ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

Juan Después

Juan nació despues de 8 largas horas de trabajo de parto.
 Su madre esperó 5 años un embarazo que no llegaba nunca, y todo, absolutamente todo en su vida parecía estar en cámara lenta. Juan era como un ritmo lleno de redondas y de silencios.

Juan había sido un niño bueno. Solo de bebé lloraba demasiado, pero ni bien logró dormir y comer cosa que aparentemente le costaba, logro callar su llanto.
Tanto calló que luego su voz apenas se oía.
Habló tarde, caminó mas tarde, pero el pediatra repetía que no era un problema del desarrollo.
 Era un problema de demasiada calma. Caminaba si algo había que le interesase. Hablaba cuando tenia que responder obligado. Sabía como hacerlo, solo que por la vida iba en el asiento del acompañante.
A su madre no le convenció nunca, pero después de llevarlo por decenas de consultorios, pensó que se había tornado demasiado obsesiva con ese su único hijo.

Juan parecía estar detenido. Si bien miles de veces le costaba empezar, solo funcionaba aparentemente mejor, si iba enganchado cual un trailler a algun otro ser con energía y motivación propia.
Juan hablaba poco, pero todos decían que era brillante. Que paradoja. Nadie jamás se enteraba de ello.

Todo podía esperar.
Todo.
Por eso le apodaron Juan Después.
Si algo le pedían esa era su respuesta. No era desafiante, ni inquieto, era obediente en su jornada escolar. Pero parecía que su vida estaba depositada en una cinta transportadora.
No elegía porque era un trabajo arduo, por eso comía lo que había en el menú de otros.

Ahora, era tarde. Se había hecho de noche.
Juan miraba por la ventana. Tenía que desalojar el departamento la mañana siguiente. Porque siempre se proponía cambiar, pero cuando llegaba el momento, decía "mejor mañana", y así llegó a sus ahora 46 años.
Ahora sus padres ya no podrian rescatarlo. Ya se habían ido.

Por haber  postergado todo, salir de su casa, tener pareja, estudiar lo que deseaba, estaba nuevamente en la salida, no calificar para los trabajos que le exigian levantarse temprano, limitó siempre su crecimiento laboral. Tampoco sabia socializar demasiado. Le agotaba todo y le abrumaban los ruidos y la gente.

Ahora tendría que guardar sus cosas. Que no eran muchas. Porque no podía reponer las que sufrían del desgaste. No trabajaba, y eso era algo pendiente. Porque aún le alcanzaban los ahorros de sus padres, podría esperar un poco mas.
Las cajas le recordaban que su vida entraba en poco espacio. sin embargo dentro suyo pesaba enormemente.
Tenía que pensar de una vez si ahora no era momento de pedir un turno con la psiquiatra que lo ayudase en su juventud.  Pero deberia llamar por teléfono. Y buscar el número, y recordar hacerlo durante horas del día. Eso era ya demasiado trabajo, mejor pensaba mañana. Estaba cansado. Pensar lo agotaba.
Se hizo mas entrada la noche.
Aparto las cajas unos centímetros,que estaban sobre la cama desde hacía una semana y se recostó vestido, después se ocuparía del resto.

Norma C.Echavarría
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