HISTORIAS CON PARECIDOS

miércoles, 19 de junio de 2019

Reciclado color naranja



Reciclar nuestros compromisos

Escuchamos cada vez mas seguido hablar del medio ambiente, del impacto que generamos en él los seres humanos al accionar sin hacernos realmente cargo.
En ese contexto la palabra reciclar, invita a que prácticamente todo lo que usamos o descartamos pueda tornarse algo útil, cuando termina su ciclo.
A mí me gusta pensar en una vida responsable.

Siempre viví consciente de la inevitable transformación a la que estamos expuestos, como seres vivos. Algo así como una cadena de efectos que nos atraviesan, donde todo lo que sucede en nuestro alrededor nos desafía a cambiar el status quo.
Podemos ser víctimas o protagonistas. Yo elijo la segunda opción.
Hoy es uno de esos momentos en mi vida en que lo que realmente deseo es generar un cambio de adentro hacia afuera.
Abrir las puertas, derribar muros, tender puentes, saltar obstáculos.
En épocas de crisis, sentimos cómo todos los recursos escasean, aún cuando a tí no te haya tocado directamente. Cuidarlos es el principio de un cambio.
Compartir lo que llevamos de carga entre todos nos puede hacer el viaje mucho mas sencillo.
Nos toca en la vida una mano de cartas que no elegimos, aunque sí podemos decidir qué vamos a hacer con ellas.
A mí me tocó tener TDAH, y la fortaleza de una familia que se sacrificó y me sostuvo aún sin saber qué sucedía.

Hoy en un país como la Argentina, muchas familias están sufriendo la falta de trabajo genuino, la licuación de sus salarios y el cansancio por sabernos hundidos en una nueva crisis a veces  puede tentarte a bajar los brazos.

Vivir con TDAH puede sentirse como caminar en la ruedita de un Hámster.
Acceder a un diagnóstico y un tratamiento, se torna un privilegio de pocos.

El estrés, la incertidumbre, los miedos, empeoran el panorama de quienes como padres tenemos que garantizar estabilidad a nuestros hijos.

Tener TDAH es muy costoso. Lo es en todos los aspectos.
Mas allá de los olvidos, la torpeza, los obstáculos que ésta condición impone a los que desean progresar en el estudio, las opciones disponibles para nosotros, son a veces inaccesibles.

Nos gana el cansancio, la frustración, la angustia, generada por una involuntaria repetición de malas decisiones, y un accionar errático.
Acceder a un diagnóstico puede que para muchos sea la primer barrera. Ni hablar entonces del derecho a un tratamiento, a comprar una medicación muy costosa.

Si entre todos los que pudimos acceder ayudamos al resto, unimos nuestras voces, estoy casi convencida que marcaremos una enorme diferencia.

Si querés sumarte, podés hacerlo.
Será una cruzada de todos.
La inclusión implica un compromiso serio.

Reciclarse energiza, da esperanza, y nos devuelve el sentido de hermandad perdido.
Tenemos una causa muy noble a la que podés sumarte.

3 de Noviembre, donde estés vos y tu gente, remontar un barrilete, una cometa naranja en nombre del TDAH sería una buena forma de estar presente.

Si estás en Buenos Aires, frente al Garrahan, si estás mas lejos, en la plaza donde tus niños juegan.
Involucrarse sin banderas políticas, sin diferencias, con la convicción de que es posible, a mí al menos me recicla energéticamente.
Buscá en las redes sociales. @unidasporeltdah, @familiasleonastdah. Alli encontrarás mas información para sumarte.

Si cada uno de nosotros, se torna protagonista, miles de familias en todo el país y el mundo, tendrán visibilidad y derechos.

Reciclarse energiza.
Te espero con un barrilete naranja.


Norma Echavarría.
MN 71690
Médica Psiquiatra