Mariel, creció rodeada de estimulos.
Un parque enorme, que para ella funcionaba como uno de diversiones.
Perros, gallinas, patos y hasta una oveja.
Frutales, una quinta, plantas, piñas, arboles, y muchas oportunidades de desplegar su creatividad y sus fantasias. Un padre y un abuelo que fueron excelentes modeladores de esa niña que disfrutaba mas la compañia y el juego masculino.
Jugaba a la Dra con sus animales o a la veterinaria, a la Ingeniera agrónoma o a la jardinería.
Podía diseñar como arquitecta, calcular como una ingeniera.
Patinar, correr, disfrazarse, inventar, aprendiendo de la mano de su enorme libertad habilitada por ese entonces.
Pero la naturaleza y el tiempo seguirian su curso, mostrándole que se debía despedir de la niña, haciéndole llegar limitaciones de género que no aceptaba.
Le impedian trepar los arboles zapatos de suela, medias y polleras delicadas? Eso le desperto una rebeldía que empezaría a verse pronto.
Y de la mano del cambio en su entorno, vendrian una enorme serie de cambios internos también poco explicables.
Su estudio empezo a complicarse, ella lograba entender lo que pedian, mas aún pensaba por su cuenta, y sacaba buenas conclusiones.
El problema era registrar sus compromisos, recordar las fechas, trabajos que no podrian ya mas resolverse en una hora, y le empezaron a robar su aire libre.
Porque quería hacer muy bien las cosas, pero se sumaron demasiadas informaciones juntas.
Respirar se le torno dificil, pasaba horas sentada tratando de decidir que era primero, estudiando para la prueba equivocada, olvidando comprar algo que al dia siguiente le generaria angustia porque era necesario, sintiendo que se iba paulatinamente borrando su sonrisa. Mientras tanto, miraba añorando a través de su ventana como habia perdido la oportunidad de respirar ese tan conocido aire impregnado de pasto recien cortado.
Un parque enorme, que para ella funcionaba como uno de diversiones.
Perros, gallinas, patos y hasta una oveja.
Frutales, una quinta, plantas, piñas, arboles, y muchas oportunidades de desplegar su creatividad y sus fantasias. Un padre y un abuelo que fueron excelentes modeladores de esa niña que disfrutaba mas la compañia y el juego masculino.
Jugaba a la Dra con sus animales o a la veterinaria, a la Ingeniera agrónoma o a la jardinería.
Podía diseñar como arquitecta, calcular como una ingeniera.
Patinar, correr, disfrazarse, inventar, aprendiendo de la mano de su enorme libertad habilitada por ese entonces.
Pero la naturaleza y el tiempo seguirian su curso, mostrándole que se debía despedir de la niña, haciéndole llegar limitaciones de género que no aceptaba.
Le impedian trepar los arboles zapatos de suela, medias y polleras delicadas? Eso le desperto una rebeldía que empezaría a verse pronto.
Y de la mano del cambio en su entorno, vendrian una enorme serie de cambios internos también poco explicables.
Su estudio empezo a complicarse, ella lograba entender lo que pedian, mas aún pensaba por su cuenta, y sacaba buenas conclusiones.
El problema era registrar sus compromisos, recordar las fechas, trabajos que no podrian ya mas resolverse en una hora, y le empezaron a robar su aire libre.
Porque quería hacer muy bien las cosas, pero se sumaron demasiadas informaciones juntas.
Respirar se le torno dificil, pasaba horas sentada tratando de decidir que era primero, estudiando para la prueba equivocada, olvidando comprar algo que al dia siguiente le generaria angustia porque era necesario, sintiendo que se iba paulatinamente borrando su sonrisa. Mientras tanto, miraba añorando a través de su ventana como habia perdido la oportunidad de respirar ese tan conocido aire impregnado de pasto recien cortado.