ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

miércoles, 27 de mayo de 2020

No somos árboles



Cambios

Todo cambia, eso es un hecho inevitable.

Puede que nos lleve tiempo aceptar los cambios.
Aceptar que tendremos que modificar el plan de ruta que ilusoriamente creíamos seguro.

Somos seres de planes, casi como los árboles buscamos echar raíces que nos sostengan y armamos fortalezas que nos den calma.
Sin embargo, la vida nos recuerda cada tanto, que estamos de paso.

Que aún con un título de propiedad en la mano, un contrato laboral o una cuenta bancaria, todo puede desaparecer de la noche a la mañana.
Los seres humanos venimos con un menú de recursos que contempla nuestra habilidad para lograr adaptarnos  pero
después sin aviso, la vida nos cambia las reglas de juego, los jugadores, o los escenarios.

Puede ser interesante en este momento tan crítico para la humanidad entera, darnos cuenta cuál es el verdadero sentido de este juego.
Teníamos olvidadas muchas cosas, creo.
Un precio demasiado alto para traernos nuevamente a primer plano la conciencia de la vida como valor inigualable.
Si hoy estás angustiado porque se acabaron tus ahorros, o tuviste que cerrar tu fábrica, tu despacho, tu oficina, o tenes parada por completo tu actividad, entiendo perfectamente la vivencia que te envuelve. Nos sentimos estafados, injustamente, sin fuerzas, sin deseos de levantarnos para empezar de nuevo.
Pero te recuerdo, no somos árboles.
Podemos movernos.
Podemos salir de ese sitio en el cual quedamos, y abrir otras puertas.

Te lo digo, porque en este mismo momento, hay familias, que no pueden despedirse de sus seres queridos, que mueren solos.
Cualquiera de ellos, seguramente te cambiaría en el acto el lugar, reinventándose y pensando que va a existir una salida. Daría todo a cambio de la vida de aquel que ama y murió por asfixia de la mano de una enfermedad despiadada.




Si dejamos que la desesperanza se apropie de nosotros, seremos víctimas de nosotros mismos.
Mirá el sol que salió hoy de nuevo.
Respirá y llena tus pulmones del aire frío de la mañana.
Mirá a tus hijos, tus padres si los tenés, mirate al espejo.
Estamos vivos.
Reciclarse es el desafío.

Todo pasa, lo bueno y lo malo también.
Todo se acaba, esto también pasará

Buena semana a todos

Norma Echavarria







miércoles, 13 de mayo de 2020

Perdido en la cuarentena



Perdidos dentro de la cuarentena





Hace un tiempo, surgió esta frase en una cena con mi hijo mas chico.
Mamá necesito ayuda. "Me perdí en la cuarentena".
La madre, quien escribe, se tomó su tiempo para sacar un mapa y ayudarlo, pero luego se olvidó de compartir la experiencia.

Creo que inicialmente debemos ponernos en contexto. Las personas con TDAH no manejamos tan bien el tiempo. Empezar por allí sería un adecuado punto de partida.
Por otra parte, somos víctimas de la atracción que ejercen estímulos a veces irrelevantes, por lo cual nuestra manera de avanzar es enredada.
Y para colmo de males, cuando empezamos algo nuestra motivación se esfuma demasiado pronto, lo que lleva nuestro funcionar a una modalidad aún mas errática y accidentada.

Yo aprendí a organizarme hace tiempo, pero eso fue el producto del privilegio de ser hija del Ingeniero Abel Echavarría, mi maestro y mentor organizativo entre otras cosas, no vino ni con la medicación ni con mis terapias. Vino de practicar a diario hasta encontrar cual era el estilo que quedaba a mi medida.

Para poder comprender un poco lo que Billy mi hijo compartió conmigo, me voy a remitir a entender el proceso del encierro.

Quedamos en Buenos Aires todos guardados casi sin aviso. De un día para otro, se implantó la prohibición de salir de casa, y se pusieron en pausa todas nuestras actividades.
Yo que como les dije, puedo organizarme con tiempo, ya había mudado mi consultorio a mi computadora, porque entendía que lo que sucedía afuera, iba a llegar tarde o temprano.
Obvio, el resto del mundo ya venía de atravesar algo parecido, pero nosotros, viviamos aquí el último día del verano.
Y así nos quedamos.
Como cuando jugábamos de chicos a la mancha hielo.
Congelados en el lugar en que quedó cada uno.

Sin clases, sin trenes, sin horarios coordinados para ordenarnos. Y así como una ruta sin marcación, las personas desatentas solemos perdernos.

Nos manejamos bien cuando nos ayudan cercando nuestros terrenos.
Cuando nos imprimen una agenda en nuestro cerebro.
Diría que el cerebro de los adedianos, es como un enorme loft. Un espacio sin paredes, sin puertas y sin división alguna.. Si no diseñamos algo nosotros mismos, es imposible no perderse adentro.
Sigamos...Norma no te desvíes.

De golpe, casi como un toque de queda, en Buenos Aires se decretó que los días iban a perder su orden. Lunes , miércoles y domingo, serían algo así como lo mismo.

Frente a un diluvio de noticias en la televisión, estábamos hipnotizados, sintiendo que el mundo entraba en un apocalipsis viralizado.



Acá dejo mi juicio acerca de la TV y del resto de las pantallas.. No son muy amigables para quienes perdemos idea del tiempo. Podemos sentarnos inocentemente a almorzar con un noticiero, y nos levantamos cuando nos damos cuenta que se hizo de noche.
En nuestro caso no fue el televisor quien devoró a mi hijo, sino fue la falta de cercos.

Volviendo al relato cronológico, creo que en esta etapa previa a que iniciaran sus clases virtuales, decretamos unas vacaciones de privilegio.
En esta enorme casa, quedamos solo el y yo, y nuestros dos perros.
Diría sin temor a equivocarme que somos los que amamos mas el deporte, y el ejercicio.
Por lo tanto, iniciamos con muchas ganas una rutina que incluyó nadar 70 largos en nuestra piscina.
Dios mio, cuanto privilegio estar encerrados de esa forma.
Y la música de su guitarra, sonaba bastantes horas por dia.. amigos, celular, Netflix.. Los perros, la cocina que es uno de sus sitios favoritos para dar rienda suelta a su creatividad estallo de platos nuevos. El ejercicio es bueno, si comparte espacios con otras cosas. Pero las minivacaciones empezaron a generar desconcierto. Estaban fuera de espacio, no era lo que debía suceder para esa fecha. Las vacaciones empezaron a generar urticaria.

Quien escribe aprovechó para ordenar y limpiar con esmero a cuánta habitación entraba, mechando en los entretiempos con ejecución de recetas: algunas de escabeches y otras para pacientes.

Mi orden, mis bloques me permitieron seguir prolijamente despertarme temprano, él sin embargo dio paso a dormir hasta tarde, que es algo que hace muy bien y con ganas.

El patrón del sueño es algo que muchos perdieron, aún hoy que seguimos encerrados.
Acostarse a las 4 am implica perder de vista que los días tienen mañanas. Y eso se lleva puesto el desayuno, que se torna almuerzo, y la tarde que contiene energías matinales..
Tal vez a ti te pasó lo mismo.

Y la incertidumbre empezó a entrar por las ventanas y las rendijas.
Se metió en nuestra casa cuando en la UBA, Facultad de Ingeniería, no podían decirle cuando comenzarían las cursadas y cómo.
Allí es cuando me avisó que se había perdido.
Parte de su estructura entrenada en este orden que les comento yo
llevo conmigo, le permitió empezar repasando una materia para ganar tiempo cuando dieran la señal de largada.
Y eso le ayudó a construir un cerco propio de a poquito para tomar posesión nuevamente.


La autogestión suele ser muy complicada.
Requiere mucha disciplina y mucha conducta con nosotros mismos.
Él es un joven tremendamente responsable, y por otra parte me di cuenta que ya aprendió también a pedir ayuda. Una gran cosa.

Que podemos decir de perdernos de esta forma en la cuarentena?

Mi reflexión es que cuando nos damos cuenta que seguimos dependiendo de ordenadores externos, estamos fritos.
¿Que es un ordenador externo?
El horario de las clases, que están por ejemplo a dos horas de nuestra casa,  eso trae consigo un horario para el tren, que a su vez trae un horario para despertarse, y eso implica horario para ducharse, desayunar, y obviamente eso genera un horario para acostarse si somos suficientemente responsables.
Ponemos el despertador, y cumplimos, pero el horario nos lo imponen otros.
Eso, eso es dependencia y no es bueno.

Necesitamos aprender a ser los dueños de nuestras agendas, porque esa agenda no es mas que nuestra vida.
Una vida donde caminar deba ser a nuestro ritmo, pero siempre rumbo a nuestros propios objetivos.

Igual se que el diluvio emocional que trajo consigo esta pandemia, nos dejó a todos sin poder desplegar todos nuestros recursos, pero ese tema... es otro tema para otro posteo.

Los dejo, porque siendo las 7 pm tengo un par de cosas pendientes para resolver antes de la cena.

Un abrazo a todos, y mi corazón con cada uno de Uds.


Norma Echavarría