ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

lunes, 23 de marzo de 2020

Juana a los 12, lista para ver en You tube



Amigos, este post es muy breve.
Es para dejarles el Link de esta increible pelicula, que un joven y talentoso director de cine Martin Shanly acaba de compartir en you tube.
Para que todos, en esta crisis, guardados en casa podamos disfrutarla
Gracias Martin.
Fue filmada en el colegio de mis hijos, del cual Martin tambien fue alumno.

Despues me cuentan... no hay que perderse esta oportunidad.

Disfrutenla.


https://youtu.be/U440mml-A8E


miércoles, 18 de marzo de 2020

Mientras tanto



Mientras el silencio se va apoderando de las aulas, los docentes preparan las clases virtuales. Entre ellos tampoco pueden tocarse.
Muchos chicos en mi país no tienen agua, caminan al colegio, mucho menos tienen computadoras.
Todos a dos metros de distancia.
Siento que nuestra sociedad ha dejado a esos niños, separados por mucho mas que eso.

Quién hubiera dicho que dos metros se sentirían como dos kilómetros?

Mientras tanto en las casas crece el bullicio, vuelven a escucharse corridas, risas, llantos, pero en ellas desaparece el silencio.
Casas deshabitadas, cuartos antes de paso y con indiferencia, vuelven a oler a colonia de bebé, a chocolate, a galletas recién hechas, a café con leche, con suerte.
Mientras tanto muchas casas no tienen el espacio para todos juntos despiertos.
Vuelve la realidad a golpearnos la puerta con crudeza.
Muchas de esas casas no son propias, y los alquileres deben pagarse con el trabajo que ahora estará también en cuarentena.

Podemos alejarnos un tiempo de un virus, pero la realidad entra por las rendijas de las puertas.

Mientras tanto los padres juntos o separados solo podemos mirar vigilantes que nuestros niños, pequeños o mayores se laven muy bien las manos.
No podemos imaginarnos que se metan un dedo en la boca, que se rasquen la cara, que se resfrieguen sus ojos.
Miramos con dolor a nuestros ancianos, que no dejan de pensar con angustia en los magros recursos que manejan. No saben de home banking, no usan whatsapp. Ellos solo viven de hacer colas en los bancos, en Pami, o en las farmacias. Hoy a dos metros, no se escuchan. Siguen solos, olvidados por un estado que los vive estafando.

Mientras tanto nada es como antes.
Todo ha cambiado sin preguntarnos si estábamos de acuerdo.

Como muchas cosas en esta vida, de pronto la fragilidad de nuestra propia impermanencia asusta.
Mientras estábamos caminando por la cornisa del Default, todo parecía no ser tan grave.
Colas de autos a la playa, restaurantes, teléfonos nuevos, cerveza y boliches.

Mientras tanto nada generaba tanto silencio. Será que nos iguala el temor, ¿no es cierto?

Una pausa por la brutal muerte de un joven, casi une a un país dividido.
Un país perdido sin rumbo claro, con las velas sueltas. Un país dividido intencionalmente : Divide y reinarás, dijo César.

Mientras tanto sigo mi día y todos hacen las mismas preguntas: estuvo en alguna zona de riesgo?, tuvo síntomas como tos, dolor de garganta, fiebre? estuvo en contacto por mas de 15 minutos con alguien que tenía síntomas?  .....mi mente se va de viaje, y pienso, pienso..
¿Será porque cerraron las fronteras?, ¿porque los vuelos no despegan?, ¿será que puertas adentro  aislada voluntariamente , mi mente debe escaparse?
Allí recuerdo que soy de la especie de los dispersos, y me permito seguir volando.

Vuelve a mi recuerdo Victor Frankl, y sus palabras acerca de como siempre somos libres, a pesar del encierro, de la adversidad, del dolor.
Somos libres de elegir que hacemos con lo que nos sucede.
Pensaba en aquellos campos de concentración Nazi, donde el frío y el hambre dolían, donde el aislamiento y el hacinamiento humano, convivían con la incertidumbre como lo único cierto.

Mientras tanto, muy de a poco vamos tomando conciencia del valor que tiene la vida, no es cierto?

Esperamos al que sale a la calle, como si hubiera bombardeos afuera y esto señores aún no ha comenzado.
Lo que realmente importa es que despertemos de una vez por todas.
Que seamos protagonistas y nos juntemos todos aunque haya que respetar los dos metros.
Nos dividieron intencionalmente para quedarse con todo.
Que la cuarentena nos ayude a sanar fronteras adentro.

Es muy triste que el mundo haya tenido tantas muertes para recordar que la ciencia es mas importante que los territorios, que la familia es la base segura no el dinero, y que el estudio y la formación es la llave que mas puertas abre.
Que la mayor riqueza es la que cultivamos por dentro, la que surge de compartir con el que nos necesita, o la que surge al unirnos con otros,  por el bien de todos.

Un país que mantuvo con un subsidio la miseria generada por el hambre de poder, hoy nos deja a todos expuestos para librar una batalla en una dura desigualdad.

Y allí mi mente volvió a aterrizar en Latinoamérica.

¿Sabemos acaso que el orden y la administración son cruciales?
Bajaron de los barcos nuestros ancestros, para hacer de este país lo que fue, el granero del mundo.
Un sitio de gente que aspiraba a prepararse, a estudiar, a hacer grandes cosas. Todo en la época en que Europa estaba bombardeada. Como ahora, porque toda Europa está colapsada
¿Entendimos que quedarse viviendo al día no permite enfrentar emergencias? Que hay que trabajar para salir adelante, que tenemos que repartir educación y no dinero?

¿Entendemos que sostener un estado inoperante con los millones de impuestos es como llenar un balde agujereado?

De nada te sirve la casa en Miami, el auto de 100.000 us$, el yate, la casa del country, las cuentas en Suiza, de nada sirve argentinos y argentinas de la política, si el virus decide meterse mal contigo.

Fachadas de hospitales, que no tienen recursos,  ni insumos, profesionales exigidos y mal pagados, serán hoy los que  peleen sin dormir por la vida de cada argentino enfermo, cuando todos lleguen. La tuya no será una excepción.
No importará el color de tu tarjeta de crédito, ni si sos plan Platino de tu obra social.
La capacidad asistencial es pequeña para los que somos.

Pensaba en Israel.

La miserabilidad y avaricia humana asignó a los sobrevivientes del holocausto un desierto sin valor. Para esos pocos judíos sin tierra, una limosna que calmara almas sin domicilio propio. Una dádiva para vanagloriarse de la generosidad del resto.
Una tierra prometida y muy pequeña que habitada y transformada con la grandeza admirable de un pueblo sabio, hoy está invirtiendo sus recursos en científicos que buscan hallar la vacuna para el COVID -19.

¿Que ironía no?  Una tierra hecha de arena, pero llena de personas que supieron unirse para recrearse después de tanta muerte injusta, se educaron, invirtieron en progresar y defenderse.

Si logramos aprender de todo esto que nos pasa que tenemos que trabajar todos juntos, que debemos eliminar los privilegios que otorga la corrupción a esos pocos, entonces este Coronavirus habrá pasado por acá con un sentido.

Mientras tanto, escucho el maravilloso sonido del piano de fondo.
Mi hijo está en casa, y terminó su largo día de estudio.

Norma Echavarria
Médica Psiquiatra