HISTORIAS CON PARECIDOS

miércoles, 13 de julio de 2016

Un mensaje solo para adultos




En las últimas semanas me tocó ser testigo, de algunas situaciones trascendentalmente conflictivas, a veces invitada gracias a la honestidad de los mismos padres y otras solo por estar demasiado cerca.
Cuando estos “ incendios” son iniciados, o alimentados a diario, por los mismos adultos que les dieron la vida, o quienes eligieron como trabajo el ser educadores, me pregunto si hay alguna patología epidémica que esté siendo responsable de tanta crueldad y tanta crisis.

¿Por que razón, si dentro de nuestros hogares, o aulas es donde nuestros niños y adolescentes nacen, sin ellos elegirlo y se supone debieran crecer y aprender, rodeados de amor incondicional, con la protección y las garantías que sólo adultos responsables podríamos otorgar, porqué razón es que reciben un mensaje contradictorio, o a veces hasta amenazador de parte de los grandes?

¿Mi pregunta es adonde es que nuestra sociedad se llevó a los adultos a cargo?

¿Adonde quedaron los hombres y mujeres capaces de amar, ceder, cuidar, renunciar, aprender de sus errores, sacrificarse, o comprometerse con la tarea de ser padres, o docentes ?
Adonde están los adultos que deben ocupar sus cargos? ¿Tanto cuando la vida les de cachetazos como premios?

La diversidad no implica esenciales diferencias.
Algunos porque no tienen trabajo, otros porque viven de rentas, a algunos no les alcanza el dinero, mientras otros porque tienen tanto, es que no trabajan, unos porque perdieron a un ser querido, otros que ganaron un ascenso, unos porque se mudaron 7 veces, otros porque viven junto a los abuelos… T
odas las circunstancias en la vida pasan, pero no somos víctimas si no queremos serlo.
Somos protagonistas…
El problema es que muchas veces estos niños son víctimas de las irresponsabilidades de quienes deben cuidarlos.
Si tenemos hijos, o somos docentes, estamos obligados a no dañarlos, pase lo que pase.