ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra
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miércoles, 17 de enero de 2018

Cercos perimetrales


Hoy, las circunstancias me hicieron volver a pensar en imágenes.
En realidad es como pienso, pues necesito visualizar las situaciones para accionar sobre ellas.

La conversación era acerca del enojo, y como todas las emociones son positivas, el enojo también lo es.
Tiene sin embargo mala prensa, el pobre.

A las mujeres en particular, en mi generación y para atrás al menos, nos tenían vedado enojarnos.
Había que ser complaciente, agradable, decirle que si a todos aquellos que nos solicitaran ayuda, o nos ofrecieran una porción de pastel asqueroso.
Decir que NO era señal de ser maleducada, era no aplicar para categoría de DAMA

Los varones, podían agarrarse a las piñas. Esa conducta, era señal de fortaleza y muchas veces era significado como ser bien MACHO.
Patear, morder, romper era algo que muchas madres creían  identificar con un varón bien plantado en vías de ser un hombre fuerte.
Pero volviendo al tema del enojo, yo que sigo muy consciente registrando mis "áreas que aún deben seguir en remodelación" deseaba compartir con Uds. algunas ideas.

Me gusta imaginarme que cuando nacemos somos todos como una parcela de tierra.

Hay parcelas enormes, otras pequeñas. Pero todas, todas son diferentes.
Algunas tienen un suelo árido, otras parecen alojar cualquier posibilidad de germinación exitosamente.

No elegimos lo que nos toca.

Lo que sí podemos, es hacer de ello, es lo mejor que los recursos existentes nos permitan.
Muchos de esos recursos deberemos adquirirlos con trabajo, esfuerzo, con intención y sin ayuda.
Muchos dueños de parcelas áridas solo se resignan a lo que les tocó en suerte, sin saber que el potencial es inmenso.
Otros reciben grandes tierras prometidas y las tornan un depósito de escombros.

El pueblo de Israel, creó plantaciones donde solo había desierto.
Nosotros estamos en nuestro país haciendo el camino inverso.

Imaginarme de esta forma, me permite entender el impacto de las emociones.
En especial hoy quiero hablar del enojo.

Enojarnos es normalmente la emoción que corresponde cuando sentimos que fuimos perjudicados.
Solemos sentir enojo cuando hay algo injusto, impropio, cuando alguien viola nuestros derechos, trasgrediendo, dañando, tomando lo nuestro, cuando accionan sin tener en cuenta que generan un perjuicio.
Hay muchos gradientes de esta emoción, como en todas. Podemos sentirnos incómodos, molestos, enojados, o con ira como expresión máxima.
El enojo, pretende dirigirnos a restablecer los límites traspasados.

Se me ocurre pensar que como somos esa suerte de parcela, a medida que nos reconocemos diferentes, mientras crecemos y a medida que vamos necesitando diferenciarnos, aparece la necesidad de CERCAR nuestro territorio.
El cerco perimetral, es lo que nos permite saber donde están nuestros límites.

Qué compartimos, que es algo que dejamos reservado para nosotros.
Que nos identifica, que deseamos, que elegimos. Qué dejamos afuera.
Vamos armando así nuestras parcelas, haciendo que tengamos en ellas nuestro reino, donde somos únicos soberanos.

Si alguien aparece en el jardín de tu casa, metido en tu piscina muy pancho, ¿cómo crees que te sentirías?
¿Si te dice que pasaba por allí  porque no pusiste cerco, entendió que estaba bienvenido a usarla?
¿Y si el o los intrusos, te mirasen desafiantes, con el argumento que no había nada que marcase que no podían entrar, y eres aparte el culpable? Para agregarle otra variable, los que trasgreden suelen ser expertos en mostrarnos sus dientes. Suelen manipular con sus caras, ser amenazantes, dominantes de toda escena. Se muestran soberbios, prepotentes, impunes.

Son cual modernos Atilas con sus caballos.

¿Adonde quiero llegar con esto?

Si estamos atentos a nutrir nuestros cercos, a delimitar claramente nuestro lugar construyendo bordes, quien desee coordinar algo con nosotros, entrará porque los invitamos, o tocarán el timbre, y aceptamos que pasen.

Así será menos probable que arrasen.
Siempre podemos elegir, siempre.

martes, 22 de agosto de 2017

Sal, camina, avanza, confia.



Empezar cada día puede ser un enorme desafío, para todos. Con o sin TDAH.
Si nuestro sistema operativo funciona erráticamente, sería difícil que no lo fuera.


El problema es que aún con diagnóstico y tratamiento muchas veces quedamos encerrados en el laberinto en el que vivíamos, y repetimos sin darnos cuenta el texto que nos escriben los miedos.


Porque miras todo lo que te espera, y probablemente lo primero que quieras sea taparte con tu frazada y seguir durmiendo.

Tal vez debas estudiar pues tienes examen, y lo has pateado hasta hoy, y tienes un halo de ganas de hacerlo pero ni siquiera tienes los temas, u olvidaste tus libros vaya a saber donde.. No puedes empezar si no sabes cómo, las ganas caen al piso por muerte súbita.

Tal vez debas enfrentar que has mentido, que tu coartada para zafar, ya no te cubre.


Tal vez han descubierto que las excusas que diste eran solo mas mentiras, y debes sumarle a tu falta, una cascada emocional de vergüenza, culpa, reproche, autocastigo.

Vuelves a mirar la frazada y te escondes para no hacerle frente.


Tal vez un impulso gobernó tu alma apenas unos segundos, y compraste algo que no necesitabas, o dejaste tu trabajo, o te metiste en problemas.

Tal vez creo que todo se reduce a que vivimos inundados por las emociones. Siendo que debieran ser siempre pasajeras...


Y las emociones nos aplastan impidiendo que accionemos, nos enmarañan, nos encierran.

Una fiaca, cuando el objeto de su presencia es avisarnos que debemos hacer un cambio.







Miedos que mienten...
Miedos que quieren convencernos que no podemos, que vamos a ser criticados, que nos vamos a equivocar, que nos vamos a olvidar, que no vamos a tener éxito en eso que deseamos.
Miedos que nos venden un escondite para protegernos.



Cuando los peores depredadores son ellos.
Se alimentan de nuestra parálisis.
Se instalan y toman posesión de nuestra vida.

Y allí  PROTEGIDOS en realidad del bienestar posible, vivimos una pelea evitando hacerle frente a nuestro estilo.
Parálisis o inacción terminan como saldo finalmente, y nosotros mismos somos como verdugos de nuestra propia alegría.
Y llegan luego los reproches, las críticas, las pérdidas, y el daño colateral de no poder sostener ni el menor compromiso.

Y se suman a la ronda, la culpa, la angustia, la tristeza, y la vergüenza, que para colmo de males no nos permite que ninguna de las otras emociones se torne realmente visible.
Y así acumulamos toneladas de momentos amargos, mientras seguimos día tras día.

Por eso muchas veces el enojo, o la ira son la única forma de liberar la enorme presión de cosas atascadas en nuestra garganta.


Y lo poco que había quedado se destruye en la explosión que no avisa.

Y después me pregunto, aún alguien cree que quien vive en estas condiciones lo hace porque quiere hacerlo?
¿O debemos agregarle al combo el juicio de que en realidad son vagos, y no quieren?

Escuché muchas veces a terapeutas decir que temen estar bien, por eso siguen mal...Como si estar mal fuera una elección consciente.
Es allí cuando me rebelo y me enojo con las interpretaciones salvajes.

¿Para que escribo?
Para vos que estás leyendo, aunque te parece largo.

Para que si estás aplastado por el miedo, puedas espiar por la rendija de la puerta y darte cuenta que te ha mentido todo el tiempo. Te convenció que eres pequeño cuando todos guardamos en nuestro interior a un capo. Si, un grande. Crees que estás encerrado pero la puerta es pequeña y la puedes abrir por dentro.

Porque si lo que te agobia ya es la tristeza o la angustia de lo que no has podido hacer, quiero contarte que podemos trazar una raya y empezar a escribir en una hoja nueva! todos los días pueden ser el primer día del resto de nuestras vidas.
¡Solo debemos declararnos capaces!

domingo, 22 de marzo de 2015

Manos abiertas

Camina con tus manos abiertas

Porque si las cierras no podrás acariciar a quien amas.
Si las cierras te perderás de tomar aquello que te espera cuando pases a su lado.
Si con ellas retienes lo que generas, lo que acaparas, codicias, lo que acumulas ya no podrás saludar a nadie, ni hacerle señas para que se acerque.
Estarás usando toda tu fuerza para agarrar algo que ya es del pasado, y aunque lo hayas comprado, no te pertenecerá jamas.

Tampoco cierres tus manos para retener a alguien.
Si usas tus manos para atrapar a quien amas, si lo haces para sostenerlo sin dejarlo caminar libre, pronto sentirás que lo has perdido.

Porque todo lo que tocamos es solo parte del camino.

Nada de lo que tenemos es nuestro, es de la vida, y lo perderemos siempre.
Porque así es como esta planteado.

 Ilusamente trabajamos acopiando cosas cual souvenir de vacaciones ,cosas que nos hacen sentir mas aplomados, mas confiados, mas seguros.
Conozco muchos seres que si bien creo inteligentes, pasan su vida recorriendo tiendas. 

E invierten el precioso tiempo que tenemos en buscar nuevos objetos que les decoren la soledad insegura e insatisfecha en la que viven.
Una gran parte de esa sociedad consumista puede despertarse si le damos una mano.

Todo aquello que retengas, que atrapes será un lastre que llevaras en tu mochila.
Camina con tus manos abiertas, y podrás dar mas caricias.
Con las manos abiertas darás mucho mas de lo que desees recibir, te lo aseguro.
Porque dejarás de entretenerte en el foco inútil, y volverás la mirada a ese otro que espera.

Harás posible que esa persona que necesita volver a ponerse de pie, pueda hacerlo con tu ayuda.
Juntaras tu comida, cocinaras y podrás luego dejar para que quien sigue se sirva, porque aprenderás a llevarte menos.


Acaricia la cabeza de tus hijos, de tus padres, de tu amigo, de un niño, de tu mascota, y entonces verás que solo puedes hacerlo con tus manos abiertas.
Acariciaras la espalda de quien abraces, tocaras el pasto sobre el que te sientes, sacudiras el polvo, harás música para deleitar cada dia tu camino.



Todo es nuestro, si aceptamos soltarlo ni bien pasa.

Sufrir es solo el resultado de querer retener todo.

El amor, nuestros hijos, nuestros padres, nuestras casas, nuestros buenos momentos, nuestros trabajos, nuestros sueños.


Si te animas, abre tus manos y suéltate a vivir sin aferrarte a nada ni nadie.

Con tus palmas abiertas juntaras tus manos y podrás agradecer la oportunidad que te ha dado la vida de vivirla, recorriendo el camino despierto y liviano.






Mira tus manos ahora, mira las lineas que marcan tu recorrido.
Cúrvalas ligeramente, y con las palmas francas bebe de la vida, lo que ella te ofrezca.






Pues todo es lo que debe ser.





Namaste
Norma Echavarria
2015