El Deficit de Atencion e Hiperactividad suele ser muy famoso, por las manifestaciones mas comunmente conocidas.
Chicos, adolescentes, adultos muy activos, inquietos, molestos, y/o similar población de distraídos, desordenados, desorganizados.
Llegando tarde, olvidando citas,compromisos, cumpleaños, llaves, atropellados, apurados, impacientes, o quedados.
Ya a esta altura, los que siguen este espacio, teneis una buena imagen de como se cuela este problema por nuestras vidas.
O la de los seres que amamos.
Pero siempre hablando de lo negativo, siempre ocupándonos de las faltas, hoy y ya que hace bastante que no escribía, decidí enfocar el tema desde otro sitio.
Los sujetos con TDAH tenemos la piel finita.
Esa es mi forma de explicar la extremada sensibilidad que nos caracteriza muchas veces.
Muchos, como siempre no todos, sino sería diagnóstico.
Pero si queremos explicarlo, desde la parte biológica, cuando el cerebro madura, la sensibilidad esa característica tan vigente en los niños se va perdiendo. Nos hacemos mas duros, mas insensibles, mas calculadores y analíticos. Mirando lo que conviene, y menos lo que deseamos.
Un sujeto madura y evalúa su posición antes de accionar. evalúa ventajas y desventajas, a la hora de tomar decisiones.
Piensa en términos económicos, en costos y en la conveniencia de las acciones que lo tendrán de protagonistas.
Seguro verán las necesidades ajenas, pero antes de responder calcularán los costos y miraran beneficios, en caso de responder con ayuda.
La sensibilidad, se manifiesta de diferentes maneras...
Las que somos madres, conocemos ésto porque los niños con este problema, lloran y lloran bastante.
Lloran cuando se frustran, cuando aquello que desean no es posible.
Lloran cuando algún amiguito no es capaz de tener con ellos un gesto similar al que a ellos les sale tremendamente fácil.
Y los sujetos con estas características no solo somos impulsivos a la hora de comprarnos zapatos, sino también somos impulsivos a la hora de dar nuestro afecto.
Y eso nos hace ser muy generosos.
Tanto que a veces serlo genera pérdidas económicas reales.
Muchas veces, sintiendo el dolor ajeno, casi mas que el propio.
A veces es tan fuerte la necesidad de ayudar, que abandonamos nuestros puestos para salir a socorrer a otros, cual bomberos de guardia.
No logrando caminar por la calle indiferentes, atentos si al frío que pasa un mendigo, les buscamos abrigo, los ayudamos a sentirse confortables en sus miserias...No soportar el sufrimiento ajeno, puede tornarse también en un problema.
Chicos, adolescentes, adultos muy activos, inquietos, molestos, y/o similar población de distraídos, desordenados, desorganizados.
Llegando tarde, olvidando citas,compromisos, cumpleaños, llaves, atropellados, apurados, impacientes, o quedados.
Ya a esta altura, los que siguen este espacio, teneis una buena imagen de como se cuela este problema por nuestras vidas.
O la de los seres que amamos.
Pero siempre hablando de lo negativo, siempre ocupándonos de las faltas, hoy y ya que hace bastante que no escribía, decidí enfocar el tema desde otro sitio.
Los sujetos con TDAH tenemos la piel finita.
Esa es mi forma de explicar la extremada sensibilidad que nos caracteriza muchas veces.
Muchos, como siempre no todos, sino sería diagnóstico.
Pero si queremos explicarlo, desde la parte biológica, cuando el cerebro madura, la sensibilidad esa característica tan vigente en los niños se va perdiendo. Nos hacemos mas duros, mas insensibles, mas calculadores y analíticos. Mirando lo que conviene, y menos lo que deseamos.
Un sujeto madura y evalúa su posición antes de accionar. evalúa ventajas y desventajas, a la hora de tomar decisiones.
Piensa en términos económicos, en costos y en la conveniencia de las acciones que lo tendrán de protagonistas.
Seguro verán las necesidades ajenas, pero antes de responder calcularán los costos y miraran beneficios, en caso de responder con ayuda.
La sensibilidad, se manifiesta de diferentes maneras...
Las que somos madres, conocemos ésto porque los niños con este problema, lloran y lloran bastante.
Lloran cuando se frustran, cuando aquello que desean no es posible.
Lloran cuando algún amiguito no es capaz de tener con ellos un gesto similar al que a ellos les sale tremendamente fácil.
Y los sujetos con estas características no solo somos impulsivos a la hora de comprarnos zapatos, sino también somos impulsivos a la hora de dar nuestro afecto.
Y eso nos hace ser muy generosos.
Tanto que a veces serlo genera pérdidas económicas reales.
Muchas veces, sintiendo el dolor ajeno, casi mas que el propio.
A veces es tan fuerte la necesidad de ayudar, que abandonamos nuestros puestos para salir a socorrer a otros, cual bomberos de guardia.
No logrando caminar por la calle indiferentes, atentos si al frío que pasa un mendigo, les buscamos abrigo, los ayudamos a sentirse confortables en sus miserias...No soportar el sufrimiento ajeno, puede tornarse también en un problema.