Soñar es crear en nuestra mente un espacio para nuestros
deseos.
deseos.
Soñar es creer posible algo.
Algo que no tenemos, algo que alimenta un motor que nos
podría llevar a tocar esa nueva puerta,
y caminar adentrándonos y haciéndolo tangible.
podría llevar a tocar esa nueva puerta,
y caminar adentrándonos y haciéndolo tangible.
Para soñar, necesitamos muchas mas cosas que tan solo "el sueño".
Pues soñar es un verbo lo que implica accionar y desde allí muchas otras cosas.
Necesitaremos bajarlo a la tierra, hacer de él etapas con propósitos concretos,
posibles, reales.
posibles, reales.
Deberemos trabajar para hacerlos realidad.
¿Pero hablamos de sueños cuando digo reales?
Hacer, accionar, realizar es eso.
Sin este escalón, los sueños quedan sueños, y los deseos quedan en el arcón de los
recuerdos de un futuro que no fue posible.
recuerdos de un futuro que no fue posible.
Debemos aprender a soñar, porque soñar no es un proceso de una sola etapa.
Enseñarle a soñar a nuestros hijos, es bueno. Es transmitirles confianza y el poder de
transformarse.
transformarse.
Si lo que soñamos es demasiado sencillo, diría yo que no responde a esta categoría.
Ningún sueño es pequeño si es un sueño.
Todos podemos soñar, todos.
Tampoco es un sueño algo carente de algún riesgo, o de alguna osadía.
Los sueños no pueden ser tímidos, pues deben sobrevivir a las batallas que encontrarán para hacerse posibles.
Y tienen que tener una distancia de donde nos encontramos cuando recién nacen, pues los sueños
tienen recorridos.
tienen recorridos.
Soñar implica imaginarnos transportados a una realidad nueva, que nos envolvería del sabor mágico
de habernos transformado en el camino.
de habernos transformado en el camino.
¿Y que haremos con el entusiasmo de largarnos a soñar, cuando las cosas que hacemos no nos
acercan adonde imaginamos?
acercan adonde imaginamos?
¿Qué hacer con aquellos sueños que no se concretan? ¿Eran poco realistas o se quedaron en nuestra
mente padeciendo de la idealización de aquello que nunca sale de ella?
mente padeciendo de la idealización de aquello que nunca sale de ella?
La decepción los lleva a un rincón oscuro.
Muchas veces no solo a ellos.
Nuestras almas en lugar de expandirse se duermen, se anestesian, se consuelan para evitar
el dolor de lo que denominamos fracaso.
el dolor de lo que denominamos fracaso.
Muchos eligen no soñar, para evitar desilusionarse. Muchos diría yo eligen sobrevivir en lugar de estar vivos.
Lo que ignoramos, es que un sueño se construye de multiples fracasos que nos desafían a
cambiar de forma, pues debemos recorrer sitios desconocidos, a veces peligrosos para nuestros pequeños recursos. El fracaso, es parte indispensable del aprendizaje.
cambiar de forma, pues debemos recorrer sitios desconocidos, a veces peligrosos para nuestros pequeños recursos. El fracaso, es parte indispensable del aprendizaje.
Sin fracasar, no hemos nunca salido del lugar seguro.
Sin frustración no hay sueño. Por ello debemos alentar a nuestros hijos a que se animen a
hacerlo.
hacerlo.
Llevo en mí una enorme cantidad de cicatrices, de sueños no cumplidos, de caminos sin salida
que me hicieron mas sabia, mas fuerte, mas humilde y mejor aún mas compasiva conmigo.
que me hicieron mas sabia, mas fuerte, mas humilde y mejor aún mas compasiva conmigo.
Yo jamás dejé que un fracaso, me hiciera creer que yo era uno.
No es indispensable ganar, ni catastrófico perder, decía alguien que no recuerdo.
Vivo siempre subida a un sueño.
Tengo en mi menú siempre la motivación encendida por estar llena de ellos.
Soñar me recuerda que estoy viva.
Con que soñamos, habla un poco de nosotros.
Cómo lo hacemos tal vez nos permita entender en qué somos capaces de convertirnos.
Creo que si estamos en nuestro sueño, nunca habrá pereza.
El motor de la motivación se enciende para ayudarnos a sostenernos hasta lograr habitar el espacio
imaginado.
imaginado.
La vida es un camino de sueños posibles, la vida misma es una promesa que le da sentido.
La vida es cambio constante, es impermanencia, siempre se escurre, pero no nos deja.
Si ayer fue difícil, hoy tal vez sea fácil.
Nada es estable, nada permanece estático, ni es como lo planeamos. Debemos de viajar livianos.
Para habitar el sueño, hacen falta amor, y paciencia.
Perseverancia y mucha entereza.
Si dejamos que nos inunde el resentimiento, no llegamos a tomar conciencia plena que no se trata
de nosotros. El ego nos engaña haciéndonos creer
que el éxito y el fracaso son nuestros.
de nosotros. El ego nos engaña haciéndonos creer
que el éxito y el fracaso son nuestros.
Ambos son parte de esta vida, y al ego si logras dejar de alimentarlo, te aseguro te acompañará
en vez de ser tu tirano.
en vez de ser tu tirano.
Aprendí a soñar porque viví con un padre lleno de sueños.
Mi bendición es seguir teniéndo a mi maestro a sus 93 y que sea el que ilumina aún hoy mis
cicatrices,
señalándome que en ellas está la huella de estar viva.
cicatrices,
señalándome que en ellas está la huella de estar viva.
Sueñen que la vida es sueño.
Norma Echavarria
5 de Febrero 2018
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