
Probablemente quien esté en pareja esté proyectando en casarse, o convivir y piensa que allí recién empezará a ocuparse de su vida de a dos.
Quien esté estudiando, pensará en el día en que trabaje, ejerciendo eso mismo que estudia.
Quien tenga niños pequeños, sueñe con ellos cuando crezcan.
Y quien no los tiene con el momento de tenerlos.
Vivimos desde mi observación por cierto, o focalizados en lo que hicimos o no hicimos antes, o en lo que deseamos hacer algún dia.
Y el Presente, es como un espacio de transiciones.
Tiempo de gran vacío y desvalorización, tiempo casi sin registro de existencia, muerto, desvalorizado, casi inútilmente en el medio de los dos grandes protagonistas.

Tal vez nos ayude a disminuir la mirada despiadada sobre nosotros mismos y nuestro entorno.
Con suerte nos abre la puerta para imaginar un futuro de oportunidades, que antes de tratarlo eran parte de una mera y utópica fantasía.

Miedos, falta de práctica, carencia de experiencia dejan a ese espacio cual uno del que queremos huir.
Si bien la posibilidad de parar un minuto y poder pensar antes de hablar es algo posible, acaso es que
por ello sabemos como hacerlo?


Por ello, es que desde hace mucho creo mas en el ensayo que en el estreno.
Y adultos reunidos semanalmente dan pleno testimonio de la enorme fuerza que este proceso posee.
Hablo de los Talleres para personas adultas con Déficit Atencional e hiperactividad.
Trabajando desde hace tanto como psiquiatra en este tema, y desde mi propia experiencia de vivir con él es que diseñé este modelo.
Mucho antes que Safren iniciara su esquema de Terapia Cognitiva para TDAH, o que Mary Solanto escribiese acerca de el enfoque de trabajo que ha publicado. Ambos excelentes modelos, pero en contextos diferentes, por cierto.
Como siempre creo que el proceso de aprendizaje sucede en varios sitios simultáneamente.
Ya en el 2004 el Dr Thomas Brown, maestro y experto estudioso del tema, escuchó la evolución de ese trabajo, que tenía entonces 6 años de existencia, dándome mas aliento que lo que nadie antes hubo podido.
Porque una persona con Déficit de Atención e Hiperactividad, que crece, no mejorará sus notas, ni disminuirá sus amonestaciones como en los niños o adolescentes.
Un adulto que mejora sus síntomas, suele quedar muchas veces paralizado ante la falta de rumbo, como si de andar años por caminos de ripio, lo dejaran con un auto veloz en medio de una autopista de 6 carriles.
Sin práctica no hay aprendizaje.
Y aprender duele, y da miedo, e implica salir de un área de comodidad.
Comodidad dijiste Norma?
Quien cree que un adulto con TDAH está cómodo?
Obvio, en realidad el estrés crónico de vivir fallando, tropezando es incómodo.
Pero es la incomodidad mas familiar y conocida. Desde la que seguramente armamos nuestra obra, nuestra película.
Por eso, si eres un adulto, y fuiste diagnosticado y con suerte recibes tratamiento farmacológico, no olvides, debes reaprender a convivir con el cambio.
Debes reaprender a conectarte.
Primero contigo mismo, luego de saber quien eres realmente.
Y luego con tu entorno.
Y deberás elegir, cosa que antes era imposible.
Pues elegir, implica tomar decisiones, algo que queda en el pantano de las disfunciones ejecutivas del TDAH.
Ensayamos comunicarnos, repetimos modelos adonde el foco está en el transmitir lo que deseamos, en chequear que se haya entendido al menos lo que queríamos transmitir, en la forma, en las emociones, en la sensación de confort creciente con nosotros mismos.
Y partimos del respeto y la validación de cada uno de los seres con quienes nos conectamos.
Y de entender los porque de nuestras conductas, y reconciliarnos.
Perdonar y ser perdonados.
Ensayamos mostrar nuestras verdaderas emociones, diferenciando el miedo de la angustia, el enojo de la complacencia, entendiendo nuestros tiempos y ensayando maneras diferentes de ayudar a transitarlas sin quedarnos enredados en ellas.
Aprendemos que las emociones son transitorias, aunque sujetos con TDAH las vivamos como un Tsunami, podremos regularlas si aprendemos a no escapar mas de ellas.
Ensayamos compartir, disentir, comunicarnos. Ensayamos como podemos mostrarnos desde otro lado, como podemos ser amados por lo que somos, en lugar de ser rechazados por lo que hacemos.
Aprendemos entre todos a descubrir quien es cada uno de nosotros. Abandonando los disfraces con los que ingresamos al grupo.

De la independencia a la interdependencia sana.
Del afuera hacia nosotros, del ya mismo al largo plazo.
De la satisfacción inmediata a la espera por algo muchas veces muy valioso, que por intolerancia a esperar no fue parte del guión de nuestra obra.

Aprendemos a enamorarnos de quien somos realmente.
Y aprendemos que el destrato no es negociable.
Aprendemos a decir que NO, y si es necesario BASTA.
Lo hacemos junto a otros que padecen lo mismo, que entienden, con quienes nos miramos a los ojos como si nos viésemos frente a un espejo. Guiados por profesionales que acompañan con inmenso amor y paciencia el proceso.
Aprendemos a perder el miedo, que genera siendo adulto el darnos cuenta que es momento de Elegir que deseamos hacer con nuestras vidas.
No olvides.
La práctica, el ensayo grabará en tu cerebro nuevas maneras de accionar, de registrar y registrarte.
Sólo el practicar las maneras mas adecuadas, y hacerlo en el entorno que sirve como una plataforma de lanzamiento segura. Aprendemos a ser aceptados por los demás sin tener que recubrirnos de excusas, de exigencias, ni mentiras, dejamos al impostor en el camarín y salimos victoriosos a escena.

No podemos crecer desde la humillación, y la vergüenza.
Creceremos juntos en medio del afecto, la sonrisa, el permiso de ser quienes somos.
Y todos, absolutamente todos merecemos tener nuestros nombres brillando en las marquesinas
No olvides, buscar tu propio escenario para el cambio.
Norma Echavarría
copyright
2012
Muchas Gracias Norma :) estas palabras me dan aliento y me hacen sentir que se puede, que de seguro requiere trabajo y compromiso para con uno y con el entorno, pero que se puede estar mejor! Ojala pronto yo ande por ahi... besitos
ResponderEliminar