ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

lunes, 21 de abril de 2014

Mi primer escrito acerca del TDAH en adultos. 17 años después...

Adultos Hiperactivos? Adultos Desatentos?
Cuando los niños crecen

Hace 17 años, llevé este escrito a un Profesor de la UBA, para que me dijese que opinaba. Después de mirarlo, y generar varios cambios, cuestionó seriamente la apertura con la que yo deseaba tratar el tema. Norma, dijo, vos no podes decir que tenés TDAH. Sería una locura hacerlo.
Enorme mi desilusión, quedó encajonado por 6 años.( poca seguridad en mi misma, la de entonces), pero al parecer resultó interesante porque alguien tomó mi material como inspiración para su trabajo.
Luego fue convertido en el primer material de psicoeducación para quien llegase a mi consulta y creyese que podría tener este problema. Solo tiene un cambio realizado porque el DSM 5 varió la edad de inicio requerida. El resto, tal cual sigue formando parte de una mirada clínica del TDAH en adultos.
Tanto es así que entre los ejemplos del desorden, están los CD s que ahora diría entraron en el olvido, desde que todo se baja de la web....
Pero sirve para que lean desde cuando ya se hablaba de disfunción ejecutiva...

Después pude ponerme de pie, y transmitir en mis conferencias, que mi propio TDAH era el mejor ejemplo de que aún con este problema se crece y pocos psiquiatras lo ven. Y que no todos los adultos con TDAH son quienes fracasaron en el colegio. De hecho, fui siempre una de las mejores alumnas, y tengo diploma de honor de la universidad de Bs As la mas prestigiosa para estudiar Medicina aún en Latinoamérica.

Mi propia psiquiatra interpretó mis múltiples olvidos y pérdidas infelizmente desde la interpretación salvaje del psicoanálisis. Su infeliz intervención: Y también perdiste un hijo...Cuando de todo lo que he perdido en mi vida, jamás se me hubiera ocurrido asociar la muerte de mi primer hijo, con mis pérdidas por desatenta.

No dejen que les engañen, que les convenzan de que este problema es un invento.
Que cada profesional no educado, que cada profesional ignorante se eduque.
Pueden leerlo, pueden guardarlo, solo lo comparto para que entiendan cuando empezó este camino en mi lucha para que no queden mas sujetos afectados por TDAH sin ser diagnosticados ni tratados.
Mil gracias a todos
Norma Echavarría


Mas allá de la Hiperactividad o la Inatención

Si bien  la actual difusión del Trastorno de Déficit Atencional e Hiperactividad, TDA/H, en el marco de la neurología, la neuropsicología, y la psiquiatría infantil, es reconocida y genera aún polémica, el desconocimiento que existe entre aquellos que trabajamos con adultos, en este tema, es lo que genera mi revisión del mismo.
Un 60-70 % de los niños con éste trastorno mantienen los síntomas en la adolescencia, y un 50% de ellos, en la vida adulta.
Los adultos con este trastorno no deben ser considerados como presentando un “Déficit Atencional sin remisión”,” ni como TDAH residual”, sino que el mismo trastorno puede presentarse en diferentes etapas de la vida del individuo, con características  independientes y propias.
Si tenemos en cuenta que la tasa de prevalencia del T.D.A/H es aproximadamente del 9%, en la infancia, nos encontramos con una cifra mas que interesante.

Estamos frente a un nuevo desafío diagnóstico.

Si el diagnóstico del Trastorno fue realizado en la infancia, es mas sencillo presuponer que la consulta en la vida adulta pueda estar relacionada con la persistencia del mismo.

En algunos casos el seguimiento de los niños con este problema, se plantea como norma del tratamiento, en otros casos no.
En los casos en los que el trastorno no es diagnosticado en los primeros años, puede llegar a la adolescencia o la vida adulta sin hacerse un diagnóstico ,y recién allí ocasionalmente o por la presencia de una comorbilidad, ser detectado.
  
¿Y qué de aquellos adultos que hoy llegan a la consulta , por un  “Trastorno del ánimo” (distimia, depresión mayor recurrente, Trastorno bipolar , etc.), o un “Trastorno de ansiedad” ( T.O.C., Trastorno de angustia, T.A.G, Ansiedad Social, etc.), u otros, o traen un problema ignorando que aquello que consideraron “ su forma de ser”, y que nunca pudieron entender, o nadie pudo explicar, hoy puede tener una respuesta?


¿Cuántos, de éstos trastornos son  en realidad “ la cara “visible” del problema central?
El lado oscuro de la luna, es en realidad un Trastorno de déficit atencional que no ha sido diagnosticado.

Pero, ¿podremos intentar hacer un diagnóstico retrospectivo de T.D.A./H., para poder incorporarlos al grupo de pacientes que mantienen los síntomas de ese trastorno en su vida adulta?

Si bien la forma mas frecuente de encontrarse en el consultorio con un sujeto que presenta este diagnóstico, es a través de  una comorbilidad, no son pocos los casos que llegan tan sólo con los conflictos que le ha acarreado a lo largo de su vida, un Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad.

Estos “niños-grandes”, son adultos que pueden relatar perfectamente toda una serie de características que consideran “su forma de ser”, muchas veces en un relato cargado de ironía y humor cínico.
Han arrastrado un problema, “toda su vida”, sin que nadie les pudiese explicar que extraña alquimia era la responsable de tantos “desastres” acopiados en sus curriculum.


Si bien el objetivo de este trabajo es considerar el desafío diagnóstico del T.D.A./H en los adultos ,debemos realizar un  recorrido por los síntomas que permiten reconocer este Trastorno, dado que resulta indispensable que el reconocimiento del problema se haga a partir de la presencia retrospectiva de los síntomas en la infancia, antes de los 12 años.
Si bien el objetivo final es establecer un diagnóstico, lo principal es encarar el problema mas allá de la Hiperactividad y el Déficit de atención.


I) Impacto del Trastorno, en el ámbito de la Familia y del niño:


El arribo de los padres a la consulta suele ser a través de las dificultades escolares del niño. El docente, o la psicopedagoga del colegio en el mejor de los casos, notan que existe un problema.
Hoy existen elementos de presunción diagnóstica en etapas preescolares, lo que nos llevaría a poder aproximarnos a un diagnóstico lo suficientemente precoz como para disponer de herrramientas útiles, tanto a padres como docentes.
Los padres llegan abrumados con una larga lista de quejas y problemas que los acompañan en algunos casos desde el nacimiento de estos niños.





Cómo se manifiestan estas conductas?

Cuando existen síntomas precoces del trastorno éstos predisponen a los padres a enfrentarse a un niño  “diferente”, la hipersensibilidad y la baja tolerancia a la frustración los lleva a tener que lidiar con un conflicto casi continuo en su casa.
La tensión  lleva a una retroalimentación positiva de los síntomas negativos.


Si tienen varios hijos las discusiones y el clima del hogar se tornan cargados de irritabilidad.
La actitud frente a los adultos, de desobediencia, (que en realidad, no es tal, dado que estos niños no pueden procesar la orden dada), genera en los padres o cuidadores frecuentes castigos y penitencia, sin saber éstos últimos que éstas medidas incrementarán los síntomas de oposición.

Son niños frecuentemente muy cariñosos y afectuosos, que necesitan muchas veces una demostración de afecto permanente, ser el centro de la atención entre los suyos y en sitios a los que concurren.
Esto los lleva a tomar el rol del payaso o el gracioso, sumamente atractivo al principio, pero negativo luego, ya que el niño no acepta que la función debe terminar.

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Estar al cuidado de un niño con este trastorno suele ser agobiante, la alta demanda en su cuidado, y el peligro constante por los accidentes a los que el niño puede exponerse por su constante inquietud o búsqueda de novedades, deja huellas de “cansancio” en sus madres.
Son a veces tan impulsivos o discoordinados motrizmente, que parecen torpes en los movimientos, se golpean, se caen,  manchan la ropa recién puesta, en situaciones donde un niño de su edad ya no lo haría.
Esto explica la frustración y la sensación de “culpa” que muchas veces registran las madres.
Como el trastorno es mas frecuente entre los varones (3:1), y entre éstos es mas frecuente “a predominio Hiperactivo”, nos encontramos frente a niños muy inquietos que trepan y saltan sin parar, y que por la impulsividad suelen romper los juguetes suyos y de otros niños, lo que vuelve al circuito cercano alerta cuando éstos niños van de visita, apartándolos poco a poco de las reuniones sociales.
Sus antes amigos, dejan de serlo, dejándolos afuera de las invitaciones sociales.
Esto no contribuye como es de esperar, a que tengan amigos, cuestión por la que sufren mucho, volviéndolos mas retraídos y a veces mas irritables lo que los ingresa en un círculo vicioso negativo.

Cuando son simultánea o predominantemente desatentos los olvidos frecuentes de objetos personales, (mochilas, útiles, libros, llaves, hojas de trabajos, juguetes, ropa, etc.) les genera vergüenza, siendo por ello generalmente objeto de la burla de los demás.
Por la vergüenza que les genera darse cuenta de los olvidos de objetos, encargues, o tareas, de los accidentes con la ropa, o sus “marcas de guerra”, suelen inventar historias, que les ayudan a sentirse menos inadecuados frente a los otros.
Como son rápidamente descubiertos, se les agrega el rótulo de mentirosos, cuando en realidad solo buscan ocultar las fallas ingobernables a su voluntad.

Son muchas veces detrás de tanta graciosa hiperactividad, y tanto “show”, niños sumamente tímidos, y vergonzosos, también esto último puede ser el representante de una comorbilidad frecuente como lo es la Ansiedad Social.


“Los padres y sus matrimonios

Cómo es de imaginarse, los padres de éstos niños discuten más que los matrimonios que no presentan hijos con este Trastorno, los conflictos por la disciplina en el hogar suelen ser el motivo mas común, conjuntamente con los problemas de conducta si están presentes y el bajo rendimiento escolar, a pesar de ser inteligentes.
Las discusiones incrementan las tensiones internas familiares, y si existen otros hijos, la comparación y las diferencias alimentan más aún el sistema disfuncional.

Las familias afectadas, (pues esto es un trastorno que debe evaluarse como un trastorno en el seno de una familia), suelen aislarse junto con sus niños.

Salir en el auto, hacer las compras, ir a un paseo de compras, salir a un parque, asistir a una función de un teatro, festejar un cumpleaños, todas estas situaciones cotidianas de una familia, suelen ser francamente experiencias estresantes.

Si a todo lo expuesto le agregamos las dificultades en la escuela, las notas, los llamados de las maestras, reiteradas salidas de clase, y muchas veces repetición del año escolar , nos aproximamos a la conclusión de que éstos padres estarán seguramente AGOTADOS.


El colegio” y los diferentes tipos de problemas en él.

Si el niño es hiperactivo, su comportamiento inquieto, hace que esté habitualmente paseando entre los bancos, molestando a sus compañeros, a veces su actividad excesiva como lo es en el caso de las niñas, es mas comúnmente hablar en exceso.
Esta conducta tampoco le permite estar atento a lo que la maestra está diciendo, no copia y no escucha.
Disfruta probablemente de contar chistes, o gracias con tal de obtener la risa generalizada y así ser “el centro”. Esto le permite atender menos aún.
Si el problema es el déficit de atención, el trastorno puede no generar la demanda de la maestra, generando un grave problema académico.
Éstos niños desatentos suelen tener muy buen rendimiento oral, pero  el correlato escrito, es menor.
Se olvidan las tareas, no llegan a copiar las consignas, pierden sus elementos de trabajo, sus lápices están frecuentemente por el piso, sus cartucheras vuelven a casa vacías.
Las mochilas son un caos, hojas sueltas, galletitas, mapas arrugados, libros a los que les faltan hojas, o llenos de manchas “accidentales”.
Por lo general el problema se hace más evidente a partir del 4º grado del colegio primario, donde del cuaderno, pasa a la carpeta, lo que les dificulta su organización.
Si el trastorno es “mixto”, el problema se incrementa.

Por su conducta, los maestros suelen hacerlos responsables de cuanto conflicto surja en el aula, no siendo siempre los responsables, son rotulados “chicos problema”.
El fracaso escolar lleva al niño y a su familia a una situación de constante frustración.

Los niños afectados se aíslan, incrementándose sus dificultades, bajando su autoestima y pudiendo agregarse al problema de base, un trastorno depresivo, o un trastorno de ansiedad, ambos muy frecuentes.

Por lo expuesto anteriormente es que una adecuada orientación diagnóstica en ese momento sería el enfoque mas acertado.

II) Trastorno de Déficit Atencional e Hiperactividad en la Adolescencia.

Cómo llegan éstos pacientes a la adolescencia?
Si los síntomas se desvanecen, qué sucede?
Cuáles son las posibilidades de continuidad?

A.    Remisión  (30%)

B.    No remisión:     1. Adaptabilidad funcional
                                     (70%)            
                              2. Persistencia sintomática atenuada en diferentes áreas.

La gran heterogeneidad clínica de este problema, es responsable de la gran variabilidad en la presentación de los cuadros.
Pero la mas importante a destacar es que el adolescente con este trastorno es un adolescente de riesgo.
El 70-80 % de los niños con este diagnóstico continúan presentando criterio diagnóstico para T.D.A/H. en su adolescencia.
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Si bien la hiperactividad suele ceder, sumado a los “normales” altibajos de la adolescencia, este trastorno puede pasar “desapercibido” también aquí debido a que los síntomas sean solo de “Déficit de atención”.
Sufren en silencio y en el aislamiento.
Los que mantienen un perfil de Impulsividad o hiperactividad, suelen tener problemas con las autoridades, por actitudes desafiantes y problemas de conducta que son muy frecuentes. Aproximadamente un 45 %  presentan problemas de comportamiento, lo que lleva a muchos cambios de escuela.
Un 35% de ellos repitieron un año académico
Un 30 % no termina la escuela Secundaria.
Sólo un 5% termina estudios Universitarios.

Si bien la hiperactividad suele disminuir con el crecimiento puede ser canalizada de persistir, en diferentes actividades deportivas, pero les cuesta mantener la continuidad, rechazan  los entrenamientos reglados, y desisten finalmente.
Si conservan la impulsividad, frecuentemente  manejan vehículos a alta velocidad, con un mayor riesgo  de tener un accidente automovilístico. ( tres veces mayor frecuencia que en población no T.D.A/H.)
Tienen dificultad en sostener vínculos de pareja estables, el aburrimiento y la infidelidad son mas frecuentes, que en aquellos que no padecen este trastorno.

Dependiendo del ámbito socio-económico al que pertenezcan, pueden estar en mayor o menor riesgo.
Entre los grandes riesgos están las adicciones a drogas y las conductas antisociales, los robos o las situaciones de violencia en las que se involucran.
Si arriban “accidentalmente” a las drogas estimulantes, suelen continuar la adicción por sentirse  “mas serenos” es una forma de automedicación).
Tienen mayor consumo de alcohol y tabaco.
Suelen empezar muchas actividades o estudios, y no terminarlos.
Llevan a sus familias, que arrastran con ellos ya años de cansancio, a insistir en diferentes carreras, y así sumar por lo general “más fracasos a su lista”.

Su autoestima es cada vez más baja, y su aislamiento cada vez mas patológico.
Ingresan en un estado de apatía, y letargo, con gran indiferencia hacia ninguna posibilidad de cambio.

Sus habitaciones suelen ser centros de “caos”.si bien los adolescentes suelen dar poca importancia al orden, éstos chicos suelen tener una media entre los libros, los documentos importantes mezclados entre los compacts, los compacts sin cajas, la ropa sucia apilada y arrugada, que sin prejuicio alguno vuelven a ponerse  para cualquier ocasión.
Les cuesta tirar cosas, guardan objetos inútiles, pensando que llegará el día en que lo van a necesitar.
Cuando intentan ordenar, (porque si no, los echan literalmente de la casa), en realidad no ordenan, sin trasladan el desorden a un sitio no visible.


Suelen tener problemas en el manejo del tiempo, por su edad, los padres deciden que deberían poder manejarse solos, y por no poder en verdad hacerlo, llegan tarde sistemáticamente al colegio o al trabajo, con las consecuencias pertinentes.

Suelen subestimar el tiempo en que les llevará hacer una tarea, lo que los lleva sistemáticamente a las corridas y la frustración de último momento, y a más peleas con sus padres o empleadores.
Si tienen temperamentos explosivos, viven en estado de permanente irritabilidad, lo que lleva la convivencia con su familia a una permanente lucha en el estrés, estropeando  las relaciones que  inicia, con gran frecuencia.
Éstos “ataques” suelen disminuir con el paso del tiempo, pero el daño en la familia persiste.
Muchas veces al igual que en la infancia la irritabilidad es en realidad el único síntoma visible de un Trastorno del Ánimo.

Tienen frecuentemente grandes baches de aburrimiento, por lo que recurren a actividades de “riesgo”, que los ayuda a combatirlo (cuando están con una carga de “adrenalina”, son menos propensos al aburrimiento, funcionan mejor.
Suelen tener cambios de estado de ánimo frecuentes, varios en el día, a veces sin poder recordar lo que los motiva, y que generan el desconcierto en las familias y en amigos.

Tienen dificultades en el auto-control, (comen demasiado, son malos perdedores, tienen modos inapropiados, son muy impacientes, no aceptan críticas, suelen tener insomnio preocupados por problemas personales o escolares, no pueden lidiar con bromas amistosas, etc.)
Pueden ser  irresponsables, (miran demasiada TV, son descuidados, no encuentran sus cosas, fingen estar enfermos, culpan a otras personas o cosas, tienen mal manejo de sus gastos, inventan excusas, etc.)
A veces, discuten demasiado con sus padres.
Tienen actitudes egoístas (no quieren comer con su familia, son muy celosos, les cuesta compartir con sus hermanos, son muy demandantes, etc.)
No leen las instrucciones de aquellos objetos que adquieren. Por esto suele hacer un mal uso de artefactos eléctricos, equipos de audio, computadoras, etc.)

Por lo expuesto y por la proximidad de la edad con la niñez, deberíamos pensar que éstos chicos son correctamente diagnosticados, pero suelen tener problemas durante mucho tiempo, sin llegar a ningún tratamiento, ni diagnóstico.

Suelen ser diagnosticados, cuando consultan, sin tener en cuenta la historia previa,
(desde los 7 años.), “de Trastorno Borderline de la Personalidad” o Trastornos Disociales.

Si tenemos en cuenta que es en la adolescencia donde se inicia la inserción en la sociedad, donde se consolida la seguridad en sí mismo, a partir de los logros personales, ya sean éstos en los deportes, en las amistades, en lo académico, o en cualquier otra área, es aquí donde se torna mucho más importante el diagnóstico.
El adolescente que atraviesa todos estos problemas y no es diagnosticado como presentando un T.D.A/H. se va a transformar en un adulto con una gran probabilidad de fracasos, y menor rendimiento en general, esto es un adulto con mal pronóstico.



III)  Trastorno de Déficit Atencional en la vida adulta:

¿Cómo llega un paciente con TDA/H a la vida adulta?

Si bien el inicio del trabajo enfocaba hacia el diagnóstico de esta patología en la vida adulta, fue necesario el aspecto de introducción a los diferentes momentos del mismo.
Para poder realizar el diagnóstico de T.D.A/H. en un adulto es imprescindible, la presencia de los síntomas  mencionados, antes de los 12 años de edad, ahora con la modificacion del DSM 5.


El Déficit Atencional del Adulto es parte del cuadro evolutivo del Déficit Atencional en los niños. Como expresara en la introducción un 50 % de los niños con este trastorno mantienen los síntomas del mismo hasta su vida adulta.
El adulto que consulta puede hacerlo desde diferentes situaciones problemáticas.

Si bien existen casos donde es un hallazgo diagnóstico, lo mas frecuente es que aparezca como motivo de consulta otro problema.

Un 50-70 % de los niños con T.D.A/H, continúan en la vida adulta teniendo el trastorno.
Un 80 % de ellos presenta síntomas de tipo neurótico, (quejas somáticas, miedo, inseguridad, dificultades vinculares, problemas laborales, etc.)
Un 40 % tiene problemas en mantener su trabajo.
Un 75 % tiene problemas interpersonales.


Cómo reconocer cuando un adulto presenta un diagnóstico probable de Déficit de atención?

Consideraremos algunos ítems frecuentes dentro de cada uno de los ámbitos problemáticos.


Desatención:
Si bien no es el objetivo de este trabajo hablar de las disfunciones ejecutivas, hoy se considera a las mismas como el eje del impacto del trastorno de déficit de atención.

Cómo impacta en la vida del sujeto, la desatención, cuando es adulto?

Algunos de los siguientes pueden ser:

·       Parecen no escuchar cuando se les habla
·       Desvían los ojos frecuentemente durante las conversaciones.
·       Reciben de sus pares frecuentes quejas por “no prestarles atención”.
·       Pierden objetos necesarios para su normal desempeño, ( llaves, documentos, planos, libros, apuntes, agendas, teléfonos celulares, ropa, carteras, etc,)
·       Comienzan una tarea, y rara vez la finalizan, sin que alguien les haga una observación, y si comienzan otra les cuesta guardar las cosas que utilizaron en la primera...
·       Tienen dificultades en organizar sus responsabilidades.
·       Sus “escritorios de trabajo” son un verdadero caos.
·       Les cuesta toda tarea que requiera atención sostenida.
·       Suelen verlo “perderse” en sus pensamientos, ensueños diurnos.
·       Suelen ser desorganizados en sus posesiones, (bolsillos llenos de papeles inútiles, carteras llenas de cosas sueltas, cosméticos desparramados, lapiceras sin tapa, llaves innecesarias, etc.) Esto es frecuente dado que se reconocen como olvidadizos, y se llenan de cosas “solo por si acaso..”.
·       Preguntan una vez que se le han dado las instrucciones a seguir, como si no hubiesen escuchado. Esto genera rechazo en los pares, que sienten esto como una manifestación de su desinterés.
·       No desarrollan objetivos independientemente. Trabaja mejor con un “otro” que funciona de “coach”.
·       Si piden instrucciones para llegar a algún lugar porque están perdidos, a la segunda referencia en la explicación, probablemente ya no puedan reproducirla.
·       Presentan dificultades para leer un libro, un párrafo completo, el diario, etc. Deben volver arriba varias veces en el transcurso de la lectura. Se pierden con facilidad.
·       Pierden el foco de lo que están haciendo frente a estímulos externos o internos que despiertan un mayor interés.
·       Les cuesta establecer prioridades en las actividades.
·       Se aburren con frecuencia lo que los lleva a cambiar de actividad, para aumentar el estímulo.
·       Por la desorganización en las tareas laborales, los cambian frecuentemente en el trabajo, o los dejan de promover.
·       Hablan dando muchos rodeos, les cuesta ir al punto, no suelen ser claros en su discurso.
·       Están como en “la luna”.
·       Mantienen una amplia imaginación, por lo que son grandes “creativos”.
·       Son considerados como “vagos”, muchas veces, por la frecuente postergación de tareas o su falta de iniciativa.
·       Por la dispersión importante cometen muchos errores.
·       Tienen dificultades en recordar fechas, nombres, situaciones, ( no, vos no me dijiste ...)
·       Si la actividad que eligen les “interesa”, pueden prestar atención, igualmente lo hacen en forma desorganizada.
·       Suelen invertir el orden de letras, suelen mezclar palabras, hacer mal cuentas, confundir signos, sumas sencillas, decimales, vueltos, etc.

El problema central de los pacientes con T.D.A/H adultos no es tanto la falta de habilidad para organizar o prestar atención como la inhabilidad de activar, movilizar y sostener esas funciones cuando la tarea no los motiva.
La afección implica ambos polos el receptor y el motor.
La alteración de la METAREGULACIÓN o FUNCIONES EJECUTIVAS parece ser la disfunción central del T.D.A/H


Hiperactividad/Impulsividad  - Autocontrol-Irresponsabilidad

Pueden manifestar alguna de las siguientes conductas:

·       Inician múltiples actividades, están casi siempre en movimiento.
·       Hablan excesivamente.
·       Manejan muy rápido.
·       No evalúan las consecuencias de sus actos.
·       Manejan inadecuadamente los gastos y el dinero.
·       Tienen baja tolerancia a la frustración, irritabilidad y cambio del humor.
·       No toleran las críticas.
·       Se rehúsan ha seguir las instrucciones que le dan, hace las cosas, “como le parece”.
·       Comienzan a realizar las tareas antes de recibir las directivas para ello.
·       Interrumpen a otros.
·       Tienen frecuentes “accidentes” como resultado de su comportamiento impulsivo.
·       No tomarán un “no” como respuesta.
·       Les cuesta esperar su turno.
·       Son sumamente impacientes, no pueden esperar.
·       Presentan “movimientos nerviosos” (golpean los dedos en la mesa, mueven excesivamente la pierna o los pies, muerden los lápices, se comen las uñas, etc.)
·       Les cuesta quedarse sentados en situaciones donde deben estarlo (no dejan de moverse en las reuniones, se levantan a buscar cosas, se mueven incesantemente en la silla, hacen ruidos, etc.)
·       Se sobreexcitan fácilmente. Su comportamiento es inadecuado.
·       Les cuesta “decir que no”.
·       Se involucran en actividades de riesgo.
·       Han empezado múltiples cosas, deportes, hobbies, pero tienen “restos” de ellos, por todas partes, recordándoles que “nada terminan”
·       Posponen hacer cosas, siempre hay algo mejor que las obligaciones.
·       Son muy impacientes y ansiosos.
·       Tienen poco registro de cansancio.
·       Suelen mudarse muchas veces de casa
·       Les cuesta o les es casi imposible, mantenerse en una actividad de “ocio”, no pueden estar quietos, ¨relatan que los deprime la inmovilidad”.
·       Suelen tener problemas de sueño ( insomnio, o hipersomnia y letargo)
·       Pueden tener estallidos temperamentales.
·       Evitan los conflictos, por lo general.
·       Si bien son  competitivos, por ser malos perdedores, evitan competir.
·       Les gusta hacer bromas a los demás pero no aceptan que se las hagan.
·       Hacen las cosas con descuido porque las hacen muy rápido.
·       Tienen muy mala caligrafía.
·       Son muy exigentes.


Entre otras características tienen problemas laborales:


Suelen estar en puestos por debajo de su capacidad intelectual, o si son adecuados a ésta, suelen cambiar de trabajos con mucha frecuencia, (se aburren, y se van).
Por los problemas interpersonales suelen ser “rechazados” por sus pares.
Cuando las características del individuo en cuestión no son problemáticas, su hiperactividad, los lleva a ser vistos por sus pares como “una amenazadora presión”. Es muy difícil seguirles el ritmo.
Suelen ser muy críticos, y expresar muchas quejas, lo que llevan al resto de sus compañeros a apartarse.
Hablan demás, y demasiado. Suelen decir lo inadecuado, en el momento inadecuado, y a la persona inadecuada.
Sin embargo suelen ser muy sensibles a los problemas de los “otros”, lo que los lleva a una frecuente dificultad para  decir que “no”.
Los cambios de humor son difíciles de manejar por su entorno.





Suelen presentas Problemas conyugales y en su vida de relación:


Sus parejas, suelen no entender los cambios anímicos, les cuesta entender que en realidad se dispersan porque tienen un problema, y suelen reprocharles que no les interesa lo que les cuentan...( te lo dije, a vos no te importa lo que te digo...etc.)
La impulsividad los lleva a gastos inadecuados, regalos, compras compulsivas, mal manejo de las cuentas...
Si se suma el gran desorden en los papeles, suelen no tener las boletas para pagar cuentas, o pagarlas y perderlas...
     Es un reclamo también secundario a los problemas laborales el menor progreso     económico cuando ocurre,  teniendo en cuenta sus capacidades...

Suelen estar bien solos, ya que les gusta hacer las cosas a su manera, y esto los lleva a otro reclamo más, de parte de la pareja.

Como muchos sujetos son solamente hiperactivos, sin  ser desatentos, suelen dedicarle muchas horas al trabajo, dedicarse a múltiples intereses personales, deportes, actividades sociales, sin reparar en el impacto que esto genera en la pareja y consecuentemente en la familia toda.
Las personas con perfil hiperactivo, suelen tener múltiples ideas, ser generadores de negocios que los estimulan, y frecuentemente ser exitosos económicamente si el manejo del dinero no es un problema en ellos, pero nuevamente el disbalance entre los afectos y el interés laboral genera un reclamo de aquellos que lo acompañan.

Puede la impulsividad, la falta de previsión de las consecuencias de su conducta, y el aburrimiento, llevarlos a la infidelidad, si es en el noviazgo hay múltiples rupturas, si es en el matrimonio, mas discusiones y divorcios.

Suelen ser inconstantes en sus tareas de la casa, y en el control de  los hijos.
Como éste Trastorno tiene un componente hereditario, en una casa suele haber más de un miembro afectado, puede que esto eleve más aún la tensión y se sumen así las complicaciones.

Pueden a esta altura surgir preguntas cómo:

¿Puede un adulto ser distraído, sin por ello ser un adulto disatencional?
¿Puede un adulto ser desordenado, sin ser un adulto disatencional?

Es el conjunto de los síntomas, su permanencia y la invariabilidad de ellos, junto a la repercusión que éstos tienen en la vida del sujeto, lo que termina de poner el sello.

Es la correcta evaluación clínica la que debe discernir ,si ese impedimento patológico le afecta al sujeto más de lo que lo haría con el término medio de las personas, de edad similar y similar nivel de desarrollo.

La diferencia es que la presencia simultánea de todos, o muchos de éstos síntomas llevan al sujeto que lo padece, y no ha recibido tratamiento, a tener serios conflictos en su vida cotidiana y de relación.
El sujeto sufre mas INTENSAMENTE, FRECUENTEMENTE Y SOSTENIDAMENTE que otros de su edad.

No es lo mismo si ocasionalmente alguien por cansancio se adormece leyendo, o se distrae, de alguien que padece crónicamente ese letargo y se distrae frecuentemente al leer, aún estando descansado.


Es muy importante considerar, que muchas veces el paciente llega a la consulta por otro trastorno por lo general “Trastornos del Ánimo ( Distimia, Depresión Mayor, T. Bipolar,etc.) o Trastornos de ansiedad ( TAG, TOC,T. De Angustia,Ansiedad Social, etc)


Considerando todo lo expuesto estaríamos ahora en condiciones de proponer cuáles serían los ítems  a evaluar si estuviésemos frente a un probable caso de T.D.A./H en un adulto.



1.    Antecedentes de síntomas de T.D.A/H. antes de los 12 años de edad, aunque no cumpla con todos los criterios dx.
2.    Dificultades en la organización y y activación del trabajo.
3.    “Letargo diurno” Dificultad para sostener el esfuerzo. Dificultad con el manejo del tiempo.
4.    Presencia en los sujetos de autopercepción de dificultades crónicas en el desempeño académico, laboral, interpersonal. ( “vivencia de ser inadecuado”, sentirse estúpido ).Baja autoestima.
5.    Dificultad en auto-control, y autoregulación. Problemas de comportamiento en varios ámbitos: laboral, familiar, social-interpersonal.
6.    Olvidos “crónicos”.
7.    Dificultades en sostener su atención.( relecturas, distracción, parece no escuchar)
8.    Fluctuaciones en el estado anímico, cambios rápidos, hasta varios en el mismo día.
9.    Baja  tolerancia a la frustración. Hipersensibilidad a las críticas.
10.                     Perfomance por debajo de lo esperable según su capacidad intelectual.






La infelicidad permanente de sentirse “estúpidos”, o inadecuados, la suma de fracasos académicos, interpersonales , laborales, los predispone a una muy baja autoestima, condicionante de la vivencia depresiva.


El T.D.A/H es un desafío diagnóstico que permitirá incluir el tratamiento de sujetos que llevan toda una vida arrastrando un problema, y que por lo general están convencidos que el problema son ellos.



Si logramos como objetivo incluir este diagnóstico como “posible” en la vida de un adulto, luego deberemos conseguir ver mas allá de los síntomas de Hiperactividad e Inatención, que en realidad son solo la punta del Iceberg.

         






  

Dra. Norma Cristina Echavarría
Médica Psiquiatra
Salazar 1536 Hurlingham Pcia de Bs.As                   
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Presidenta de la Asociación Civil Athentun
         


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