ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra
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viernes, 15 de noviembre de 2013

Ni Challenger ni manzana. Botas.

Tiempo al tiempo Hace bastante escribí mi versión personalizada de las etapas del proceso de Diagnóstico del Deficit de Atención. Ahora, con muchas mas millas recorridas, con un maravilloso equipo que me acompaña en este proceso me veo tentada a actualizarlo.



  I. Etapa del Descubrimiento: Challenger






Cómo se inicia?
 Leiste el blog?
Viste un video?
Leiste un artículo en el diario?


Alguien subió algún artículo en Facebook?
Te llego un Tweet?

No olvidemos la extraña situación pero posible de que tu médico,
tu terapeuta o tu psiquiatra te lo hayan mencionado como factible, y te refieran
a alguien que sabe del tema.

Consecuencias:

Brote abrupto de optimismo.
Climax de expectativas.

 Entras en la web, pasas 16 horas sin comer leyendo todo lo que sea ADHD, ADD, TDA, TDAH, todo lo que aparece te inspira y te emociona.
Te entusiasmas tanto que realmente sentís como si tus pies fuesen a despegar del piso levantando vuelo al mejor estilo Challenger.

 Consejo: Cuidado.



 La euforia, y las altas expectativas desvían y alteran tu buen juicio crítico.
No todo lo que lees es serio.
No todo lo que está descripto es factible para tu caso.

 Es mas, no tienes aún diagnóstico, lo tuyo es una posibilidad. 

No te dejes llevar por suposiciones de cambios inmediatos.
 Llame ya y solucione todo por su TDAH no sirve, en caso en que alguien te dice que exista.

Y el TDAH tiene muchas cosas positivas pero sigue siendo un problema médico, con muchas complejas caras que no hacen fácil tan fácil encontrarlo.
 Todo problema médico, tiene un tratamiento médico.



 II. Etapa de la Espera. La Manzana de Newton. 
Acá llegas ya casi convencido de que sos uno mas de los adultos que viven con TDAH y no fueron vistos. 
Mandas correos.
Llamas por teléfono.
Pides un turno, en caso en que haya alguien que te responda y le creas capaz de ayudarte.
Aquí aparecen los obstáculos concretos. Es porque salís de tu mente al mundo real a coordinar acciones.
Allí te das cuenta, que no hay nadie adonde vives.
 O es demasiado lejos, o demasiado caro, o demasiado largo el proceso.
Te das cuenta que tu sistema de cobertura de Salud olvidó incluir el cerebro entre los órganos del cuerpo que enferman, o no se desarrollan a tiempo, o lo que sea.
Tu cobertura te dice que cubre 1 consulta por mes, o una al año, o que vayas a atenderte por cartilla. Cuando hace años que venís haciéndolo y todos los profesionales por los que rotaste te dijeron que tenías problemas con la Autoridad, o que eras vago, o que todo es algo de tu infancia, que necesitas resolver conflictos con tu padre, tu abuelo o con quien sea que creen responsable de tus oscilaciones emocionales.
O tal vez fueron las muchas psicopedagogas, que te hicieron creer que necesitabas vivir con ellas hasta terminar un posgrado, que no eras capaz de resumir, de recordar, de priorizar, vaya la lista parecería interminable.
Llegas a la lista de profesionales, y te das cuenta que todos se dedican a niños, como si el TDAH fuera solo un problema que se agota cuando te crecen los pelos del pecho, o empiezas a usar soutien. Nuevamente impaciente, te sentís incómodo.
La euforia inicia la caída en picada.
Crece la ansiedad, el displacer y el enojo.
Con la misma velocidad que subiste bajás como la manzana de Newton.
Tu cabeza no para.
Tus piernas se detienen
El empujón del inicio, del blog, del video, del artículo, no te alcanza.
Te piden que vayas a una reunión, queda lejos.
Te piden que llenes escalas.
Que son mas largas que la cola del subte cuando hay huelga de ómnibus.

Te piden hablar con tus padres, tu pareja, tus hermanos, como si fuera sencillo a esta altura de tu vida rastrearlos. Siempre que aún te hablen, siempre que aún te acepten.
 Te agarra un atracón de angustia, o uno de bronca, o uno de vacío.
Te negás a completar tantas preguntas, te enojás con ellos.
Te enojás con Barkley.
Te enojas con you tube, con google, con la dopamina, con todos.

 Consejo: Cuidado.

domingo, 13 de octubre de 2013

Escaleras abajo y Descalza

Ese sí había sido un día realmente difícil.
Caminando de regreso a su casa, envuelta en un atuendo que marcaba elegantemente su cuerpo, el reflejo en la vidriera la detuvo de repente.

 Mirándose como viendo una extraña se quedó perpleja. Su rostro carecía de sonrisa.

 Un vestido de seda, unos stilettos al tono, un chal de terciopelo, una cartera que costaba dos veces el sueldo de su niñera, le gritaban un mensaje incomprensible.
Sólo conservaba un dejo de osadía en los colores.

 La vida le había jugado una trampa, o ella era acaso la única responsable de la distancia.
Distancia de lo que era y lo que había deseado.

Como transportada a un sueño, logró verse en el mismo reflejo solo que con aquel estilo tan propio.
Esa joven recién graduada con la puerta de su jaula dorada mágicamente abierta por un tiempo.
Colores desafiantes, texturas incompatibles con la moda, sus pies casi descalzos, su cabello al viento, sus pinturas en el bolso junto a su almuerzo.
Nada le importaba entonces. No existían horarios, ni protocolos.
Su almuerzo era quesos, una baguette y un vino.
Un bastidor, un atril y un lienzo en blanco.
Todo lo que necesitaba para plasmarse libre.
Y por lo general ocupaban el horario de la tarde. Porque jamás lograba acostarse antes de que amaneciese.
Así era cuando confiaba en su afán por ser artista. Así fue el único premio de libertad que recibiera de sus padres. Un año dedicada a un París inolvidable.
Una romántica de la vida que pretendía vivir entre lienzos y óleos, entre marchants y exóticos personajes.
Quería pintar mas que nada en el mundo. El mundo era para ella un lienzo en blanco.
Un mundo donde sus dificultades desaparecían como por arte de magia, adonde no solo no sufría en silencio sino expresaba toda esa increíble capacidad creativa.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Quien yo? para nada..

Crecer, cumpliendo ineludiblemente años, no implica madurar. Menos aún si una persona presenta Deficit de Atención e Hiperactividad.

Hace un par de años, escribí unas líneas bajo el titulo de "Confianza".
Y hablaba de la importancia del compromiso, como generador de un ser que inspira confianza.
 Y como, la confianza es ingrediente fundamental en la construcción de nuestros vínculos. en todo sentido y rol.

Hoy releerlo me llevó cinco minutos, y el pensar como revertir estas conductas sigue encendido desde entonces.
Porque sigue haciéndome ruido.
 Aparece entremezclado,sin embargo, con el fantasma amenazador del cansancio, del agotamiento.

De los que me relatan su devenir, asociado al mío, de participar del recorrido.
 Y pienso, que es lo que nos está haciendo falta...

 Un trabajo que bien digo muchas veces está rodeado de conductas que los mismos pacientes desearían cambiar, que son las conductas que hacen a su identidad pública, a su imagen de adulto responsable son las que rodean mis días de trabajo.

 Faltan, se ausentan sin aviso, se olvidan las citas, olvidan su compromiso de trabajar un tema y generan infinitas crisis que no hacen mas que dispersar el foco, se excusan, mienten, no se hacen cargo de las obligaciones, como los honorarios, o los acuerdos pactados.

Se sobreinvolucran al mejorar algo, tanto que se alejan de sus tratamientos convencidos de haber logrado superar el problema que los trajo.

Reacciones en donde la posibilidad del autoregistro sigue comprometida, los llevan a preguntarse.. quien yo?
Frente a cualquier reclamo.
Frente a cualquier consecuencia. Y parten, se esconden, huyen, niegan, se apartan del camino del cambio. Creo yo que muertos de miedo, llenos de desconfianza en su capacidad de hacerles frente.

Y se reciclan las dificultades, cuando la vida pasa a ser una serie de crisis inconexas pero consecutivas. Y luego regresan, y vuelven a partir, y vuelven a regresar, cada vez mas dañados internamente.

Y entiendo entonces que su derrotero sea el de ir de un profesional a otro, entrando y saliendo de consultas, sin terminar lo que inician, probablemente convencidos cada vez de poder solos. Son arrastrados por la ausencia de registro, por la impulsividad, por el desgano y la desilusión crónicamente presentes.
Y así es como la rueda sigue girando, aún para quien sabe que puede ser desactivada.

Pero hace falta tiempo, y mucha paciencia, y mucho cariño, compasion y empatía por su sufrimiento.

 Y pienso, cuantas veces mas deberán recorrer las consultas buscando mejorar sus síntomas, si los mismos se encargan de auto perpetuar sus crisis?
Espero que mi motivación, que se que es mucha, me alcance. Porque hace falta que alguien les abra la puerta cuando regresan.






Norma Echavarria
29/8/2013

viernes, 19 de julio de 2013

Esperas esperadas


Hoy llegaba a la sala de espera como otras tantas veces.
Pero esta era diferente.
Había manejado hasta el consultorio.
Y hoy lo había hecho en su propio auto, y había esperado ansioso que llegase el momento, porque le gustaban sus encuentros ahora. Realmente sentía que servían y mucho.
Bastaba hacer algo de memoria, cosa que podía mas fácilmente, para ver miles de escenas que le recordaban tantas otras salas de espera en su archivo de registros.
Y en ninguna encontró sonrisas. En ninguna ganas de entrar, mas bien, excusas para faltar, o simplemente poner el cuerpo mientras su mente decidía no escuchar nada.
Aparecía la imagen de su madre siendo pequeño, que prácticamente a los tirones lo arrastraba para que entrase al consultorio de la psicopedagogía, o la psicóloga, o la pediatra, o también por que no a la dirección del colegio, cuya sala de espera conocía porque era visitante frecuente.

Y detestaba que el colegio ocupara todas las horas que él vivía cual encierro forzoso en esa escuela, sumadas las horas en los consultorios de algún terapeuta, que solo terminaban en enero.
 Salvo en el secundario, cuando la familia entera decidió abandonar la casa de veraneo, y quedarse custodiando su asistencia a media docena de profesores especiales.
Se generó una historia de culpabilidad frente a todo el resto, pero así lo dispusieron sus padres. El se acostumbró al estigma de chico problema.

El sintió siempre el ir a los consultorios como un castigo, a pesar de que todas, casi todas eran mujeres jóvenes. Creían seguramente que poner dibujitos y juguetes a él le iba a generar mayor atractivo.
Seguía sintiendo la misma opresión en el pecho que entonces, solo de recordar tanto sufrimiento.
Y solo recordar cuando la terapeuta quería tomarlo del brazo, le generaba espanto...esas manos lo persiguieron por años, dedos acusadores, sopapos del padre, apretones para traerlo de donde hubiese elegido esconderse...

Rabietas, enojo, furia, que en verdad escondían su enorme vergüenza y angustia.
Siempre marcando una diferencia.
La peor nota, todas las amonestaciones posibles le venían a su reporte.
Seguida por horas sentado en la mesa de la cocina, con la madre policía y comandante en jefe de la tarea, y su padre que llegaba cual Brigadier del Estado Mayor Conjunto, y bajaba castigos de su portafolios.
Y entonces, todo se tornaba predecible, mas reuniones, mas enojo del padre, mas llanto de la madre, mas sesiones con una terapeuta nueva, u otra
psicopedagoga que le ayude en su tarea. Y discursos, de pone ganas, no ves que entendes cuando te explican, no seas vago, prestá atención como cuando miras el partido...

Cambios de colegios, nuevos chicos, que sin saber por que razón de potenciales amigos pasaban a rechazarlo, o a burlarse de su comportamiento. Y obviamente no podía salir, porque debía tareas, o tenía que pasar tiempo con una "psi" algo, o ya nadie quería invitarlo.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Cuanto antes lo sepas mejor.


Tener Déficit de Atención, puede ser algo de lo que nos enteremos siendo adultos, grandes en el idioma de los chicos.
En mi caso, particular, tenía solo 36 años, cuando me desayuné que lo que me hacía divertida y colgada, desordenada, y olvidadiza, torpe e incansable, curiosamente hiperactiva, no era todo mío.

Era parte de la falta de organización de mis funciones ejecutivas cerebrales...Falla genéticamente determinada, compartida con un padre y un hermano.

Que difícil me ha sido deshacerme del estigma.
 Cuantas lágrimas junté, cuantas.
Cuantos autoreproches, cuanto castigo, cuanta exigencia y trabajo extra para hacer lo que otro hacía en automático.
Cuanto dolor ante la repetición de fracasos, en una inentendible desconexión entre las experiencias vividas y el momento presente.
Cuantos adjetivos descalificativos, inútil, imbécil, atropellada, torpe, tonta, apurada, desaliñada, desprolija....por decir unos pocos...
Cuanto trabajo cotidiano, para saber separar lo que son síntomas de lo que era yo misma.
Y cómo podríamos hacerlo? Difícilmente siendo adultos lo hagamos sin recibir ayuda.

Y mañana cumpliré 53.
Y quiero seguir  compartiendo con todos ustedes, lo que 17 años de autoconocimiento me permitieron.
Si bien me hubiera encantado tener un diagnóstico temprano, posibilidad que al menos tuvieron mis hijos,  aproveché lo que tuve sin miramiento alguno.

Y agradezco cotidianamente la oportunidad en que por primera vez perderme, equivocarme, confundirme de sala, en un congreso de la APA en Miami, me permitió conocer el ADD. Que así se llamaba entonces.

miércoles, 22 de agosto de 2012

La punta del ovillo

Fragmento de un diálogo imaginario

Juan: - Quería comentarte algo, puedo?
Martín:- Obvio. - ( Martín no se detiene, ni mira a Juan, su hijo de 19 años y sigue en lo que estaba haciendo)
Juan:- Encontré un blog, que me pasó un compañero de la facu, adonde leí cosas con las que me siento re, reidentificado. ( Juan, al que su padre no mira, tiene el ceño fruncido, y una mirada de angustia y desolación, que nadie registra)..se acerca con hojas mezcladas, impresas, anotaciones, flechas, dibujos...
Martin:- Ah...( sigue en lo suyo, ocupado como siempre)
Juan:- Pa! Me escuchaste?
Martin:- Si Juan, si te escuche. Te gusta un blog...¿Querés que te compre un I Pad?
Juan:- No, Pa, quiero que me escuches.
Martín: Y que es lo que crees que estoy haciendo?
Juan:- Estás ocupado, haciendo 4 o 5 cosas a la vez, y mientras tanto crees que estás escuchando.
Martín: Ah, y es de la facultad? Te sirve?
Juan:- Te dije que me sentía muy identificado, pa. Lo que leo es como un relato de la historia de mi vida....Mis problemas de organización, mi dificultad para terminar y empezar las cosas, todo, todo es como una escena perfecta de mi vida.
Martín: Y está en HD? Digo que tal las imágenes?
Juan:- ( yéndose de la habitación en silencio..., piensa y esboza una sonrisa....) Genético. Eso era, es algo genético. Mi problema es como logro recibir ayuda, si mi padre la necesita antes que yo...

La pequeña historia de Juan y su padre, es la ficción que enmarca millones de historias cotidianas. Posibles. Reales.
Personas afectadas por el Déficit de Atención van a presentar un enorme y primer gran obstáculo para iniciar la búsqueda de ayuda, diagnóstico y tratamiento.
La disfunción que el TDAH genera en sus vidas, limitará, el acceso a la ayuda que necesitan.

La punta del ovillo, será lo mas importante de hallar entonces. No te la pierdas.





martes, 8 de mayo de 2012

Quien apagó la luz?

Tener ganas de hacer cosas, puede no ser realmente un problema.

En realidad muchas ideas, proyectos y las consiguientes ganas de hacerlos posibles, se hacen presentes casi en forma continua, para personas con y sin TDAH,
No saber que deseamos hacer, o no poder identificar lo que nos gusta, puede que sea un obstáculo mas grande.
A veces el problema es que jamás nos preguntamos si lo que hacemos nos gusta.
Simplemente lo hacemos.
Ignorando o pasando por alto la elección como oportunidad personal.
Sabiendo que deseamos, o no, difícilmente evitemos el HACER.
Si empezamos entusiasmados, como suelen ser habitualmente los inicios...el gran tema es cuando con o sin registro de causalidad, la motivación desaparece, sin aviso previo.
Como si alguien de repente apagara la luz, invitándonos a irnos.
Y zas!
Una vez que se apaga, prenderla puede requerir de la energía de toda una central atómica. Y aún así puede que no se recupere.
Y quedamos a oscuras.


Literalmente sin nada de energías perteneciente al entusiasmo con el que iniciamos el mencionado proyecto.
Y así entrar en sinusoides de motivación/desmotivación, puede tornarse una danza que nos deje atrapados en una insatisfacción sin motivo identificable.
El Déficit de Atención, en realidad debería cambiar su nombre.
Debería llamarse Déficit de Intención, como bien lo dice el Dr Russell Barkley. Gran estudioso de este problema y gran maestro.
Porque la oscilación de la motivación, la desaparición de nuestra energía intencional, es lo que nos deja varados y a la deriva como tanteando la salida a oscuras.
Y la Intención, marca las ganas.
Y la motivación, las ganas y la voluntad, dependen del circuito de la dopamina.
Imaginarse que una persona con TDAH pueda compensar la disfunción de un circuito con voluntad y esfuerzo ,entonces no sería casi un absurdo?

Como encender la luz que se apaga sola sin nuestro consentimiento? Como volver a ver cuando perdemos la brújula?
No sería entonces bastante ridículo, aceptar cuando nos piden que pongamos mas GANAS?
Piensen bien.
Vale la pena. El TDAH debería cambiar su nombre....no?

lunes, 12 de diciembre de 2011

Niebla que me deja solo..ciego y sin registro

Cuando un sujeto tiene TDAH puede sentirse como viviendo en una nube.

No reconocerlo de esta manera no impide que los que le rodeen, formalicen sus quejas por no ser vistos!

No ver a los que viven  alrededor, suele hacer que producto de acciones impulsivas se dañen a los seres que acompañan, aman, ayudan.
Aunque lo hagan como pueden, como les sale...
No poder registrar a esos otros, que esperan un llamado, o una visita reiteradamente prometida y reagendada, o simplemente esperan despiertos.. genera un daño que si bien no es intencional, deja huellas. Y cicatrices.

No poder reconocer la existencia de este problema, suele ser en gran parte la dificultad para registrar lo sucedido en esos otros, que comparten nuestro entorno.


Hay sujetos con TDAH que al no poder registrar lo que les rodea, funcionan como solo registrando sus propias necesidades.
Funcionan cual niños egoístas.
Muchas son las variables de un accionar sin control, sin gobierno.

El Deficit de Atención no es voluntario! 
Esperar que quien lo padezca aprenda un accionar diferente, tras un llamado de atención, una queja, o una crítica es absolutamente inútil.
Los sujetos con TDAH sabemos lo que tenemos que hacer! 
El problema es recordarlo, tenerlo a mano EN EL MOMENTO en que debemos recordarlo...