ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra
Mostrando entradas con la etiqueta emociones y tdah. Mostrar todas las entradas
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miércoles, 17 de enero de 2018

Cercos perimetrales


Hoy, las circunstancias me hicieron volver a pensar en imágenes.
En realidad es como pienso, pues necesito visualizar las situaciones para accionar sobre ellas.

La conversación era acerca del enojo, y como todas las emociones son positivas, el enojo también lo es.
Tiene sin embargo mala prensa, el pobre.

A las mujeres en particular, en mi generación y para atrás al menos, nos tenían vedado enojarnos.
Había que ser complaciente, agradable, decirle que si a todos aquellos que nos solicitaran ayuda, o nos ofrecieran una porción de pastel asqueroso.
Decir que NO era señal de ser maleducada, era no aplicar para categoría de DAMA

Los varones, podían agarrarse a las piñas. Esa conducta, era señal de fortaleza y muchas veces era significado como ser bien MACHO.
Patear, morder, romper era algo que muchas madres creían  identificar con un varón bien plantado en vías de ser un hombre fuerte.
Pero volviendo al tema del enojo, yo que sigo muy consciente registrando mis "áreas que aún deben seguir en remodelación" deseaba compartir con Uds. algunas ideas.

Me gusta imaginarme que cuando nacemos somos todos como una parcela de tierra.

Hay parcelas enormes, otras pequeñas. Pero todas, todas son diferentes.
Algunas tienen un suelo árido, otras parecen alojar cualquier posibilidad de germinación exitosamente.

No elegimos lo que nos toca.

Lo que sí podemos, es hacer de ello, es lo mejor que los recursos existentes nos permitan.
Muchos de esos recursos deberemos adquirirlos con trabajo, esfuerzo, con intención y sin ayuda.
Muchos dueños de parcelas áridas solo se resignan a lo que les tocó en suerte, sin saber que el potencial es inmenso.
Otros reciben grandes tierras prometidas y las tornan un depósito de escombros.

El pueblo de Israel, creó plantaciones donde solo había desierto.
Nosotros estamos en nuestro país haciendo el camino inverso.

Imaginarme de esta forma, me permite entender el impacto de las emociones.
En especial hoy quiero hablar del enojo.

Enojarnos es normalmente la emoción que corresponde cuando sentimos que fuimos perjudicados.
Solemos sentir enojo cuando hay algo injusto, impropio, cuando alguien viola nuestros derechos, trasgrediendo, dañando, tomando lo nuestro, cuando accionan sin tener en cuenta que generan un perjuicio.
Hay muchos gradientes de esta emoción, como en todas. Podemos sentirnos incómodos, molestos, enojados, o con ira como expresión máxima.
El enojo, pretende dirigirnos a restablecer los límites traspasados.

Se me ocurre pensar que como somos esa suerte de parcela, a medida que nos reconocemos diferentes, mientras crecemos y a medida que vamos necesitando diferenciarnos, aparece la necesidad de CERCAR nuestro territorio.
El cerco perimetral, es lo que nos permite saber donde están nuestros límites.

Qué compartimos, que es algo que dejamos reservado para nosotros.
Que nos identifica, que deseamos, que elegimos. Qué dejamos afuera.
Vamos armando así nuestras parcelas, haciendo que tengamos en ellas nuestro reino, donde somos únicos soberanos.

Si alguien aparece en el jardín de tu casa, metido en tu piscina muy pancho, ¿cómo crees que te sentirías?
¿Si te dice que pasaba por allí  porque no pusiste cerco, entendió que estaba bienvenido a usarla?
¿Y si el o los intrusos, te mirasen desafiantes, con el argumento que no había nada que marcase que no podían entrar, y eres aparte el culpable? Para agregarle otra variable, los que trasgreden suelen ser expertos en mostrarnos sus dientes. Suelen manipular con sus caras, ser amenazantes, dominantes de toda escena. Se muestran soberbios, prepotentes, impunes.

Son cual modernos Atilas con sus caballos.

¿Adonde quiero llegar con esto?

Si estamos atentos a nutrir nuestros cercos, a delimitar claramente nuestro lugar construyendo bordes, quien desee coordinar algo con nosotros, entrará porque los invitamos, o tocarán el timbre, y aceptamos que pasen.

Así será menos probable que arrasen.
Siempre podemos elegir, siempre.

martes, 22 de agosto de 2017

Sal, camina, avanza, confia.



Empezar cada día puede ser un enorme desafío, para todos. Con o sin TDAH.
Si nuestro sistema operativo funciona erráticamente, sería difícil que no lo fuera.


El problema es que aún con diagnóstico y tratamiento muchas veces quedamos encerrados en el laberinto en el que vivíamos, y repetimos sin darnos cuenta el texto que nos escriben los miedos.


Porque miras todo lo que te espera, y probablemente lo primero que quieras sea taparte con tu frazada y seguir durmiendo.

Tal vez debas estudiar pues tienes examen, y lo has pateado hasta hoy, y tienes un halo de ganas de hacerlo pero ni siquiera tienes los temas, u olvidaste tus libros vaya a saber donde.. No puedes empezar si no sabes cómo, las ganas caen al piso por muerte súbita.

Tal vez debas enfrentar que has mentido, que tu coartada para zafar, ya no te cubre.


Tal vez han descubierto que las excusas que diste eran solo mas mentiras, y debes sumarle a tu falta, una cascada emocional de vergüenza, culpa, reproche, autocastigo.

Vuelves a mirar la frazada y te escondes para no hacerle frente.


Tal vez un impulso gobernó tu alma apenas unos segundos, y compraste algo que no necesitabas, o dejaste tu trabajo, o te metiste en problemas.

Tal vez creo que todo se reduce a que vivimos inundados por las emociones. Siendo que debieran ser siempre pasajeras...


Y las emociones nos aplastan impidiendo que accionemos, nos enmarañan, nos encierran.

Una fiaca, cuando el objeto de su presencia es avisarnos que debemos hacer un cambio.







Miedos que mienten...
Miedos que quieren convencernos que no podemos, que vamos a ser criticados, que nos vamos a equivocar, que nos vamos a olvidar, que no vamos a tener éxito en eso que deseamos.
Miedos que nos venden un escondite para protegernos.



Cuando los peores depredadores son ellos.
Se alimentan de nuestra parálisis.
Se instalan y toman posesión de nuestra vida.

Y allí  PROTEGIDOS en realidad del bienestar posible, vivimos una pelea evitando hacerle frente a nuestro estilo.
Parálisis o inacción terminan como saldo finalmente, y nosotros mismos somos como verdugos de nuestra propia alegría.
Y llegan luego los reproches, las críticas, las pérdidas, y el daño colateral de no poder sostener ni el menor compromiso.

Y se suman a la ronda, la culpa, la angustia, la tristeza, y la vergüenza, que para colmo de males no nos permite que ninguna de las otras emociones se torne realmente visible.
Y así acumulamos toneladas de momentos amargos, mientras seguimos día tras día.

Por eso muchas veces el enojo, o la ira son la única forma de liberar la enorme presión de cosas atascadas en nuestra garganta.


Y lo poco que había quedado se destruye en la explosión que no avisa.

Y después me pregunto, aún alguien cree que quien vive en estas condiciones lo hace porque quiere hacerlo?
¿O debemos agregarle al combo el juicio de que en realidad son vagos, y no quieren?

Escuché muchas veces a terapeutas decir que temen estar bien, por eso siguen mal...Como si estar mal fuera una elección consciente.
Es allí cuando me rebelo y me enojo con las interpretaciones salvajes.

¿Para que escribo?
Para vos que estás leyendo, aunque te parece largo.

Para que si estás aplastado por el miedo, puedas espiar por la rendija de la puerta y darte cuenta que te ha mentido todo el tiempo. Te convenció que eres pequeño cuando todos guardamos en nuestro interior a un capo. Si, un grande. Crees que estás encerrado pero la puerta es pequeña y la puedes abrir por dentro.

Porque si lo que te agobia ya es la tristeza o la angustia de lo que no has podido hacer, quiero contarte que podemos trazar una raya y empezar a escribir en una hoja nueva! todos los días pueden ser el primer día del resto de nuestras vidas.
¡Solo debemos declararnos capaces!

viernes, 11 de agosto de 2017

El poder de "poder ser yo"

Despues de un mes en el cual no trabajé en mis habituales rutinas, me di cuenta que logré dedicarme mucho tiempo y junto a ello habilité mucho mas mi canal de percepción emocional.

Estuve sola, conocí gente maravillosa, pude contactarme con mi parte entusiasta, pude acompañarme cuando me puse dramática, cuando extrañé, reí o lloré, o cuando dejé que la ansiedad me jalara de los pelos.
Corrí para no perder un tren que saldría 40 minutos mas tarde, saque pasajes que no me sirvieron y pude aceptar el gasto inútil, percibí la incertidumbre en mi y en mis hijos frente a un error de logística y de distracción mayúscula llegando a un sitio que ya no era demasiado amigable y encontrar que la reserva de hotel era para el mismo día 30 pero del mes siguiente.
Me permití llevar conmigo la cuarta parte del equipaje que toda mujer hubiera deseado de irse un mes a Europa.
Me teñí en Florencia mirando el Duomo, me tiré desde una roca al mar mas azul que haya visto, pude guardar un secreto tres días, saqué las entradas mas caras para un concierto en Paris, modifiqué mi recorrido varias veces, desafiando los endemoniados titanes de mis debería, fui transitando mi viaje.

Me permití amar el resultado de mis equipos, aún habiendo abandonado los tacos que son como parte de mi anatomía habitualmente.
Pude aceptar con compasión los comentarios críticos surgidos por no haberlos usado, o por el estilo elegido para presentarme.
Pude darme cuenta cómo muchas personas siguen rehenes de juicios ajenos que hicieron propios y aún viven esclavizados en pleno siglo XXI.
Lo sé pues estuve sentada allí hasta no hace tanto.

Pude darme el permiso de dedicarme un mes entero a un viaje al que pude invitar también al menor de mis hijos, venciendo la ansiedad que generaba el saberme único sostén en mi familia, y dejar una casa sola.

Y acá estoy de regreso.
Nada dramático surgió porque, he vuelto y estoy mejor que antes. Mi viaje fue un viaje al que se sumó otro inesperado.
Me pregunté "que quería ser cuando fuera grande de nuevo"...
Y quiero seguir creciendo del lado de adentro, tal como lo vengo haciendo.

Siento que mi mayor crecimiento, en el cual llevo trabajando bastante tiempo ya está centrado en ser auténticamente yo, éste está siendo mi mejor viaje.


No hay lugar para los COMO SI, en mi vida.

Porque la verdad, es que debajo de tantas preocupaciones, juicios ajenos y propios, miedos, dudas, insatisfacción y angustias, vivir no era ni sano, ni posible, era simple supervivencia.

Recordaba hoy viendo un video donde hablaba mi adorado y admirado Dr. Ned Hallowell, cómo hace 20 años, el escucharlo hablar frente a una enorme audiencia de su propio TDAH generó en mi el primer gran quiebre.

lunes, 26 de junio de 2017

Testimonios de un TDAH adulto muy especial, mi padre





Mi padre, es así como lo escuchan.

Después de grabar estos videos, quería grabar uno más.

Uno donde explicara que el no era un genio. Que no quería que los que escuchasen pensaran que el era un soberbio.

Eso, marca su esencia. Simple y humilde. La de un grande

Gracias papá por seguir siendo mi maestro, mi guía en este camino también.



Norma Echavarria


domingo, 28 de mayo de 2017

Ser grande es hacernos cargo.


El sueño de ser adultos, ¿era en serio?

Cuando somos pequeños, soñamos con ser grandes.
Las nenas queremos pintarnos las uñas, maquillarnos, usar los tacos de nuestra madre.


Los varones, afeitarse, o usar bigotes, ir solos a la cancha, o ambos manejar el auto de nuestros padres.



A los pequeños, las madres los levantamos por las mañanas y si tienen suerte les esperará una sonrisa cuando abran los ojos.
A veces habrán cosquillas, un tazón de leche chocolatada, galletitas o alfajores de ese mismísimo sabor que mas les encanta.

De pequeños podíamos llorar si nuestra madre llegaba tarde a buscarnos, si se olvidaba de ponernos la merienda, si perdíamos nuestro peluche, o si nuestra amiga se hacía de otra nueva amiga, pues éramos seres dependientes.
Dependientes para el cuidado y dependientes emocionalmente.

Soñábamos con ser libres, con poder decidir finalmente a que hora del día levantarnos, que  elegir hacer primero, que comer o que no comer. Deseábamos usar la ropa, el corte de pelo, que se nos antojara.

Todos esperamos eso...Creo.

Pero cuando llegamos a adultos y logramos acceder a tener un lugar donde vivir, un trabajo, un auto, o viajamos solos en tren y en micro, o tenemos una cartera con llaves nuestras adentro, o tenemos parejas, para finalmente darnos besos como lo hacían los adultos en las películas, o mucho mas que eso, no todo es tan sencillo.
Cuando tenemos licencia para conducir, o dinero para decidir adonde viajamos y a que hora regresar, no siempre tenemos ganas de hacerlo, o debemos priorizar pagando al plomero, porque el caño del baño pierde.





Y llenar el tanque de combustible es un garrón, y mantener limpio el auto un dolor de cabeza. Y debemos comprar los productos perecederos seguidos, a no ser que aceptes tomar leche en polvo y huevos deshidratados.
Todos los días hay que tender la cama, y barremos, y limpiamos, y barremos y volvemos a empezar.
Y lavamos y cocinamos; y lavamos y volvemos a ensuciar y nadie está para hacerse cargo de nuestro plato sucio.



Cuando finalmente podemos usar los tacos todo el día, y máscara de pestañas, estamos muchas veces ansiando sacarnos los zapatos, y seguir a cara lavada.


Cuando finalmente podemos elegir teñirnos un mechón verde esmeralda, o ponernos un piercing en el ombligo, nos preguntamos si eso era lo que tanto deseamos.



Porque ser adultos implica acceder a muchos derechos, pero nadie nos dijo que venía de la mano de un millón de responsabilidades, y que llevar adelante una vida implica lograr funcionar para cumplirlas a diario.
Responsabilidades que son trascendentes.
Como para las mujeres lo es anotar la fecha de nuestro último período para en todo caso evitar un embarazo que no estábamos buscando, tomar la pastilla todos los días... o acordarse de usar un profiláctico, acordarse de comprarlo, y no solo evitar un embarazo sino enfermedades que creemos le pasan solo a otros.

lunes, 15 de mayo de 2017

El Impacto de las emociones

El impacto de las emociones


Crecer con TDAH, hace nuestro crecimiento uno con un desafío extra.
Crecer habitualmente es un proceso que conlleva esfuerzo, pero cuando nuestro cerebro está condicionado con este “formato”, la cotidianidad se parece más a una carrera de obstáculos.
¿El Saldo?

Un ejército de emociones que nos van marcando el camino, con su sola presencia.

  • "Si me equivoco, y lo vuelvo a hacer"...recibiré el reto, la crítica, el enojo de quien me acompañe en ese momento de aprendizaje..
  • "Si después de haberme equivocado vuelvo a hacerlo" ( como nos suele suceder por no lograr traer esa información de la experiencia anterior), quien nos había retado, probablemente le agregue algo a su respuesta. Seguramente sus juicios: “ sos un desastre”, “ sos un cómodo”, sos un desagradecido”, sos un torpe”, “ sos un quedado”, “sos….”, “sos….” ,“sos…….”, “sos…..”. Y le sume su carita de enojo..

A partir de allí nos identificamos con ese juicio...

Como muestra de que somos capaces de aprender : tomamos esos veredictos como verdaderos, los guardamos y nos cuesta enorme esfuerzo olvidarlo.

Que paradoja...olvidamos las llaves, el teléfono, la billetera, los halagos y recuerdamos perfecto los mensajes negativos..

Si logramos funcionar medianamente bien, esa voz en nuestra cabeza, se encarga de decir por ejemplo que no es suficiente, que podría de haber sido algo mejor, que cualquiera es capaz de eso que logramos, y un sin fin de pensamientos destructivos.

Por ello, no basta con tratar farmacológicamente nuestro TDAH. Una medicación que ayuda a funcionar mejor, no logra que TODO cambie.

Debemos ser muy concientes, de que la cantidad de redes neuronales, que esas palabras armaron en nuestro cerebro,  no van a irse sólo porque empezamos a hacer las cosas mejor.

Las emociones pueden sacarnos del tratamiento.
Las emociones, pueden cerrarnos las puertas para iniciarlo.
Las emociones pueden tomarnos de rehén.

No olviden que no hay emociones negativas.
Es correcto el enojo, cuando aparece para que corrijamos algo que nos invade, nos molesta, cuando traspasa nuestros límites y nos avasalla.
Es correcta la tristeza si nos advierte que algo que teníamos, o alguien se aleja o nos duele quedarnos sin ello, o sentimos que nunca lograremos algo.
Es correcto el miedo, si debemos caminar por un terreno antes inexplorado, si nos falta confianza en nosotros mismos.
Pero debemos saber que la que incorrecta en este menú por quedarse : es la VERGÜENZA.

Ella impide que las demás emociones salgan, hagan ruido, nos permitan aceptarlas y cambiar aquello que podemos…

La Vergüenza nos deja guardados adentro del placard.
La vergüenza se alivia si estamos detenidos, no deja que lo positivo ingrese, ella ocupa toda la superficie.
La vergüenza nos deja escondidos en el silencio.

Amigarse con nuestras emociones es el primer paso.

Eso si, después de reconocerlas.
Algo así como sacarse la máscara y vernos las caras.
Si tu cara es de miedo, y la aceptas, podrás pedir una mano, o alguien sólo con verte te ofrecerá ayuda.
Si tu cara es de tristeza, seguro alguien te tomará del hombro.
Si estás enojado, es mas difícil que alguien te abrace, pero seguro, que podrás hablar de aquello que sientes te ha hecho daño, el enojo mantiene a los otros mas lejos..


La medicación puede ayudarnos a cambiar como accionamos, pero aún accionando mejor, si no entramos en el mundo de nuestras emociones escondidas, nos quedaremos a mitad de camino.

Una invitación abierta al cambio, al registro, a legalizar lo que sientas, es saber que todos podemos cambiar si habilitamos nuestra capacidad de ser protagonistas.
Abracemos también a la verguenza, pero ayudémosla a que se haga cada día mas pequeña.

Tengan todos un hermoso día de sol

Norma Echavarría
15 de Mayo 2017


domingo, 10 de enero de 2016

Despliega tu mapa

¿Sabes adonde estás, ó hacia dónde estas yendo?









¿O acaso caminas por no detenerte, mientras sigues distrayéndote y postergando elegir tu recorrido?

¿Sigues por tí o por otros?  poco importa.
Pues caminas como si supieras adonde te diriges.




Porque aceptar la elección ajena, es vivir la vida siguiendo un modelo ya probado y seguro.
Sólo que eres un plagio, perdiendo la oportunidad de ser únicos que nos fue otorgada. Y por eso realmente te angustias, sufres, en el mejor de los casos te enojas.
¿Sabes para que estás haciendo lo que haces? 

¿O sigues la huella del tan codiciado éxito?
Y si lo haces, ¿te has dado cuenta que al transitar con tu humanidad en ella, te pierdes el estar del todo presente?
¿Para que preguntarnos, si podemos seguir al resto de la manada ¿No es cierto?

¿Para que tomar el riesgo de equivocarnos, cuando vemos en las cosechas ajenas una inspiración con ahorro de esfuerzo?

¿Que le sucedió a tus sueños? 
¿Vives en ellos, o has elegido caminar como sin verlos?
¿Renunciaste evitando trabajar o ni te has dado cuenta?

La vida es un regalo demasiado valioso para vivirla copiando de terceros.
Nos dieron la libertad de elegir pero dejaron junto a ella disimuladamente enmascarado al miedo.
Y es quien te ha tomado de rehén, sin que te dieras cuenta.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Carpe Diem.



Carpe Diem

La tristeza por la muerte de Robin Williams me dejó de luto, y preferí tomarme un dia de silencio.

No solamente por ser el famoso actor que acompaño mi crecimiento desde Mork y Mindy…por regalarnos las historias que marcaron tantas vidas, tantas risas y tantas lágrimas…
Carpe Diem….cuanta ironía amigo…espero no olvidarte nunca.

Mi luto es también por la crueldad que implica el padecimiento de las enfermedades mentales en los seres humanos. Y Ustedes todos saben de que estoy hablando cuando digo sufrimiento.

Y pensaba, seguramente que Mr. Williams podía acceder a pagar el tratamiento que eligiese, cosa que muchos aquí, o aún en USA, o España no pueden elegir siquiera.
Aún así, nadie ni nada, pudo detenerlo a tiempo.

Pensaba en lo devastador que puede ser a un sujeto el lidiar una vida desde pequeño como el sufrimiento disfrazado, teñido de comedia, necesitando generar en los demás los estruendos de felicidad que desconoce.

La depresión, una de tantas artífices de las ideas de muerte convive en nuestra población  en todas las edades.
 La soledad acompañada de rutinas, la vida vacía de sentido, los momentos de nada misma sin salida que muchos seres relatan en forma sistemática y sin encontrar muchas veces adecuadas respuestas…

Algunos dijeron que el actor tenía Déficit de Atención e Hiperactividad, otros que tenía un trastorno Bipolar, otros simplemente que era víctima de la telaraña de la maldición que rodea a las adicciones. Alcohol, cocaína…
Poco importa el nombre, solo sabemos que el padecimiento era un viejo gran conocido en su vida.

Seguro no empezó por las drogas, porque ese escalón suele ser el visible de una patología que se ignora o no se ha tratado y que convive debajo de la superficie..

Y mientras tanto los presupuestos públicos se siguen asignando a cientos de proyectos inútiles a la humanidad, dañinos, armas, guerras, competimos por quien llega a Marte, o quien construye una ciudad debajo del Océano simulando la Atlántida mítica.

Y  así seguimos creyendo que los problemas mentales son solamente producto de malos padres, crianzas inadecuadas, de represiones pulsionales, y dejamos así que millones de seres pierdan el tiempo sin llegar a recibir una atención adecuada. Prohibimos hablar de diagnósticos, siguen las peleas eternas por saber de que forma abordarlo.

Y los médicos investigadores, científicos, académicos estudiosos de la Salud Mental pelean por magros presupuestos, por becas para seguir dedicados a aprender mas acerca del misterioso camino del cerebro y sus conexiones…

Y se pierden miles de personas cada año, algunas tan públicas que todos nos conmovemos con su muerte, otras anónimas, obviamente la mayoría.

viernes, 26 de abril de 2013

El rol de las emociones en el Diagnóstico y Tratamiento del TDAH


El Deficit de Atención e Hiperactividad  es un problema del neurodesarrollo.
Bastante ya tenemos con esto y con el intento de incluirlo entre las posibilidades de diagnóstico en profesionales de la salud, y de la educación.

Pero mi observación, ya dedicada a este tema desde hace varios años, es la persistencia de un enfoque que sólo es responsable de que mas y mas sujetos sigan sin ser diagnosticados.
Se buscan distraídos que corran y trepen entre adultos.
Se sigue pensando en problemas de atención que muestren adultos en la luna...cuando muchos compensan obsesivamente.
Se sigue midiendo la impulsividad en las acciones, o en los fracasos escolares o laborales por la falta de logros académicos, mientras muchos terminan carreras universitarias con menciones y honores, algunos dedicando su vida entera al proceso del aprendizaje

Así seguiremos pasando por alto a muchísimos adultos.

Porque tanto el DSM IV TR manual de diagnóstico de salud mental como las escalas de evaluación clásicas ignoran que las emociones tambíen están involucradas en el TDAH.
Si, las emociones.
No sólo porque aparezcan cuadros depresivos a consecuencia de un fracaso predecible, o de la ansiedad que genera el exponerse a un examen, o una tarea, o a un grupo de personas desconocidas con las que hay que interactuar, o al temor recurrente de pensar que se van a olvidar algo.

Hablo de la Impulsividad emocional que se traduce en hostilidad, enojo, ira, agresión, intolerancia o impaciencia.
De esa que como en los niños muchos adultos despliegan en un acto de violenta respuesta a algún hecho. Un estallido, un exabrupto donde las emociones crudas sin filtro de ninguna función inhibitoria se expresa destruyendo lo que haya a su paso.

No pudiendo reprimir o suprimir la respuesta emocional inadecuada, expresan la emoción disfuncionalmente.
 Interpretaciones distorsionadas, malentendidos, autoreferenciales, dificultad para ordenar los argumentos que expresados correctamente podrían tomar categoría de pruebas legítimas en sus defensas.
Ataques de furia, enojos salvajes, insultos, o simplemente ira concentrada en un momento.
En las parejas, en el trabajo, en la calle. No importa donde, con quien, cuando ni para que. Solo sale.

Y sobreviene el rechazo social, el despido, el divorcio, las crisis, el aislamiento, mucho antes que esa misma persona pueda darse cuenta, o arrepentirse. O el temor, el miedo que los que te rodean tienen a tus caras, gestos o exabruptos. Y eligen a otros que no les dañen.
Matar un mosquito con un misil,  otra forma aparentemente de lidiar con lo que les impacta emocionalmente.


Todos tenemos emociones.
Las emociones son cambios en nuestra intención que surgen para ayudarnos a corregir el rumbo de aquello que estamos haciendo. Y todos las tenemos. Para acercarnos a lo que nos beneficia, o alejarnos de lo que podría perjudicarnos.
Pero debemos aprender a regularlas.
Porque si bien algunas personas pueden tener una expresión exagerada de las emociones primarias, es la disregulación que la corteza prefrontal tiene que llevar a cabo, la que falla en la medida necesaria, o en el timing indicado.
No lo olviden, porque muchos adultos serán erróneamente tratados.
Como Trastorno Bipolar, como Trastorno Obsesivo, como Ansiedad Social, o como T Personalidad, entre otros.
Muchos solamente necesitan ser adecuadamente diagnosticados.
La sociedad, los demás perdonarán fácilmente tus olvidos, o tu postergación en una tarea.
Pero será mucho mas difícil que perdonen una crisis de ira, en la que cual como un tractor o un tanque de guerra tu enojo arrasó con todo lo que encontró a su paso.

No dejes de leer, no olvides que si recibes un diagnóstico de TDAH las emociones serán parte del paquete.
Las investigaciones así lo dicen, solo que falta que sean incluidas entre los criterios diagnósticos y en la mente de quienes escuchan a estos sujetos.

Para pensarlo, no?

Norma Echavarria
medica psiquiatra



martes, 12 de junio de 2012

Cuando olvidarse puede ser bueno.

Discusiones.
Agresiones.
Críticas duras, palabras hirientes, comentarios impropios.
Míos o de otros.
Poco importa.
A veces las palabras siguen resonando en la mente, como se mantiene de alguna manera envasado el ruido del mar adentro del caracol que habita en el fondo o es traído a la costa por la marea.
Poco importa en mi caso porque también suelo olvidarme el contenido de la discusión.



Pasado un tiempo ni registro queda de ella.

Y cuando queda veo que lo que recuerdan siempre queda fuera del contexto en el que fue dicho.
Y es recordado como lo escucharon, que no es lo mismo que como lo dije.
Por eso muchas veces me adjudicaron frases que no eran de mi autoría, pero ese otro, mi interlocutor,  reconstruía un diálogo imposible de ser discutido, considerando que todo dialogo  es imposible de ser reproducido.
En ello, muchos corrieron con ventajas.
Muchos sostuvieron palabras que no eran mías.
Ante la duda callé muchas veces.
No puedo vivir entonces en el resentimiento, o el rencor.
Porque olvidar las palabras portadoras del daño, hace imposible sostener semejante emoción.
Y es bueno, y malo el olvido.
A veces debería poder al menos reproducir algún fragmento, para lograr comprender mi reacción en el instante.
Porque esa si la recuerdo luego.
Como el cráter después del impacto de un meteorito que estrella en la superficie de la tierra.

Quisiera recordar mas de lo que recuerdo, porque no quiero ser rehén de los extremos.
Todo o nada.

Para aprender y seguir este proceso de lidiar con mis emociones danzarinas.
Solo me convencí que lo que quiero si recordar es mi estado de bienestar y danzar en mi tiempo de calma.

Pero estoy mejor.
Mucho trabajo me ha dado.

No necesito recordar palabras, tan solo el registro de mis emociones.
Desconectar de las palabras del otro, eso me lo quedo, es un don maravilloso.

No quiero desconectar el proceso por el cual puedo encontrar las mías.

 ¿Que voy a decirme cuando me sienta agredida?
¿Cómo volveré a caminar aceptando al otro como es mientras sepa siempre como deseo ser yo en mi propia vida?

Y allí reside el secreto.

No siempre es tan malo entonces no recordar que nos dijeron.
Son solo palabras, y podemos hacer muchas cosas con ellas.
Tal vez estos sean los únicos olvidos con los que no luchemos.

Norma Echavarría
copyright
12/ 6 / 12


lunes, 11 de junio de 2012

Aplausos cerrados

A veces nos quedamos girando en falso.
Repitiendo errores, o situaciones que mil y una vez prometimos corregir.
Y nos prometemos empezar mañana.
Nos entusiasmamos con nuestro propio optimismo.
Y salimos disparados cual cohetes al espacio.

Miles de ideas, se tornan en miles de proyectos, o solamente se enredan en la mente ocupando espacio, y distrayéndonos de aquello que deseábamos hacer unas horas antes..

Pero es tan lindo subirse a los nuevos proyectos...que pronto olvidamos las inseguridades, el aburrimiento, los conflictivos obstáculos que nos derriban ese estado de ilusión constante de la fase del brainstorming.
Y el placer en si quien lo desestimaría?

Solo que nos quedamos en ese plano, preparativos....
Me recuerda cuando de pequeña mi madre decía....
Pasaron todo el día preparando el escenario, la escenografía, escribiendo, borrando, reescribiendo el guión de un juego....que jamás jugaron....

Lo interesante es que allí aún ignorando mi TDAH, me quedaba en la etapa de vuelo libre, donde mi imaginación jamás sería recortada por ninguna realidad frustrante.

Años pasaron.
Sigo armando escenografías y escribiendo guiones.
Mi único recaudo?
Garantizarme que haya estrenos con Grand premier y aplausos.

No lo olviden, es hermosa la adrenalina del inicio, mejor si llegan a disfrutar del proceso, y mas aún cuando puedan incorporar los aplausos.

Imaginen el estreno, y mantengan firmes sus voluntades hasta llegar a correr el telón finalizada la obra.
Después me cuentan que sabor tienen los aplausos  cerrados !

Norma Echavarría
copyright
11/6/12

martes, 8 de mayo de 2012

Quien apagó la luz?

Tener ganas de hacer cosas, puede no ser realmente un problema.

En realidad muchas ideas, proyectos y las consiguientes ganas de hacerlos posibles, se hacen presentes casi en forma continua, para personas con y sin TDAH,
No saber que deseamos hacer, o no poder identificar lo que nos gusta, puede que sea un obstáculo mas grande.
A veces el problema es que jamás nos preguntamos si lo que hacemos nos gusta.
Simplemente lo hacemos.
Ignorando o pasando por alto la elección como oportunidad personal.
Sabiendo que deseamos, o no, difícilmente evitemos el HACER.
Si empezamos entusiasmados, como suelen ser habitualmente los inicios...el gran tema es cuando con o sin registro de causalidad, la motivación desaparece, sin aviso previo.
Como si alguien de repente apagara la luz, invitándonos a irnos.
Y zas!
Una vez que se apaga, prenderla puede requerir de la energía de toda una central atómica. Y aún así puede que no se recupere.
Y quedamos a oscuras.


Literalmente sin nada de energías perteneciente al entusiasmo con el que iniciamos el mencionado proyecto.
Y así entrar en sinusoides de motivación/desmotivación, puede tornarse una danza que nos deje atrapados en una insatisfacción sin motivo identificable.
El Déficit de Atención, en realidad debería cambiar su nombre.
Debería llamarse Déficit de Intención, como bien lo dice el Dr Russell Barkley. Gran estudioso de este problema y gran maestro.
Porque la oscilación de la motivación, la desaparición de nuestra energía intencional, es lo que nos deja varados y a la deriva como tanteando la salida a oscuras.
Y la Intención, marca las ganas.
Y la motivación, las ganas y la voluntad, dependen del circuito de la dopamina.
Imaginarse que una persona con TDAH pueda compensar la disfunción de un circuito con voluntad y esfuerzo ,entonces no sería casi un absurdo?

Como encender la luz que se apaga sola sin nuestro consentimiento? Como volver a ver cuando perdemos la brújula?
No sería entonces bastante ridículo, aceptar cuando nos piden que pongamos mas GANAS?
Piensen bien.
Vale la pena. El TDAH debería cambiar su nombre....no?

martes, 1 de mayo de 2012

Inteligencia camuflada


Es poco inteligente vivir nuestra vida como los demás desean, es poco inteligente quejarse y mantenerse parado en la misma baldosa, como si quejarse nos sacara por arte de magia.

Es poco inteligente callar nuestros deseos, con la ilusión de evitar conflictos, que de hecho luego por haber callado se tornarán mas grandes de lo que hubiesen sido.





Es poco inteligente, vivir una vida que nos aburre, que nos deja a diario como sobrevivientes, solo abastecidos del mínimo, sin oportunidad de desplegar todas nuestras capacidades.

Es poco inteligente, dejar que nuestras emociones nos gobiernen, llevando nuestra vida adentro de un carro de montaña rusa.

De estas desinteligencias quisiera ocuparme, porque son las que podrían ser modificables, para dejar de convivir con la idea de ser menos capaces, menos inteligentes y animarnos a vivir como tenemos derecho!

Tener Déficit de Atención y no saberlo siendo adultos es algo mas que posible cuando alguien siente que crónicamente arrastra una falla sabiendo que tiene inteligencia para tener éxito. Sólo que la inteligencia queda camuflada detrás de las disfunciones ejecutivas características de este trastorno.

Solo un 20% de las personas con Deficit de Atención reciben diagnóstico siendo adultos. De ellas reciben tratamiento muy pocos. Muchos, muchos abandonan aún sabiendo que lo presentan...
Pero el mito urbano dice que es mentira, el mito dice que a todos nos pasan estas cosas, el mito dice que la Industria hace dinero, es cierto, pero este problema es de hace un par de siglos atrás..
Sigo entonces..

Es poco inteligente aceptar trabajos por debajo de la capacidad que tenemos,tan sólo por no conocer que las dificultades que llevan a semejante renuncia, tienen nombre y tratamiento.
Muchas veces si los estudios secundarios, terciarios o universitarios no fueron completados, o faltan sólo materias, o el mismo trámite del título, o sólo logramos capacitaciones sin valor consensuado laboralmente, será mas difícil acceder a puestos de mayor jerarquía.

Es poco inteligente quedarse viviendo una vida llena de discusiones, reproches, críticas, humillaciones, peleas, desamor, y conflicto permanente. Sólo por que tememos no saber como abastecernos económicamente, o no estamos seguro de poder mantener un trabajo en forma estable, o no nos creemos capaces de ser elegidos para una buena oportunidad laboral, preferimos a la incomodidad de estar a salvo.

lunes, 19 de marzo de 2012

Los otros y nosotros

Los otros y nosotros.
 La vida es una obra que vamos escribiendo, todos los días de nuestra existencia.

 La vida es algo en serio, que pocas veces sentimos importante.
 Nos damos el lujo de distraernos, comprando cosas innecesarias, postergando caminatas, olvidando dar un abrazo a quien realmente amamos.
 Entretenidos convencidos que siempre habrá tiempo, postergamos mirarnos seriamente, sin apuro, sin motivo.
 La vida la iniciamos siempre con los otros.
Esa primera persona que nos aloja, es la que nos abraza, nos nutre y nos da el empujón al abismo.
 Y paradójicamente, como solemos las madres, luego nos abraza tan fuerte que hace que creamos que debemos siempre vivir aferrados a alguien.
Y vivimos trabajando duro, para crear andamiajes que nos aseguren no caernos por los precipicios.. Nutrirnos, sentirnos amados, cuidados, sentir que podemos confiar en ellos, nuestros padres mientras crecemos vulnerables es el trampolín del que partimos con suerte todos.

 Los otros son parte de nuestro camino siempre. Aún cuando algunos se aíslen, renieguen de contactarse, se quejen, cuestionen, demanden, critiquen, agredan, o ignoren, el solo hecho de hacerlo les asigna carácter de presencia ineludible.
Muchos lo hacen frente a sus carencias de recursos para lograr vínculos reales.
Temiendo no ser aceptados, eligen quedarse fuera de la oferta.
 Pocos capítulos se han escrito teniendo en cuenta el enorme problema que el ser desatentos, hiperactivos, o impulsivos genera en esa danza.
 La danza con otros se torna inevitablemente un ir y venir de pisotones.
Peleas, rupturas, divorcios, son una de las evidencias que nos quedan para sostener este patrón de comportamiento que se repite.
 Los otros, los que nos aman, o nos ayudan, que nos eligen, que nos acompañan...Esos seres que nos adoptan, para organizarnos o para darnos su ayuda..
Esas personas que siguen al pie, aún después de muchos vaivenes, esos suelen salir tan dañados del vínculo como si nuestro Déficit fuera contagioso.
 Decisiones impulsivas, muchas veces nos llevan a darles ingreso, a convencernos de lo factible de una relación duradera, y de no serlo en cuestión del tiempo, al menos la mostramos predecible y con absoluta entrega.
 Les damos la bienvenida, abriendo los brazos, abriendo nuestras casas, nuestra historia, con una confianza que entregada sin medida, no logra sostenerse porque no es producto de una construcción conjunta.
Empezamos sin proyecto, o asidos a deseos de inmediatez y compañía.
 Cómo es que esos otros se sienten?
 Digo en esta instancia, que muchos de nosotros elegimos seres que portan nuestro mismo patrón de comportamiento.
 Porque nos es compatible, porque hablamos el mismo idioma, o porque ambos podemos asociarnos a vivir una fantasía.
 Es muy atractiva la charla, el contacto, sentimos que nos une una atracción inexplicable. Sea como sean nuestras elecciones, ambos salimos dañados.

 El dolor inevitable, la repetición de patrones que no cambian, la ausencia de registro de ese otro, la carencia de respeto por los tiempos, la falta de tolerancia, la imprudencia, la necesidad de huir hacia lo nuevo... Termina haciendo que las comedias se tornen en dramas, y los príncipes y princesas del cuento de hadas sean villanos y hechiceros que invitan a cambiar de sintonía sin espera.

 Quiero volverme a mi interior por un tiempo, a bucear si es que lo logro las claves que no me resultaron visibles. Las mías, las del otro, las de ambos, y quiero reconciliarme con ellas. Para poder registrarlas. Necesito entender que probablemente no puedo verlas.
 La importancia de nuestras relaciones está en el mismo plano que la nuestra, porque somos con los otros, sino no somos.
 En nombre de la importancia crucial de nuestra vida con ellos no abandonemos la idea de que este problema hay que mirarlo por todos sus ángulos. Con quienes vivimos, a quienes amamos, les debemos no solo nuestro respeto, sino que el amor solo podrá sostenerse si incluimos su presencia aún cuando parezcan ausentes.
 Norma Echavarría
copyright 18 de marzo 2012