ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

viernes, 27 de julio de 2018

Reflexiones fuera de época

Quiero compartir con todos Uds. mis reflexiones que fueron la despedida para el menor de mi clan, al finalizar el ciclo secundario.
Lo comparto porque me encontré con alguien que como ellos compartió mucho de ese recorrido y aún hoy lucha por sacarse en enorme sombrero que años de estigma negativo le generó.
No dejemos que nuestros hijos, ni ningún niño o adolescente crea el mensaje de que NO sirven, NO pueden, NO son lo suficientemente buenos.
Hoy volví a sentir la misma impotencia con la que a diario debo lidiar frente al sufrimiento de muchos en su camino por las aulas.
Gracias a nuestras voces, espero algún día este sistema educativo cambie.


Ceremonia de Graduación.
Fin de un ciclo.

2 de Diciembre 2017


Este momento está y estará inscripto en mi vida en forma indeleble.
Billy, es el menor de mis cinco hijos y hoy egresa y nuestra familia lo hace con él, aunque mi corazón se quedará aquí por siempre.
Fueron 23 años de nuestra vida, mas de mil millones de momentos compartidos en estos patios. Lágrimas y risas.
Un combo super completo.
Estas deben ser de las palabras mas difíciles que me han tocado decir.
Mas difícil que disertar en el Senado de la Nación el martes pasado.
Decidí sentarme varias tardes a registrar en mi memoria estos años para escribir,
pero no aparecía nada.
Decidí abrir la conexión a mi alma, sentir conscientemente y allí no hubo obstáculos para hacerlo.
Estar presente en la vida, es la manera de vivir que elegí hace tiempo.
Quiero hablarles desde ese lugar esta tarde.


A Uds. y a quienes les acompañaron todos sus años de escuela.


Siento como madre, un enorme orgullo de haber podido acompañarlos, y haber respetado la
esencia que cada uno de mis hijos fue moldeando en el transcurso de ese camino.


Todos pasaron por estas aulas, tres lo hicieron desde jardín hasta graduarse.
Son muchas millas de un colegio inglés para una familia con varios DESATENTOS E HIPERACTIVOS..
mucho esfuerzo si tenemos en cuenta que no podían pisar el césped.


Hoy los miro a todos, y veo en Uds. la vida misma.


Creo que corresponde hacer un balance.


No me refiero exactamente a mirar el gasto enorme que implican 23 años de cuotas escolares
muy muy interesantes...
Me refiero a la inversión que significó  elegir este espacio para nuestros hijos.
Eso fue lo que hicimos, una INVERSIÓN a largo plazo.
Cada uno se llevó algo diferente.
En mi caso cinco historias fueron marcadas tras el paso por este colegio, junto a la mía.


Los maestros, los profesores deben saber la enorme influencia que generan en las vidas de cada
alumno.


Mis hijos, tuvieron grandes maestros.
Para ellos va en particular mi enorme gratitud y reconocimiento.


Hubieron quienes les ayudaron a ver, aquello que no deseaban ser o hacer cuando fueran grandes,
otros despertaron sus talentos, ayudándoles a creer en sí mismos.
Pero todos, todos, fueron muy importantes como modelos.


El contenido académico es para mí lo menos trascendente, eso se busca en los libros.
Fueron las formas, los estilos, la capacidad que tuvieron para despertar o anular su motivación lo que
quedó registrada en ellos.  
En el proceso de desarrollo de niños y jóvenes, ser conscientes de cómo podemos condicionar
sus destinos, es una realidad que algunos no tienen presente.
Es  para mí la interacción humana y la mirada de quien los acompañe lo que no viene en un tutorial,
ni en un texto. La mirada, las palabras, la confianza que traslademos a un niño, serán las que luego
crecerán en su interior.
En mi balance quisiera compartirles porque creo que este es la parte mas importante de todo
el tiempo del colegio.


Entre el laboratorio de biología y  química de la mano de Mrs Primrose fue la fascinación en los
experimentos, lo que ayudó a Juli a definir por la Medicina, mucho mas que mi profesión de médica.
Apostó a la UBA muy segura de que podría.
Ahora trabaja en el Westchester Hospital, algo lejos para sumarse al Choral, pero lleva inscripto en su
corazón ese espacio, sigue cantando.


Andrés, con Mariella Blanco y Verónica Mandiá, en el escenario, reencontró a su verdadero ser en el
teatro y en la música. Ahora escribiendo y dirigiendo sus propias obras recibe el reconocimiento que le
faltó en las clases.
Trabaja duro para sostener sus ideales, pero es tan perseverante como su abuelo.
El Teatro ayudó a  unir los pedazos que se fueron rompiendo acá mismo, cada día de clases.
Encontró y se llevó lo que amaba pero también pudo dejar lo que no quería.
Lo admiro mucho por ello.

Hoy  trabajo para que niños y adolescentes con TDAH vayan al colegio creyendo que podrán
aprender y hacer amigos. Muchos maestros y profesores aún ignoran cómo manejar sus diferencias,
y les ayudan a convencerse de que no pueden.
Sin tener ningún problema en su capacidad intelectual muchos salen de las aulas, con la completa
certeza de lo contrario.
Es mi compromiso y mi  motivación creer en un cambio, y crearlo mientras siga viva.


Larita, mantiene un gran grupo con sus mejores amigas, aunque varias están desparramadas por
el mundo, hoy disfruta su violoncello, que volvió a sacar del estuche. Amó la orquesta con Roberto
pero mas sus clases de arte, el amor por el diseño y su talento la llevaron muy relajadamente a
egresar como arquitecta en la UBA. La profesora Laura Cicero ayudó bastante al menos le hizo s
entir que matemáticas no era una barrera.


En el caso de Luli, (mas contemporánea a todos Uds) todo el departamento de música,
Diego, Maxi, Roberto, le ayudaron a descubrir su voz, su talento en la flauta, y a mejorar su autoestima.
El departamento de música la ayudó a lograr la armonía que necesitaba.
Llegó a ser Music Captain muy merecidamente, hace 3 años.
Fue de la mano del Profesor Balza y de Mariana Sartoris que encontró donde era realmente el lugar
para hacer escuchar su voz.
Fue cuando sintió que podía, cuando confió en ella.
Hoy estudiante de Relaciones Internacionales, sigue cantando y tocando su flauta, porque aprendió
a sentirse feliz al hacerlo, pero sueña con ser parte de las Naciones Unidas.


Billy nos dió tantas sorpresas que no nos dio tiempo de procesarlas, siempre fue el de perfil mas bajo,
siempre.
Se convirtió en el moño para cerrar este ciclo enorgulleciendo a todos como House Captain, y como
gran persona. Tranquilo fue resolviendo todos sus problemas, consolidando su temple.
Su cambio, empezó con el deporte náutico del padre, siguió con su compromiso por la música de la
mano de Beto, su gran maestro, ahorró para su batería, y las clases en su propio sótano  le ayudaron
a sentirse seguro, capaz de conseguir sus objetivos.
Fue después en una de las clases de física de la mano de Federico,  que definió su camino, sumado a tener que dar matemáticas...la única materia que se llevó a Diciembre.
Ambas situaciones consolidaron su deseo de ser Ingeniero.
Un ejemplo de cómo encontrar una oportunidad en una crisis.
Una sorpresa y una emotiva conexión con la historia.
El primer Ingeniero en la familia, mi abuelo egresó en la UBA en 1914.


Perdón pero cinco hijos hoy ya todos ex alumnos, merecían un espacio.


Mi absoluta reverencia hacia lo mejor que tiene para mí este colegio, su departamento de música.
Su gente, su pedagogía y el espacio con mejor criterio y donde los chicos desean ir, sin que nadie
les obligue. Todos brillan, todos sonríen y todos se divierten. Los resultados están a la vista, logran
excelencia proponiendoles amar lo que hacen.
Tendría que volver a existir el departamento de drama, porque ambos tienen en el aprendizaje y
en el desarrollo integral de un niño, el mas trascendente de los lugares.


Gracias a Uds. mis hijos son muy felices.


Me alegra estar hoy hablándoles acá y no en la ceremonia del miércoles,
entrega de medallas, libros, honores.

No soy afecta a los premios, como tampoco lo soy a los castigos.


Creo que cada situación debe ser seguida por una consecuencia natural.
Y de ello, surge el verdadero aprendizaje, no de una recompensa.

Creo que las reglas rígidas sirven solo para generar obediencia, y no ayudan a desarrollar
una posición madura, por ello la educación de mis hijos fue muy libre, tanto como para no condicionar
sus elecciones.
Muchas veces sentí no encajar muy fácil en este entorno, tenemos todos una mirada
mucho mas abierta, pero agradezco el habernos quedado, porque sumamos muchas cosas
buenas en este tiempo.
El pasaje por el colegio nos veces deja mensajes condicionantes a todos.

Me gustaría que Uds. hoy se animen a dudar de ellos.


Quien tuvo muy buen promedio, cree tener todo claro, pero no está listo para fallar en la Universidad.
Desarrollaron una confianza adherida a una nota, confianza que no creció de adentro, que no está
lista para un 4.
No se desanimen, solo es cuestión de aprendizaje.
Más si eligen la Universidad Pública, donde no hay clemencia ni clientelismo.
Me preocupan los que crean que por no haber tenido premios, o notas altas no pueden apostar a
algo grande.
Esos que se fueron quedando coleccionando materias, los que arañando aprobaron,
los tímidos cuyas voces quedaron calladas, pero son pequeños diamantes en bruto.
Los jóvenes no fracasan solos,  rara vez se cuestiona quién les enseña.
A veces medimos y calificamos resultados que sesgan.
El éxito no es lineal.
Animense a llegar todo lo lejos que quieran, ninguna nota debe ser una barrera, ni un certificado
de capacidad tampoco.


En ambos extremos se pierde.


Los invito a despojarse hoy de todo estigma.
Ni Steve Jobs hizo una carrera Universitaria, Ni Frank Lloyd Wright fue arquitecto.


Hay muchos universitarios detrás de un escritorio llenando planillas, y con un título dentro
del placard y eso, en la vida cotidiana es algo que me lleva a pensar en cómo seguimos educando.


Todos Uds. pueden.
Todos.

martes, 10 de julio de 2018

Melodías Dispersas en el horno



Contar anécdotas de olvidos, teniendo TDAH, en alguna reunión puede resultar gracioso.
Vivir con TDAH es algo mas complejo que vivir esos relatos en forma dispersa.
Es como ir en bicicleta por un camino de cornisa, diría.
A veces las bajadas son divertidas y cero esfuerzo, pero con riesgo de desbarrancar en una simple maniobra.
A veces, diría la mayor parte el camino es de subida, con piedras y pozos poco amigables.

Incontables fueron las oportunidades en que recibí ayuda de mis padres.
Ambos. Cada uno a su manera. Y siguen haciéndose presentes.
Aprendí a cocinar con Renée, a tejer, a coser disfraces, a pintar, a decorar tortas, y a encargarme de cada decoración de cumpleaños. Y tuve muchos cumpleaños a mi cargo. No por obligación pura elección propia. Aprendí a cuidar de mi familia, y velar por ellos siempre. Ella fue quien nos compró nuestros primeros libros. La colección Iridium de novelas: Mujercitas, Señoritas, Lassie y Priscilla, Jane Eyre, y eran devorados de un saque. Mi imaginación y mi ansiedad por saber el final podían mas que mi dispersión.

Aprendí a estudiar de la mano de Abel, y con su entusiasmo aún hoy muchos pacientes míos, mas allá de mis hijos siguen heredando a traves mío ahora, su método. Aprendí a divertirme en el pizarrón que él instalase. Me gustaba saber, y era divertido hacerlo a su lado.
Aprendí a pasar cables, a cambiar enchufes, a pintar y a reparar todo lo que puede romperse en una casa, hasta le ayudé a reparar el techo de nuestra antiguo chalet de tejas cuando solo tenía 11 años.
Lentamente fui sumando habilidades que me hacían sentir mas poderosa frente a las adversidades.

En muy poco tiempo, mi libro será un hecho.
Melodías Dispersas está ya en manos de la Editorial Bubok, la que con esmero elegí para ello.
Será un libro que me permitirá compartir con todos, muchas historias de vida, que si bien son ficción bien podrían ser parte de la vida de cada uno de nosotros.
Mis padres son mis mecenas hoy, como lo fueron incontables veces haciéndose cómplices de mis sueños..
Hoy el libro ya está en el horno!

A ellos mi eterno agradecimiento y no es poco, tenerlos para que ambos sean los primeros en haberlo leído.

Quería compartir este momento con Uds.
Gracias y pronto tendremos Libro:
MELODIAS DISPERSAS.. proximamente...

Norma E








sábado, 26 de mayo de 2018

Trabajo y TDAH: Trabajemos por ellos

Tener TDAH y ser adulto, por suerte ya no es ser un bicho tan raro.

Se habla un poco más, aunque me resulta incomprensible ver dividida la opinión en bandos entre quienes creen y no creen.
Como si algunos descreyeran que la tierra gira alrededor del sol.
Pero regreso al punto que hoy me convoca.

Trabajo desde muy joven, estudiar y trabajar fue siempre algo que hice.
Pero hacerlo teniendo este “desorden”, es una garantía de vivir estresado.
Un adulto aparte de enfrentarse con su problema, debe lidiar con generarse el ingreso para sostener una vida independiente y crecer consolidandose en una familia.
Muchos no logran ni entrar en esta etapa.

 El diagnóstico y la medicación en mi caso ayudaron muchísimo, pero sigo sintiendo que vivir con TDAH requiere de mucho más que su tratamiento.

Requiere aceptación, adaptación y mucha resiliencia.

Cuando alguien capaz, inteligente, con muchos talentos no logra ingresar al carril laboral como merecería me duele y mucho.
 Yo agradezco mi trabajo, pero se que sería 10 veces más efectiva de no haber tenido TDAH.

Me duele ver como personas brillantes, van empezando y abandonando distintos trabajos, y encuentran en el subempleo un clásico. “Casi ingenieros”, “casi docentes”, “casi técnicos” los deja en esos puestos de trabajo de relleno, donde alguien (que obviamente se beneficiará de su inteligencia), sólo pagará el jornal de un operario sin ninguna preparación.

 “Casi en todo”, es peor que nada.

Esto es una de las razones por la que veo en las consultas los frecuentes cambios de trabajo.
Cambios de carrera, cambio de rumbo, nuevos proyectos, nuevos planes, sueños reeditados, hasta que quedan en pausa. Algo así como un mecanismo de supervivencia, donde cambiar les renueve las esperanzas de salir del pozo “de la nada misma”.
 Reviven liberados, felices y con ganas de tragarse el mundo, hasta que sus pocos recursos económicos los devuelven a la búsqueda de otro espacio condenado a morir antes de ser siquiera un proyecto.

Sin desafíos, con una motivación inconsistente, un desempeño errático, ausentismo importante, fallas en la ejecución de tareas...probablemente no solo se vayan sino muchas veces son quienes los emplean los que los invitan a irse.
 Charlé con varios adultos de capacidad intelectual muy alta, que prefirieron ubicarse en áreas laborales concretas, simples, manuales.
Operarios, choferes de larga distancia, artesanos, que ignorando la razón de la elección, buscaron HACER, trabajos mecánicos, manuales.

Fallando las funciones ejecutivas cerebrales, es bastante comprensible optar por algo tangible. Muchos de ellos si acceden a un tratamiento, pueden volver a estudiar y elegir cómo hacerlo.
 Estudiar implica “capacitarse”. Incorporar herramientas, si logran acreditarse para acceder a mejores puestos. Muchos son autodidactas, por intolerancia al aburrido y mediocre sistema educativo. Lastima que siempre llega el momento en que alguien les pide el diploma.


 Acceder a mejores opciones, al menos mejor pagas es algo deseable. Pero estudiar formalmente, implica quedarse allí el tiempo estipulado, siguiendo reglas, cumpliendo consignas y aceptando plazos impuestos. Aprobando exámenes, cumpliendo con el presentismo mínimo y un programa lleno de información inútil: algo que se torna parte de un círculo aburrido. Vencer esa inercia implica tornarse (para los que pueden), buenos en algo que aprenden solos.

 Son autodidactas creativos, entrepreneurs, grandes inventores, generadores de ideas que pocas veces se tornan posibles.
A no ser que encuentren un socio que baje sus sueños y les de forma de proyecto.
 Invierten horas, semanas, años, en armar y construir grandes empresas, que pocas veces generan ganancias. Trabajar es la etapa que asumimos en forma imprescindible para abastecernos cuando nos independizamos de nuestros padres.


 Conozco muchos padres que “pseudo independizan” a sus hijos: comprándoles el departamento o la casa, el auto.Dándoles un puesto inventado en sus empresas, por portación de apellido; sin saber el enorme daño que le generan.






No hay manera de sentir bienestar si nuestro accionar está plagado de obstáculos, o repeticiones. Una rueda de hámster en la que caminar deja de ser algo elegido, en la que lo único sano es pensar en bajarse.
Falla primaria en la estructura, en las funciones básicas como organizar el tiempo, comer y dormir en forma ordenada, vestirnos y presentarnos con otros para hacer lo que elegimos, puede llevarnos al fracaso diario. Algo aparentemente simple, es casi impensado para quienes tienen TDAH y no lo saben, o lo saben pero no hacen algo para mejorar su interferencia.

Aquel que sabe que sus frecuentes fallas tienen una causa ajena a su voluntad, al menos deja de golpearse duro, de vivirse como inútiles, o incapaces. 



Obviamente a consecuencia de semejante frustración y fracaso anunciado, protegerse del dolor es el primer escape: la cama, la casa, el teléfono, los jueguitos, la play, la comida, el cigarrillo o el faso, el alcohol, o lo que tenga a mano para distraerse acá sí en forma voluntaria.
La búsqueda de un sitio donde no llegue el tsunami de las críticas, los misiles de los reclamos, la realidad de la falta de dinero, la soledad o lo que nos toca.

 Tener TDAH no es un chiste, ni una moda, ni un invento para vender medicación, ni para explicar la vagancia.
Tener TDAH es un serio problema para la persona que lo presenta y su familia: cuando logra mantenerla cerca, porque muchos se cansan y lo dejan solo.

 El costo público de tener TDAH lo planteé en la disertación organizada en el Senado a fin de año, casi dieciséis mil euros por año por persona.
El costo privado (lo que deja de ganar y gasta debido al TDAH quien lo presenta) es de nueve mil euros.
O sea el costo social es de casi veinticinco mil euros por persona por año (la data es de los países bajos, pero estadísticamente se ha evaluado similar en diferentes países)
¿No podríamos hacer algo para evitar seguir perdiendo tanto?

 No hablo solamente del costo público, o económico.
 Muchas personas con este problema se suicidan frente a la visión de su NO SALIDA.

 Muchos caen en las redes de adicciones, alcohol, drogas.

 Muchos otros encuentran la muerte como consecuencia de su descuido personal, o de su impulsividad en el manejo o en sus emociones.

 Vivir con TDAH es altamente doloroso.
 Sufrimiento inútil cuando el tratamiento mejora el problema casi en un 80%.
 La medicación es carisima, la asistencia pública casi inexistente, ¿no es hora de darnos cuenta que la población afectada por este problema es un cinco % del total de nuestro país?

 Invertir en vez de creerlo un gasto, es la respuesta.
 Invertir en capacitación de los profesionales de salud y educación, en servicios preparados para el diagnóstico temprano, y para abastecer de recursos que permitan el acceso a la ayuda, nos daría una idea de lo que un verdadero cambio implica.
 Es momento de dejar de pensar que el TDAH es solo cosa de chicos, o solo tiene que ver con aquellos que estudian.
 El terreno laboral es un campo minado, al igual que la escuela para los niños.

 Ni hablo hoy de los costos que tienen para las parejas, los hijos, los que comparten la vida con un adulto afectado.
Hagamos algo diferente hoy. Dejemos las creencias de lado, que no admite la opinión cuando tenemos suficientes afirmaciones y datos, hechos y hallazgos neurobiológicos como para empezar a hacer en vez de discutir.

 Casi un millón y medio de argentinos, de la población mayor de 18 años tiene TDAH.
 Un sesenta % de ellos, alguna vez pidió ayuda profesional pero no fue visto.
 Un veinte % recibió diagnóstico pero menos de la mitad fue tratado.


Si no tenemos respuestas, salgamos todos a pedir por ello.


 Los que hemos logrado obtener un tratamiento, debemos ponernos de pie por los miles que ni siquiera lo saben.
Hagamos algo, ser protagonistas es la única opción si queremos un verdadero cambio.

Estás invitado a sumarte a hacer visible el TDAH, también sabiendo que no solamente son niños los que sufren por ello.
Cuando tus hijos crezcan sabrás porqué mi insistencia.

Gracias.

 Norma Echavarría
Médica Psiquiatra.
MN 71690 MP 441033