ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra
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sábado, 16 de agosto de 2014

ENTRE LAS CRISIS Y EL COLAPSO…


Familia y crisis


Cuando el sistema familiar está crónicamente expuesto a las crisis sorpresivas generadas por uno o más hijos afectados por un Déficit de Atención, severo puede verse arrastrado hacia diferentes ámbitos.
Pero estará involucrado aunque no quiera hacerlo.
La familia se ve bombardeada por episodios en los que siempre se cae algún techo, o alguna estantería.
Siempre sin previo aviso.
Hasta que nos acostumbramos a vivir en zona de huracanes.
La  repetida escena de padres, y hermanos agobiados, sumidos en la vergüenza de sentirse expuestos a un sinnúmero de situaciones que parecen inexplicablemente repetirse, exige que la preocupación se transforme en medidas que den fin al problema.
Porque no podremos darle fin ni a nuestro rol ni a nuestros hijos.
Familias que van transitando diferentes etapas, emparchando diferentes situaciones conflictivas, solo serán familias que se verán enfrentadas una y otra vez  a momentos cada vez mas comprometidos.
Pero, que lleva a las familias a sobrellevar las crisis una tras otra, casi indefinidamente?
Por que extraña razón, los padres adquirimos tranquilidad comprando nuevos pedidos de oportunidades a quien no es capaz de cumplir con ellas?
Empezar a enumerar el vasto crisol de ocasiones en que un padre se enfrenta a los problemas de los hijos que afectados continúan generando sucesivas crisis podría ser un buen inicio, para lograr evaluar la seriedad y la necesidad de tomar medidas en este tema.
Hijos que mienten, ocasionalmente primero, tan solo para evitar ser descubiertos en alguna situación indebida, dicen que hicieron lo que olvidaron hacer, luego deben sostener la mentira, que es en si misma un agobio extra para ellos.
Hijos que no pueden tomar decisiones apropiadas, por su impulsividad o falta de planificación, cuando crecen adquieren derechos que les permiten accionar una y otra vez enredándose en problemas serios.
Hijos que no saben manejar los impulsos, que manejan vehículos a alta velocidad, que los chocan, los abandonan, los dañan por descuidos generados por la inmediatez de  necesidades que los tiranizan, andan por autopistas, sin posibilidad de registro de consecuencias posibles. No solo son un peligro para ellos, sino para los que van en sus automóviles, o los que se crucen en su camino.
Hijos que empiezan a manejar dinero, que gastan sin control ni registro, que se involucran en problemas en el que las deudas se instalan, sorprendiendo a una familia cada tanto, y obligando a todos a una ayuda imperativa, en medio de cada crisis.
Hijos que no pueden sostener una motivación ni por un estudio, ni por un trabajo, hijos que parecen “vagos” pero en verdad están enfermos, reciben sistemáticamente la presión de un entorno que está acostumbrado a descalificar sus acciones.

Hijos protagonistas de promesas incumplidas pero cíclicas, “esta carrera si voy a estudiarla…” “ahora te juro que voy a ponerme las pilas…” Ya me voy a recibir, yo se lo que hago….cuando transitan por las universidades, o peor aún si no han logrado salir del laberinto del colegio secundario donde quedaron atascados injustamente.

Hijos a los que les otorgamos nuevos créditos de confianza, hasta que se  nos acaban.

Hijos que arrastran tras de sí una mochila enorme y pesada.  

Arrastran consigo un historial de fracasos, y decepciones, de golpes y de descréditos.

Arrastran consigo a otros, porque como adultos adquieren la posibilidad de asumir responsabilidades civiles, para las que no están capacitados, viven una vida haciendo las cosas que los “adultos” sin problemas hacen.