Carpe Diem.

Carpe Diem

La tristeza por la muerte de Robin Williams me dejó de luto, y preferí tomarme un dia de silencio.

No solamente por ser el famoso actor que acompaño mi crecimiento desde Mork y Mindy…por regalarnos las historias que marcaron tantas vidas, tantas risas y tantas lágrimas…

Carpe Diem….cuanta ironía amigo…espero no olvidarte nunca.

Mi luto es también por la crueldad que implica el padecimiento de las enfermedades mentales en los seres humanos. Y Ustedes todos saben de que estoy hablando cuando digo sufrimiento.

Y pensaba, seguramente que Mr. Williams podía acceder a pagar el tratamiento que eligiese, cosa que muchos aquí, o aún en USA, o España no pueden elegir siquiera.

Aún así, nadie ni nada, pudo detenerlo a tiempo.

Pensaba en lo devastador que puede ser a un sujeto el lidiar una vida desde pequeño como el sufrimiento disfrazado, teñido de comedia, necesitando generar en los demás los estruendos de felicidad que desconoce.

La depresión, una de tantas artífices de las ideas de muerte convive en nuestra población  en todas las edades.

 La soledad acompañada de rutinas, la vida vacía de sentido, los momentos de nada misma sin salida que muchos seres relatan en forma sistemática y sin encontrar muchas veces adecuadas respuestas…

Algunos dijeron que el actor tenía Déficit de Atención e Hiperactividad, otros que tenía un trastorno Bipolar, otros simplemente que era víctima de la telaraña de la maldición que rodea a las adicciones. Alcohol, cocaína…

Poco importa el nombre, solo sabemos que el padecimiento era un viejo gran conocido en su vida.

Seguro no empezó por las drogas, porque ese escalón suele ser el visible de una patología que se ignora o no se ha tratado y que convive debajo de la superficie..

Y mientras tanto los presupuestos públicos se siguen asignando a cientos de proyectos inútiles a la humanidad, dañinos, armas, guerras, competimos por quien llega a Marte, o quien construye una ciudad debajo del Océano simulando la Atlántida mítica.

Y  así seguimos creyendo que los problemas mentales son solamente producto de malos padres, crianzas inadecuadas, de represiones pulsionales, y dejamos así que millones de seres pierdan el tiempo sin llegar a recibir una atención adecuada. Prohibimos hablar de diagnósticos, siguen las peleas eternas por saber de que forma abordarlo.

Y los médicos investigadores, científicos, académicos estudiosos de la Salud Mental pelean por magros presupuestos, por becas para seguir dedicados a aprender mas acerca del misterioso camino del cerebro y sus conexiones…

Y se pierden miles de personas cada año, algunas tan públicas que todos nos conmovemos con su muerte, otras anónimas, obviamente la mayoría.

Los que con su intento fallido ,a veces por suerte para los que los aman, nos gritan que nos demos cuenta que sufren en silencio, siguen en lista de espera.

Es cierto, la atención en Salud Mental no está incluida dentro de las prestaciones obligatorias de los programas de Salud, privada ni pública como corresponde, al menos en Argentina, se que mucho menos en Estados Unidos.

A pesar de que tenemos en nuestro país por ejemplo una mueva ley de Salud Mental, aún lidiamos con el reconocimiento de muchas patologías, como la que motiva estos posteos, cuya medicación excede el presupuesto familiar con creces…y los descuentos no existen, o son trámites eternos… Y llevan a que se abandonen tratamientos por un desgaste que agobia.. O no hay médicos capacitados para la demanda existente..

Las obras sociales, dejan a los psiquiatras que somos los que escuchamos a los pacientes, con tan magros pagos que son una puerta abierta a nuestra partida.

Por haber elegido profesiones que ayudan al prójimo,  algunos creen que los médicos estamos 

24 x7 disponibles para resolver todo problema…

Se jerarquiza a otras prácticas, se minimiza la importancia de la Salud Mental.

O las mismas situaciones laborales llevan a médicos que desean forjarse una vida digna, a atender 16 pacientes por día, que implican 18 horas de trabajo, sumando el viaje.

Hay alguien que crea posible que esa atención será apropiada?

Puede un ser humano, por mas profesional que sea tener semejante carga y trabajar cual un operario, cuando lo que maneja en sus manos son las vidas de otros?

Cuando decidimos algunos osados, no  depender mas del sistema de explotación laboral y pretendemos seguir atendiendo, los honorarios pueden ser demasiado altos para que todos los pacientes puedan hacerse cargo.

Entonces parecería cual caminar en la rueda de un  hámster…

Quien cuestiona los honorarios de un cirujano? Acaso parece mas importante sacar una vesícula, o hacer un reemplazo de cadera que salvar posiblemente la vida no sólo de un sujeto, sino de una familia entera? 

El mismo paciente suele carecer de valoración al trabajo realizado junto a ellos, esa es la máxima ironía…Pero se supone que son los afectados, es mas entendible al menos.

En el área Pública, algo parecido, alto recambio de profesionales, falta de tiempo en cada sesión para hacerlo como es debido, poca supervisión, buena voluntad pero alto desgaste para ambas partes.

La Salud Mental está devaluada, en todo el mundo.

En el siglo del cerebro, las emociones se ignoran.

 Y lo se pues en Estados Unidos es la ultima elección como especialidad por la baja rentabilidad de su práctica…

Pero repito una y mil veces, no será que la vida actualmente está perdiendo cotización, que la política de Salud le asigna tan poco tiempo a los que quieren terminar con ella?

Su legado será honrado por muchos maravillosos seres que siguen animándose a vivir trabajando de lo que les gusta. A mi hijo Andrés que es un actor apasionado, mi reverencia y mi apoyo incondicional de siempre. Para Abi, Cami, y otros tantos que se ponen las botas para subirse al escenario va mi aplauso cerrado.

Mi reflexión es para quien deja detrás el magnífico regalo de su obra, y el dolor de los que amaban su presencia a su lado.

Querido amigo en donde estés, quiero que sepas que tu padre estaba equivocado.

El te sugirió que buscases un oficio de soldador, para mantenerte…porque creía que ser actor era un delirio de inútiles.

Tal vez ahora lo puedas reencontrar y demostrarle que ser actor fue una carrera digna ,que honraste su nombre en ella, y ganaste millones de dólares sin soldar un solo hierro.

Demostraste a muchos que se logra el éxito material en un oficio como el de actor, aun contra los pronósticos sociales.

Lo que no supo ver la sociedad fue tu sufrimiento disfrazado en medio de las locuras que hicieron reír a millones.

Mi deseo es que tu muerte no sea en vano.

Y que devolvamos la importancia a la vida, tal vez desde el impacto de tu partida.

Que descanses amigo adonde estés ahora. Que Dios te abra sus brazos.

Amén.

Norma Echavarria

MN 71690

Medica Psiquiatra

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