ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

viernes, 12 de agosto de 2022

Historias de protagonistas





Hoy necesito compartir con todos Uds. mi vivencia desde este espacio. Mientras el mas pequeño de mis cinco hijos, se prepara para rendir otro final en la UBA



Hoy tengo muchas ganas de contagiarme de la única energía  que para mí es generadora de cambios. 

Es el amor, el respeto, el trabajo. El retorno a la armonía en una sociedad rota, apurada, exitista, enfrentada, solo por el beneficio de quienes mantienen su poder cuando mantienen esclavizados a un pueblo. Esos seres que viven convencidos que sin esa mísera ayuda no vivirían. 

Hoy siento que somos un pueblo en modo supervivencia.


Quiero compartirles la historia de mi familia, porque siento que no solo el TDAH se hereda.

La historia demuestra que aun con un desorden que nos atraviesa,  y mucha adversidad a cuestas podemos seguir siendo un bloque consolidado en el único proposito de esta vida: Dejar una huella. 

Hacer el bien creando un mundo mas justo, aportando nuestro conocimiento y nuestras ganas de avanzar siempre.

Mi abuelo paterno, fue criado por su madre, soltera, sola y expulsada del seno familiar. En el único  sitio donde recibió ayuda, siendo casi una niña de 16 años, fue en un convento. Allí  no solo la recibieron sino incentivaron su educacion y su independencia. Ella crio a mi abuelo Genaro, en la mas extrema pobreza material. Pero le transmitió el valor de la educacion y el esfuerzo.

Fue así  como él, obtuvo medalla de oro en el colegio, primario y secundario, y con tan solo dieciséis  años escribió  al cónsul de Bolivia pidiendo una beca para venir a estudiar ingeniería  a la Argentina. A esa Argentina pujante que despegaba mostrando un futuro de excelencia.

Y consiguiendo el apoyo para estudiar, que no fue precisamente un subsidio, con enorme sacrificio curso su carrera en la Universidad de Buenos Aires. Se recibió de Ingeniero Civil en 1914.

Cumpliendo su palabra retorno a Bolivia, a devolverle a su pais, lo que le habían dado.. la posibilidad de usar su conocimiento en beneficio del crecimiento y el futuro.

Trabajo duro, volvió por mi abuela y su hija, y durante seis años vivió volando montañas con dinamita, para hacer el tendido de las vías del tren que uniría La Quiaca, Villazón, hasta Oruro.

No solo tuve el orgullo de hacer ese recorrido en el maravilloso tren que aun hoy circula sobre esas vias, sino tengo el honor de haber heredado la perseverancia, el deseo de superación constante y la convicción acerca de que para avanzar, hace falta pasión, educacion, honestidad y esfuerzo.

Mi padre, nació  4 meses después es que mi abuelo muriese en Tupiza. Una semana después  que entrara el tren en esa ciudad, con su misión cumplida y con solamente 36 años. Una mula en uno de esos campamentos de montaña pateo su cabeza. Una infección , tal vez en 1924, con una medicina básica, le quito el futuro.

Otra vez en el seno de la pobreza, ya en Buenos Aires, nació Abel Genaro. Una familia que vivía entonces con un solo ingreso. Seis personas, en casa propia. Y todos recibiendo educacion y formación en valores de esos que hoy escasean.

Y les cuento esto, porque mi padre sin saberlo era disperso e hiperactivo. 

Y fue también un gran alumno, y aunque mas de una vez me confeso el deseo de abandonar la Universidad, por lo difícil de hacer una carrera como Ingeniería como alumno LIBRE, no lo hizo pensando en el futuro. 

Hoy es el presente de ese futuro de mi viejo. El construyo todo lo que surgió en su entorno, con el mismo esfuerzo que su padre llevara adelante a diario. 

Yo aprendi a levantarme temprano, a estudiar y a consolidarme como persona de su mano, con su aliento, el pizarrón y mirando siempre adelante.

Hoy vivo a mis 62 años, en un pais que necesita del esfuerzo de cada uno. 

Y esta cruzada comunitaria no se logra solo remando el bote de cada uno a la orilla, necesitamos el esfuerzo de todos.

Siento que la historia la podemos cambiar siempre. Solo debemos dejar de sentirnos atrapados por aquello que nos ha tocado.

Dejar de quejarnos, y trabajar. Dejar de fomentar el odio por quien logro algo, y caminar juntos. Estudiar, y generar el progreso que merecemos. Comprometiéndonos todos. 

Les conte esta historia porque a pesar de tanto infortunio, que hubieran justificado sostenerse marginalidad y resentimiento, es una historia de grandeza y optimismo. 

Una historia y sigue siendo, de superación, de honestidad y de educacion en la excelencia.

Si crees que no se puede, estas equivocado. Solo debemos volver a sentirnos protagonistas. Mi hijo menor tiene 22 años y elige estudiar en vez de dormir hasta las 15, o salir a cortar calles, o recibir un sueldo sin ir a ningún lado.

Alemania, Japón se levantaron después de una guerra, no porque tuvieron subsidios. Fue porque estaban convencidos que el único camino es la educacion, la justicia y el esfuerzo comunitario.

Como decía Mario Benedetti. No te salves, no te llenes de calma. 

Que tengan todos un bonito fin de semana.

12/8/2022

Norma Echavarria


domingo, 11 de julio de 2021

Cafe con Expertos. Entrevista II Dr Biederman José

 

Y la segunda entrevista que realizamos junto a la Lic Eleonora Giusti, y gran grupo del team del Capítulo TDAH de la Asociación Argentina de Psiquiatras, ya esta disponible


Les dejo el link, pero vayan suscribanse y les llegara la notificación para el próximo
domingo!!!!

Quien sera que viene a tomar un café con nosotras?

Las portadas son de Luli, una genia!!! Gracias Lucia Miri Echavarria!!! Síganla en Instagram en @espaciotdah. Una genia!



Caf'e con Expertos en TDAH

CAFE CON EXPERTOS. UNA SERIE DE ENTREVISTAS A 20 PROFESIONALES ESTRECHAMENTE VINCULADOS AL TDAH!!

Pueden disfrutarlas con la premiere semanal y la sorpresa. 

Ya estan en demand, el Dr Russell Barkley y el Dr Jose Biederman en mi canal de youtube. Suscribite y te recordara el evento.

Junto a la Lic Eleonora Giusti, hemos realizado entrevistas increíbles, que compaginamos en equipo con los profesionales del Capitulo TDAH de la Asociacion Argentina de Psiquiatras.

No se lo pierdan. Son especialmente para nuestra comunidad hispanoparlante.

Gracias !!!







viernes, 11 de diciembre de 2020


Cerremos el 2020 concientes.

Diciembre, mes donde todo lo que arrancó en marzo de golpe termina, y los balances se hacen sentados en la mesa de la cocina. 

Terminan las clases, se amontonan materias aplazadas, se rinden exámenes, se descubre el telón de la verdad que se vino barriendo debajo de la alfombra, aún en cuarentena al parecer en el informe tu hijx tiene ocho materias abajo. 

Fue un año tremendo. 

Y cuando uso tremendo, tambien incluyo pensarlo como algo único. 

Si vos tienes hijxs en etapa escolar, a vos en especial va dirigido este mensaje. 

Porque este año propongo subirte al podio y darte un doble premio. 

Y si tenes hijxs con TDAH en el mismo esquema, ya sos mi candidatx al Martin Fierro de oro. 

Porque todo fue carrera de obstáculos. 

Primero volver de vacaciones, prepararlos para inicio de clases. 

Excitación, organización, materiales, uniformes, delantales, horario de clases, reinicio de terapias, vuelta a pedir turnos para pediatra, neurologx, psiquiatra, psicopedagogx, coordinar acompañante, fono, T.O, recetas, vacunas, y todo lo que sabemos te piden para arrancar prolijamente. 

O tal vez, encima de todo, vos no llegaste a tiempo, y tu hijx se quedó a tu cargo: fuiste madre-padre, maestrx, terapeuta, acompañante, psicólogx, aunque zafaste de ser Uber.

Y nos pasó por arriba a todxs la pandemia, la cuarentena, la convivencia sin posibilidad de salidas.

El miedo, la angustia, los cuidados, las explicaciones que no cerraban, las que nos dieron y las que teníamos que darles a ellos. 

Al principio, todo era masa madre, zooms de amigos, cartas, Netflix, Play, y siestas. 

Dijimos chau a los horarios y vivan las vacaciones obligadas. 

Salvo si aparte de todo sos personal de salud, o tu trabajo entró en el rango de los indispensables.

Todo se fue alargando mientras los ingresos y la paciencia se achicaron. 

El humor se fue alterando, la felicidad familiar se mezcló de hartazgo y seguramente no supiste a esa altura de que disfrazarte para explicarle a tu hijo que eran las placas tectónicas, o que paso en la epoca de oro de Mitre, Sarmiento y Avellaneda. 

 Mientras tanto tu trabajo se metió en tu casa, usurpó la mesa del living, tu cama, o te llenó de insomnio la noche, y te mostró que necesitabas una computadora que no podías comprarte.

Este fue un año intenso de familia, o de percibir su ausencia.

Podría enumerar mil situaciones, y asi seguiríamos sumando. 

Hoy quiero acompañarlos de una manera diferente.

Porque si estás leyendo esto, vos pudiste atravesar la tormenta.

Muchas familias,  este año perdieron a un ser querido. 

El covid se llevó la vida de madres, de hermanos, de tías, de abuelos y no nos dejó manual de instrucciones para lidiar con esto. 

Muchos perdieron sus trabajos, sus ahorros, sus sueños, todos perdimos pero también ganamos algo.

Aprender es un buen saldo después de todo. 

No existen las certezas, nada en nuestro para siempre, todo es incertidumbre y transitoriedad pero nos habíamos convencido de otra cosa. Viene bien la movida de piso si estábamos adormecidxs.

Quiero enviarles mi mayor abrazo y va con enorme reconocimiento al mérito. 




Vamos a necesitar mucha energía, para seguir pues la tormenta no se ha terminado. Esperemos renovar nuestra esperanza junto a nuestra energía este año. 

Nuestro brindis será dentro de nuestra burbuja segura, y conservando tanto los cuidados como la fé. Podemos cambiar si vamos como sociedad consciente, honesta, educada y comprometida. 

Todo comienza en casa, alrededor de la mesa de la cocina, donde educar a nuestros hijxs es nuestra
tarea, y no es delegable. Gran aprendizaje si no te habías dado cuenta.

Feliz 2021 a todxs. Feliz Hanukkah y Feliz Navidad a todos.


Norma Echavarria

viernes, 14 de agosto de 2020

Un Cachito, un ratito, que se yo

 

Un cachito, un ratito, que se yo.


Vivir en la Argentina es una experiencia intransferible. Hasta para los que compartimos vivir en esta tierra, se nos hace difícil individualizar nuestra idiosincrasia.

Recuerdo hace muchos años, cuando mi tía que era norteamericana, intentaba aprender a cocinar platos de nuestras comidas típicas. Mi tío un médico exiliado que siempre extrañó el tango y las medialunas, le regaló el libro de Doña Petrona C de Gandulfo. Los jóvenes no sabrán seguro de que hablo, pero ok google les dará un pantallazo. 

Mi tía Peggy, me preguntaba que era un poquito de sal, un cachito de pollo, un ratito en el horno. Ella venía de la escuela de Julia Child, una maestra de la cocina formal.  Al volverme a casa, traje conmigo su libro. Allí me cayeron todas las fichas. Eran 15 g de sal. 15 minutos de horno a 260 grados, y una pata de pollo mediano.

Más adelante tuve la suerte de ingresar en la UBA, justo cuando reinstalaron los exámenes de ingreso. Era recorrer el subsuelo, en busca de planillas pegadas en las paredes, donde cada uno debía encontrarse para saber si había entrado. Ese día, semi tirada en el piso, para leer las hojas sueltas que los interesados arrancaban para su comodidad, entendí la genética de esta tierra.

Pero hoy el menor de mis hijos, en segundo año de Ingeniería, está luchando con plataformas online que se caen horas antes de un examen, con profesores que les preguntan a los alumnos por el número de teléfono de los adjuntos, por consignas que no aparecen, por materias que se contabilizan con notas, y luego no computan. En vez de estudiante es malabarista. Todo un genio de seguir firme al pie.

¿Saben acaso porque no tenemos estadísticas en salud? Porque hay que anotarlas. Porque debemos seguir reglas, y respetar consignas dadas por quien en cada instancia es la autoridad competente. 

Porque es un país de gente fiaca. Nacimos cansados. Somos cómodos, nos gustan las cosas atadas con alambre. ¿Porque? Porque da lo mismo y cuesta menos. 

Pero en nuestro país, los argentinos somos todos bananas. No respetamos ninguna autoridad, ni creemos en las reglas. Interpretamos las leyes y las normas a nuestra máxima conveniencia, porque da igual. ¿No?

Y yo hija de un Ingeniero Civil, formado en valores y principios, fue de las que se quedaban haciendo la cola, mientras la puerta lateral mostraba un intenso flujo de acomodados. Pero siempre sentí orgullo por hacer lo correcto.Y así aprendí a pagar los impuestos y los servicios en el primer vencimiento. Luego la puerta lateral de las moratorias me hacía sentir una tarada. Quien incumplía pagaba en cuotas y la mitad que quien les escribe.

Y estudiaba a conciencia, mientras mis pares mil veces se copiaban. Y esperaba mi turno para conseguir una revisión o una aclaración mientras los que se colaban se iban antes.

¿Porqué será que los argentos venimos tan pero tan fallados? 

Será que vamos a seguir repitiendonos que fuimos colonizados por bárbaros que aniquilaron a pueblos nativos pensandolos ignorantes? 

¿Será que hagas bien o mal las cosas, acá todo vale y terminan arruinando hasta el que es mas derecho de todos?

Somos un pueblo donde el resultado vale mas que el proceso. 

Donde tener un auto patente AD es el objetivo que transmitimos a nuestras generaciones mas jóvenes. No importa de donde salen los dólares. Si venden droga, o tienen una cueva, o trafican personas, o son funcionarios corruptos, profesionales inescrupulosos, o comerciantes deshonestos, nada pesa. 

Todo vale acá. La odisea de los giles, queda hecha un poroto. Es el país donde todo se arregla, menos obviamente nuestro crecimiento.

El investigador, y el jubilado por decir algo, viajan en bondi, y veranean en Mar del Tuyú en cuotas mientras el puntero, el sindicalista o el que trabaja en negro y jamás existió para la AFIP, tienen un Audi TT, y  un departamento en Miami. 

¿Ustedes saben lo que logramos como país? 

Que un adolescente piense estudiar, algo que rápido le de mucho dinero, no le genere ningún esfuerzo, y le permita vivir de vacaciones jugando a la play 24 x 7. Logramos reciclar el desinterés y la apatía.

¿Un poquito, un cachito de educación? No, eso lleva tiempo y terminás siendo un esclavo del sistema. 

Nadie quiere gente que piense, que se de cuenta que las promesas jamás serán cumplidas, y que un país de brutos es altamente gobernable por los que solo buscan llenarse los bolsillos e inflar su ego.

Metete en la política, terminás en una lista nombrado concejal, diputado, asesor, o trabajas en mantenimiento de un Banco estatal, y veraneas todos los años en el Caribe all inclusive.

Nos falta todo. 

El día que podamos entender que solo un pueblo pensante y educado puede votar pensando en un futuro común digno, resignando el bienestar personal inmediato, por un bienestar común y propio pero a largo plazo, ese día...en el libro de Doña Petrona van a figurar los gramos, y el tiempo.

Que se yo.. cada día que pasa extraño mas el libro de Julia Child.


Hasta mañana.

Norma