienso, cuantas veces mas deberán recorrer las consultas buscando mejorar sus síntomas, si los mismos se encargan de auto perpetuar sus crisis?
Espero que mi motivación, que se que es mucha, me alcance. Porque hace falta que alguien les abra la puerta cuando regresan.






Norma Echavarria
29/8/2013

domingo, 28 de julio de 2013

Bienvenida!

 Bienvenidos los que siguen el blog desde Bahamas!!!!








Bienvenidos en Italia!!!!!

Irónica Libertad


Irónica Libertad

Pensaba en la imagen que muchas personas con TDAH pueden dar al resto del mundo.
Una frescura de libertad y cambio constante.

El hacer viajes, o cambiar de trabajos, las múltiples mudanzas, los diferentes países ciudades, muchas y diferentes actividades  inconexas, algunas divertidas o inusuales, cautivadoras de la atención de quien observa con desconcierto.









Incursiones en diferentes áreas de estudio, del arte,o los idiomas, las manualidades, los oficios, los deportes,o la participación en prácticas religiosas, o actividades políticas con gran compromiso que de repente caen en el ateismo o el desinterés cívico.

Tal vez porque no, ser adultos y no trabajar, y dependiendo de algún otro que lo 
haga.
Flotar en la adolescencia eternizada, la dolce vita, carente de la responsabilidad cotidiana del adulto.


A veces el emitir opiniones, hacer planteos frontales, asociarse, y romper sociedades. 


Casarse, divorciarse, volverse a casar, tener hijos.
Hacerse de muchos amigos, y luego dejarlos de ver, de llamar, e iniciar nuevas relaciones.



Comprar casas, autos, alquilar negocios o viviendas, invertir dinero en proyectos, iniciar emprendimientos en diferentes áreas, y muchas mas muestras de acciones de cambios.





Para los muchos que disponen de un tiempo 
para tomar decisiones, para los que pueden evaluar y detenerse a elegir, éstos movimientos, parecerían surgidos del seno de seres envidiablemente libres.

Y pensaba, cuanta ironía, no?



Presos de impulsos, de cambios de humor, de baja tolerancia a la frustración o a la inversa víctimas del entusiasmo súbito que nos atrapa, cambiamos de rumbo sin pensarlo.





Por eso, puede que estas conductas se parezcan a las de seres con enorme libertad, pero realmente son producto de vivir atrapados por la desmotivación, o el apasionamiento , por el enamoramiento sorpresivo, o la desilusión repentina.











Tanto cambio interno es responsable de tanto giros inesperados, bruscos, impensados para los que nos acompañan, y por que no para nosotros mismos.

Somos libres de elegir, cuando no podemos realmente atravesar concientemente el proceso de la evaluación necesaria para realizar un cambio?


viernes, 19 de julio de 2013

Esperas esperadas


Hoy llegaba a la sala de espera como otras tantas veces.
Pero esta era diferente.
Había manejado hasta el consultorio.
Y hoy lo había hecho en su propio auto, y había esperado ansioso que llegase el momento, porque le gustaban sus encuentros ahora. Realmente sentía que servían y mucho.
Bastaba hacer algo de memoria, cosa que podía mas fácilmente, para ver miles de escenas que le recordaban tantas otras salas de espera en su archivo de registros.
Y en ninguna encontró sonrisas. En ninguna ganas de entrar, mas bien, excusas para faltar, o simplemente poner el cuerpo mientras su mente decidía no escuchar nada.
Aparecía la imagen de su madre siendo pequeño, que prácticamente a los tirones lo arrastraba para que entrase al consultorio de la psicopedagogía, o la psicóloga, o la pediatra, o también por que no a la dirección del colegio, cuya sala de espera conocía porque era visitante frecuente.

Y detestaba que el colegio ocupara todas las horas que él vivía cual encierro forzoso en esa escuela, sumadas las horas en los consultorios de algún terapeuta, que solo terminaban en enero.
 Salvo en el secundario, cuando la familia entera decidió abandonar la casa de veraneo, y quedarse custodiando su asistencia a media docena de profesores especiales.
Se generó una historia de culpabilidad frente a todo el resto, pero así lo dispusieron sus padres. El se acostumbró al estigma de chico problema.

El sintió siempre el ir a los consultorios como un castigo, a pesar de que todas, casi todas eran mujeres jóvenes. Creían seguramente que poner dibujitos y juguetes a él le iba a generar mayor atractivo.
Seguía sintiendo la misma opresión en el pecho que entonces, solo de recordar tanto sufrimiento.
Y solo recordar cuando la terapeuta quería tomarlo del brazo, le generaba espanto...esas manos lo persiguieron por años, dedos acusadores, sopapos del padre, apretones para traerlo de donde hubiese elegido esconderse...

Rabietas, enojo, furia, que en verdad escondían su enorme vergüenza y angustia.
Siempre marcando una diferencia.
La peor nota, todas las amonestaciones posibles le venían a su reporte.
Seguida por horas sentado en la mesa de la cocina, con la madre policía y comandante en jefe de la tarea, y su padre que llegaba cual Brigadier del Estado Mayor Conjunto, y bajaba castigos de su portafolios.
Y entonces, todo se tornaba predecible, mas reuniones, mas enojo del padre, mas llanto de la madre, mas sesiones con una terapeuta nueva, u otra
psicopedagoga que le ayude en su tarea. Y discursos, de pone ganas, no ves que entendes cuando te explican, no seas vago, prestá atención como cuando miras el partido...

Cambios de colegios, nuevos chicos, que sin saber por que razón de potenciales amigos pasaban a rechazarlo, o a burlarse de su comportamiento. Y obviamente no podía salir, porque debía tareas, o tenía que pasar tiempo con una "psi" algo, o ya nadie quería invitarlo.

martes, 25 de junio de 2013