ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra
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domingo, 15 de marzo de 2015

Debería decir que no, pero...



Leyendo el diario temprano, me detuve en un articulo interesante en el que se planteaba la importancia del decir NO en nuestras vidas.
Y obviamente me quede girando en mi famosa rotonda de pensamientos circulares...

Que bueno que es aprender a decir no puedo, no quiero, o no sencillamente.
Que difícil sin embargo es estar listo para pagar el precio de hacerlo.

Creo que tener TDAH puede ponernos en una encrucijada comunicacional, y esta está en el epicentro.

Diría que muchas veces no podemos simplemente optar por el NO, y le dejamos nuestro tiempo, nuestro deseo a ese otro que viene por ellos.

También están los que se niegan a todo sin siquiera pensarlo. Veamos las diferencias.

Están los que dicen que NO porque temen comprometerse y luego colgarse, porque no confían en su posibilidad de recordar lo prometido, prefieren decir No y ahorrarse un sermón luego si no cumplen.

Están los que dicen NO a todo lo que se plantea porque temen no poder hacerlo, o temen simplemente dejar lo que les pidieron abandonado ni bien se aburran, y entonces van por la vida excusando su ausencia presente.

Están los que temen arriesgarse, los que tienen pánico a equivocarse, y van mucho mas cómodos detrás de alguien que vaya primero.
Dicen que NO parapetados en sus miedos a quedar en primera fila dormidos...

Todos sabemos que decir que NO también puede ser una buena estrategia para no pensar, porque elegir implica barajar muchas opciones, y cuantos de nosotros no se siente asfixiado con mas de tres variables?

Decir que NO sencillamente es muy pero muy difícil. 
Pero totalmente imprescindible.

Cuantos dicen que NO, porque no tienen ni idea que es lo que quieren? Atajo a quedarse en su baldosa.
Cuantos dicen que NO porque prefieren permanecer en su plataforma estática de la cual nunca salen, flaca, miedo, o nada, simplemente vuelan.

Pero la mayoría de nosotros, los adedianos con registro consciente de ello, evitamos el No porque no queremos pagar el precio de decir semejante monosílabo.

Miedo a que ese otro que nos pide o nos ofrece algo se enoje, si lo hacemos.

Miedo al aislamiento, a que por hacerlo quedemos afuera. Cuando entrar en un grupo nos resulta difícil, creemos que conformar a todos, complaciendo lo que sea de los otros, nos evitará el costo de volver a la salida del juego de la Oca.
Miedo a que dejen de querernos, porque creemos que si decimos que SI a todos, seremos parte de su entorno y nominados en la terna de algún Oscar.


viernes, 14 de marzo de 2014

Comunicarse, un desafío para el TDAH?



CUANDO COMUNICARSE GENERA INTERFERENCIAS

Todos creemos que comunicarse parece sencillo. Hablar, sin embargo no implica comunicarse.
Decir lo que queremos o lo que necesitamos, puede ser un viaje sin retorno,  lo mismo que lo será no hacerlo.

Una persona con TDAH, suele tener serios problemas comunicación.

Recordemos que existen características, como la desatención, que llevan al sujeto a estar muchas veces perdido en el silencio, pero aturdido por sus pensamientos internos.
Está presente frente al otro, que ignorando su condición lo supone atento al mensaje.

Por momentos cree que el mensaje fue recibido, tan solo porque la mirada los mantiene conectados.

Los mensajes así emitidos hacia el sujeto desatento, sin embargo no llegaron nunca “a destino”.
Este pequeño ejemplo en lo cotidiano es motivo de múltiples reclamos, “nunca me escuchas”, “no te importa lo que te digo”, “yo no te importo”, o bien el famoso “ya te lo dije”.

La persona que piensa en otras cosas mientras le hablan no puede retener ni el contenido del mensaje, ni el momento en el que el mismo fue emitido, simplemente no registra lo oído. Sabemos que escuchar es interpretar, y la escucha activa implica que nuestro pensamiento esté funcionando mientras escuchamos....pero sintonizado en el canal de ESA comunicación..

Por otro lado, aunque no participe directamente como receptor de mensajes, parece como ausente.

Estar en un ámbito, y permanecer ajeno a la interacción social, también suele generar una visión del sujeto como extraño. Resultado de lo cual el mismo pasa a ser sutil y progresivamente excluido.

La visión de la persona cuando se “despierta” de su aislamiento, es de no poder ser parte de los diálogos sociales, de los chistes, o miradas cómplices, que por lo general forman una parte muy importante en la comunicación humana.

Muchas son las oportunidades en las que un desatento no participa, porque como consecuencia de su poco entrenamiento comunicacional, se ve sin habilidades para ello, o bien desatento a aquellos pequeños códigos no verbales, parece estar en una frecuencia diferente…

Otras veces la inseguridad, y el temor al rechazo, o a la burla, producto de las innumerables oportunidades en las que irrumpe en conversaciones, totalmente fuera de frecuencia, lo llevan al silencio.
Allí los pensamientos que se apoderan de él son pensamientos de desvalorización y recurrentemente negativos.

Se dispara una espiral de conexiones inhibitorias que no hacen más que sumergirlo en la desconexión.
Los reclamos ante el silencio, reconfirman sus defectos y así entra en un ciclo donde apartarse es mejor para sobrevivir.

La misma inseguridad, que motiva muchas veces una actitud de sumisión o complacencia, para evitar el conflicto o ser aprobado, hace que si en alguna oportunidad se conecte no diga lo que en realidad piensa.
El asentir, o el silencio, llevan a su interlocutor a interpretar su acuerdo, lo que luego ante la primera dificultad genera el tan temido conflicto.

La incomprensión de un sujeto que vive tratando de evitar conflictos, y experimenta permanentemente relaciones conflictivas, deja una sensación de perplejidad displacentera.

La inseguridad por otro lado, muchas veces se oculta detrás de patrones de pensamiento muy rígidos y desadaptativos, lo que hace que pueda aparecer con posiciones obcecadas.

O que tan solo diga las cosas de manera explosiva, cargando su mensaje de agresividad hiriendo al interlocutor “de muerte”, porque pegar con las palabras suele ser otro hecho contundente y habitual en su comunicación.
A pesar del arrepentimiento, esa es la única forma en la que puede comunicarse, por lo cual difícilmente se disculpe o reconozca lo hiriente de su mensaje.

El hiperactivo, o impulsivo, suele tener una situación en el inicio opuesta.
Habla en exceso, tampoco escucha lo que el otro dice, o interrumpe a los demás en sus discursos.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Cosecha de Malosentendidos


Aprender teniendo Déficit de Atención, puede ser un juego, (si le encontramos la vuelta) o puede ser una tortura, de cualquier forma, aprender es algo necesario.
Un adulto que inicia su tratamiento tendrá oportunidad de aprender, y reaprender algunas lecciones.

Entre las lecciones pendientes quiero pensar en la de aprender a PEDIR.

Pedir, permite armar y sostener compromisos y promesas  a través de las posibilidades que se abren con nuestro pedido.
Vivimos en relación con otros, que impactan nuestra vida aunque no queramos, o podamos verlo.

Por que razón será que es difícil Pedir, por ejemplo?
Primero debería compartir que es pedir en mi diccionario.
Un pedido es una declaración de necesidad..

Y declararse necesitado de alguna ayuda, puede ser interpretado como una limitación en la mirada de los que nos rodean.
 Como si expresar una necesidad nos hiciera poseedores de título de desvalidos, o mostrara una debilidad expresa en el pedido. Pero para sujetos que viven sintiéndose poco valiosos, agregarles una posible devaluación no es ningún chiste.

Pedir, abre la posibilidad de recibir.
No solo ayuda. Intercambiar con otros acciones nos relaciona, nos hacen mas grandes, nos permite conocernos, y así vivir asociados comunitariamente.
Pedir emite un mensaje en el que otorgamos a otro, la posibilidad de brindar ayuda.

A nosotros, y a quienes le pidan.

Pedir es una declaración que expresa que confiamos en ese al que expresamos un pedido, y le brindamos la oportunidad de interactuar con nosotros, expandiendo a su vez sus propios horizontes...Pedir es sembrar vínculos.
Acaso alguno pensó que pedir puede hacer sentir al otro que es elegido por su capacidad para ello?

Ahora bien, acostumbrados muchas veces a lo que implican las demandas, podemos evitar pedir, para evitar luego que otros nos pida.. Y enredados ya en nuestras propias tareas, sumarle una extra podría anticipar un colapso.
O bien evitar pedir, brinda la ilusión de no confrontar emocionalmente con ese NO tan temido.

NO PUEDO, como respuesta, puede muchas veces ser interpretado diferente...

NO QUIERO, NO TE QUIERO, NO ME IMPORTA, DEBES ARREGLARTE SOLO, YA SOS GRANDE, QUE VERGÜENZA...OTRA VEZ NECESITANDO ALGO!

Entre las lecciones para aquellos que eviten pedir, estará esperando la oportunidad de darse cuenta que pedir, nos dará la posibilidad de acercarnos a otros, de coordinar acciones, de crecer, de expandir horizontes.
Lo que deberemos saber es cómo realizar un pedido.

domingo, 20 de mayo de 2012

El cuento del Lobo


Crecer implica tomar mayores responsabilidades.
Pero hacernos cargo de ellas, para hacernos cargo de nosotros es mas complejo si uno carga a cuestas con este problema de disfunción ejecutiva.

 Comprometernos con alguien, prometer nuestra presencia, nuestro trabajo, nuestro aporte, sea cual sea y luego olvidarnos de que nos fue dicho, o siquiera haber acordado acciones, puede ser realmente un tropezón gigantesco para entrar en escena con otros.

Accionar siempre implica riesgos. Elegir implica la posibilidad de equivocarse.
Equivocarse tiene aroma a fracaso, no a aprendizaje, al menos cuando teniendo TDAH, uno asocia el aprender a un campo de batalla generador de ansiedad extrema.

En el caso de tener que convivir con el déficit atencional, accionar será probablemente un devenir impredecible.
O lo único predecible será que es impredecible.

Relacionarnos con otros, coordinar acciones, compartir tareas e intereses, es siempre el inicio de la vida social fuera de nuestra familia.
 Y en ella, mucho antes, compartimos con nuestros mas cercanos vínculos nuestra forma de ser tal como nos es presentada.
Son nuestras acciones, las que permiten que otros nos anticipen, nos conozcan, nos elijan, nos quieran.

Nuestra forma de relacionarnos, a través del lenguaje, verbal y no verbal por cierto, generará nuevos intercambios.
O tal vez en este caso no pueda.

Cuando un niño, se torna adolescente, y luego adulto, y carece de las habilidades sociales para relacionarse adecuadamente pasará probablemente mas tiempo aislado en su mundo sin intercambio ni amigos, ni salidas. De su trabajo a su casa, y en la casa esperando nuevamente el trabajo. Eso si llegan a emplearse...

Algunos, casi ni se darán cuenta, porque por exceso de inhibiciones preferirán estar solos.

Otros puede que insistan y choquen, ignorando que el estilo de invasión inadecuada, de impulsividad disruptiva, de interrupciones y caprichosos berrinches, será lo que los mantenga ajenos a los grupos sociales a los que tanto desean pertenecer.

Acciones claras, simples, permiten predecir nuestro comportamiento.
Acciones que generarán nuestro estilo, harán que según compatibilidades, otros seres puedan elegir por sentirse compatibles.
Cuando las acciones son inciertas, impredecibles, cambiantes, cuando por ausencia de registro aparecen como desinteresados, esos otros generan un rechazo que o se hace explícito o queda velado en la no elección directa.
Y así es como nos quedamos afuera.
Afuera del grupo que coordina, afuera del equipo deportivo, afuera de la salida de un sábado, afuera de la elección para vacaciones...

Aprendizaje cooperativo, solidaridad en el registro del otro, memorias de experiencias conjuntas, simple danza de diálogos compartidos.
Nuestro orden, nuestras pertenencias descuidadas, imágenes desdibujadas, a veces aspecto sucio, poco cuidado en la higiene, poco manejo de códigos sociales, poco registro del otro.

jueves, 15 de marzo de 2012

La culpa la tiene la culpa

Sufrir por evitar el dolor.

 Inundados por la emoción de la culpa, podemos escasamente registrar que la genera.
Pero que es eso a lo que llamamos y vivimos como culpa?

 Una emoción paralizadora, que genera una angustia y una presión en nuestro pecho, un nudo en la garganta, un dolor de panza...


No importa que impacto tenga, lo que hace en nuestro registro emocional es destructivo.
Que cosas disparan la culpa?
Hacer algo que es impropio, o no hacer algo que deberíamos?
 Es acaso la culpa una emoción similar a la del miedo?
 O a la tristeza, la alegría o la ira?
Es la sorpresa, el rechazo,o el desprecio?
 Si bien siguiendo a Paul Ekman, estas emociones primarias no la incluirián, podemos preguntarnos como surge entonces la bendita culpa?
 Mi reflexion en realidad no se dirige a por que surge, pero para que, porque si están las emociones es para modificar alguna conducta. Cual entonces?
 Una sociedad involucrada en poner reglas, la religión, las comunidades, se sirven de reglas que ayuden en todo caso a identificar, aquello que consideran bueno de lo malo.

 Podriamos hacer extensivo ésto a nuestras emociones diarias?
 Sentiremos culpa por ejemplo si nuestros pensamientos, o nuestro entorno emite un juicio que condene aquellos actos que ejecutamos, y lo rotule de malo, de impropio, de inadecuado, de injusto, de egoísta, de avergonzaste.
 Todos los seres humanos accionamos, es imposible no hacerlo.
 Y desde allí que generamos acciones que pueden favorecernos, o perjudicarnos, sin que ello conlleve una intención de daño.
 De hecho accionar implica equivocarse.
 Accionar implica elegir, y elegir implica siempre aceptar que algo perderemos al hacerlo.
 Obvio que elegimos pensando en ganar algo, pero lo que dejamos afuera, eso es lo que debemos aceptar por perdido.
 Obvio que muchas veces hacemos promesas a un otro que no estamos en condicion de cumplir. Cuanta energia nos consume a diario el sentimiento de culpa?
 Si somos prejuiciosos, y estamos regidos por muchas reglas, que como función tienen calmarnos, hacernos sentir capaces de controlar todo lo que suceda..
 Y más aún si son rígidas...tendremos que danzar a diario el baile de la culpa.. Quien es realmente el que nos juzga? Y cuando el juicio nos condena, que es lo que sentimos?
 Complacer a todos en todo momento, seria tan utópico como evitar que llueva, o evitar que el viento sople. Una sociedad que marca límites definiendo todo el tiempo la direccion que pretende que todos llevemos, será, si le damos espacio, quien posea el título de propiedad de nuestras vidas.