ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

viernes, 14 de agosto de 2020

Un Cachito, un ratito, que se yo

 

Un cachito, un ratito, que se yo.


Vivir en la Argentina es una experiencia intransferible. Hasta para los que compartimos vivir en esta tierra, se nos hace difícil individualizar nuestra idiosincrasia.

Recuerdo hace muchos años, cuando mi tía que era norteamericana, intentaba aprender a cocinar platos de nuestras comidas típicas. Mi tío un médico exiliado que siempre extrañó el tango y las medialunas, le regaló el libro de Doña Petrona C de Gandulfo. Los jóvenes no sabrán seguro de que hablo, pero ok google les dará un pantallazo. 

Mi tía Peggy, me preguntaba que era un poquito de sal, un cachito de pollo, un ratito en el horno. Ella venía de la escuela de Julia Child, una maestra de la cocina formal.  Al volverme a casa, traje conmigo su libro. Allí me cayeron todas las fichas. Eran 15 g de sal. 15 minutos de horno a 260 grados, y una pata de pollo mediano.

Más adelante tuve la suerte de ingresar en la UBA, justo cuando reinstalaron los exámenes de ingreso. Era recorrer el subsuelo, en busca de planillas pegadas en las paredes, donde cada uno debía encontrarse para saber si había entrado. Ese día, semi tirada en el piso, para leer las hojas sueltas que los interesados arrancaban para su comodidad, entendí la genética de esta tierra.

Pero hoy el menor de mis hijos, en segundo año de Ingeniería, está luchando con plataformas online que se caen horas antes de un examen, con profesores que les preguntan a los alumnos por el número de teléfono de los adjuntos, por consignas que no aparecen, por materias que se contabilizan con notas, y luego no computan. En vez de estudiante es malabarista. Todo un genio de seguir firme al pie.

¿Saben acaso porque no tenemos estadísticas en salud? Porque hay que anotarlas. Porque debemos seguir reglas, y respetar consignas dadas por quien en cada instancia es la autoridad competente. 

Porque es un país de gente fiaca. Nacimos cansados. Somos cómodos, nos gustan las cosas atadas con alambre. ¿Porque? Porque da lo mismo y cuesta menos. 

Pero en nuestro país, los argentinos somos todos bananas. No respetamos ninguna autoridad, ni creemos en las reglas. Interpretamos las leyes y las normas a nuestra máxima conveniencia, porque da igual. ¿No?

Y yo hija de un Ingeniero Civil, formado en valores y principios, fue de las que se quedaban haciendo la cola, mientras la puerta lateral mostraba un intenso flujo de acomodados. Pero siempre sentí orgullo por hacer lo correcto.Y así aprendí a pagar los impuestos y los servicios en el primer vencimiento. Luego la puerta lateral de las moratorias me hacía sentir una tarada. Quien incumplía pagaba en cuotas y la mitad que quien les escribe.

Y estudiaba a conciencia, mientras mis pares mil veces se copiaban. Y esperaba mi turno para conseguir una revisión o una aclaración mientras los que se colaban se iban antes.

¿Porqué será que los argentos venimos tan pero tan fallados? 

Será que vamos a seguir repitiendonos que fuimos colonizados por bárbaros que aniquilaron a pueblos nativos pensandolos ignorantes? 

¿Será que hagas bien o mal las cosas, acá todo vale y terminan arruinando hasta el que es mas derecho de todos?

Somos un pueblo donde el resultado vale mas que el proceso. 

Donde tener un auto patente AD es el objetivo que transmitimos a nuestras generaciones mas jóvenes. No importa de donde salen los dólares. Si venden droga, o tienen una cueva, o trafican personas, o son funcionarios corruptos, profesionales inescrupulosos, o comerciantes deshonestos, nada pesa. 

Todo vale acá. La odisea de los giles, queda hecha un poroto. Es el país donde todo se arregla, menos obviamente nuestro crecimiento.

El investigador, y el jubilado por decir algo, viajan en bondi, y veranean en Mar del Tuyú en cuotas mientras el puntero, el sindicalista o el que trabaja en negro y jamás existió para la AFIP, tienen un Audi TT, y  un departamento en Miami. 

¿Ustedes saben lo que logramos como país? 

Que un adolescente piense estudiar, algo que rápido le de mucho dinero, no le genere ningún esfuerzo, y le permita vivir de vacaciones jugando a la play 24 x 7. Logramos reciclar el desinterés y la apatía.

¿Un poquito, un cachito de educación? No, eso lleva tiempo y terminás siendo un esclavo del sistema. 

Nadie quiere gente que piense, que se de cuenta que las promesas jamás serán cumplidas, y que un país de brutos es altamente gobernable por los que solo buscan llenarse los bolsillos e inflar su ego.

Metete en la política, terminás en una lista nombrado concejal, diputado, asesor, o trabajas en mantenimiento de un Banco estatal, y veraneas todos los años en el Caribe all inclusive.

Nos falta todo. 

El día que podamos entender que solo un pueblo pensante y educado puede votar pensando en un futuro común digno, resignando el bienestar personal inmediato, por un bienestar común y propio pero a largo plazo, ese día...en el libro de Doña Petrona van a figurar los gramos, y el tiempo.

Que se yo.. cada día que pasa extraño mas el libro de Julia Child.


Hasta mañana.

Norma

1 comentario:

  1. Siento no acabar de estar de acuerdo contigo, Norma. Si donde pone Argentina pones España me parece que sería igual de válido lo que escribes...
    Un abrazazo

    ResponderEliminar

Tu comentario es siempre bienvenido.