TDAH en Adultos. Una asignatura pendiente para muchos. Una estructura de pensamiento, que se traduce en una serie de conductas y emociones que compartiremos a lo largo de historias y artículos y que dan que pensar
ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES
Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...
Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra
domingo, 30 de abril de 2017
Invertir para Ahorrar
Hace menos de una semana, regresé del 6to Congreso de Deficit de Atención, organizado por la Federación Mundial de TDAH, realizado en Vancouver, Canadá.
De todas las ponencias, seminarios, y conferencias, una en particular fue la que me dejó movilizada.
"El Costo del TDAH en el Adulto."
La presentación de una investigación realizada en Dinamarca, para estudiar el impacto económico de padecer TDAH en adultos que no fueron diagnosticados.
El Congreso para mí fue disparador de muchas situaciones, pero particularmente siendo la responsable absoluta de financiar todo lo que implica una asistencia a un Congreso tan lejos, y mi lucro cesante, mantuve durante varios días la ansiedad que me generó, la enorme inversión económica que decidiera realizar.
Pero me dije, para avanzar hay que invertir.
Y volví a apostar en mi formación. Y me alegro de tenerme confianza.
Vivir y trabajar en Argentina no es fácil.
Pero desde mi punto de vista, no solo los que padecemos TDAH debemos sobrevivir crisis económicas, sino que los cambios constantes en nuestro país (en donde lo único predecible es la inestabilidad y la vivencia de incertidumbre) hacen que nos acostumbremos a la ansiedad financiera como parte de la escena cotidiana.
Al menos los que trabajamos diariamente para tener un ingreso.
Como todos conocen, yo también tengo TDAH.
A esta altura, ninguna novedad, ¿cierto?
Escuché en la conferencia muy claramente expresado en cifras concretas y enormes, todo lo que podría ahorrarse de lograr diagnosticar y tratar precozmente a sujetos con TDAH.
Las cifras per cápita del costo que implica el TDAH, y que diferencian una persona que presenta TDAH sin tratamiento vs a quien no lo presenta superaban los 15000 euros anuales. Para el Estado, y el individuo.
Pero mas aún, el que no está afectado por este Trastorno, logra triplicar el ingreso anual con respecto a quien presenta TDAH, eso es por la posibilidad de un funcionamiento cotidiano estable.
Quien funciona adecuadamente paga aparte mas impuestos, tienen menos costo de salud, menos accidentes, mayor red social, etc.
Los impuestos son los que vuelven a la gente para abastecerlos de Educación, Salud y Bienestar Social.
O sea el estado en este caso desembolsa mas dinero en asistir a quienes aportan menos. pero están por eso invirtiendo en la prevención, la investigación y el tratamiento del TDAH.
( Si, es Dinamarca, allí los impuestos vuelven al pueblo en servicios.)
Desde mi lugar, doy por descontado que el verdadero sufrimiento de un adulto no podríamos cuantificarlo ni en euros, pesos, ni dólares.
domingo, 2 de abril de 2017
Te invito a caminar tu mapa
Tener Déficit de Atención e Hiperactividad, implica algo mucho mas serio que no encontrar las llaves o salir dos horas mas tarde, por haberlas buscado sin éxito.
Es mucho mas que tomar decisiones impulsivamente, en medio de una ola de entusiasmo repentino, aunque sea sin intencionalidad, será difícil que los demás así lo entiendan.
Nuestro impulso puede llevarnos a darle nuestro teléfono a quien no debiera tenerlo, o a decir algo que nos meta en un conflicto, o tal vez involucre a terceros, que para nada deberían de estar involucrados.
Podría sentarme a escribir 357 páginas de ejemplos que a diario nos hacen la vida mas ingrata.
Pues para mí vivir con TDAH es como tener una cucharita de café para cargar diariamente nuestro container... mientras los demás lo hacen con baldes de 20 lts.
Aparte de ser un problema que afecta también a los adultos, en Déficit Atencional puede ejercer un cruel protagonismo en nuestras vidas.
La pregunta que comparto con Uds. hoy es frente a las cientos de historias que escucho:
¿Cual será el ingrediente principal para que la receta del tratamiento en adultos nos haga saborear más seguido del éxito?
Cada semana, me dispongo a trabajar con la misma pasión que lo hiciera al dedicarme exclusivamente a esto 20 años atrás.
Cada semana sin embargo, veo cómo de los muchos que inician la carrera del tratamiento convencidos de haber hallado la respuesta al dolor crónico en sus vidas, muchos menos son los que la siguen corriendo después de un tiempo.
Antes me preguntaba si era porque debía de ser enfocado diferente, tal vez tener diferentes opciones farmacológicas, mayor acceso a psicoterapia, mejores prepagas, mas servicios disponibles, mejores recursos.
Me dije "Es el mismo trastorno", que como un volcán en actividad no les deja sostener ni siquiera el proyecto de su propio tratamiento.
Me pregunté si debíamos modificar la forma de ayudar a nuestros pacientes, y lo hice, y así observé que aún con muy buenos resultados, muchos de ellos abandonaban el recorrido.
Pensé que sería tema de costos, pero muchos fueron y son los "becados" o los que reciben ayuda de otros en este proceso.
Hace muy poco, sin que sea resultado de ninguna estadística, sino de la mas absoluta vivencia personal, surgió frente a mi la hipótesis que podría explicarlo.
El TDAH no es una enfermedad.
Quienes convivimos con este problema, nunca antes hemos sido diferentes, o presentamos el típico desarrollo neurológico.
Quienes crecimos y vivimos afectados con el TDAH convivimos en familias que suelen tener mas de un representante con este desorden, o sea que así nuestro entorno sumó otra ficha a la falla genética aportando una influencia disfuncional.
Siento que cuando el tratamiento se enfoca como si fuera el TDAH uno de muchos desórdenes mentales dentro del DSM 5, (manual que reúne y enumera los problemas de salud mental), nos quedamos esperando que el milagro de un "funcionamiento normal" aparezca.
Y eso es algo que no sucederá nunca.
Vivir con TDAH es para mí como viajar en un avión que por momentos tiene un motor de sobra, y en otros se queda planeando sin ninguno de ellos encendido.
Es como perder la visibilidad por completo, teniendo enfrente un parabrisas que parece no responder a ser limpiado...
Sin ningún aviso, sin saber cómo, volvemos a tomar el control del mando, a veces luego de un "aterrizaje forzoso", otras en medio de los imaginarios restos del fuselaje hecho trizas que nos advierte que volvimos a estrellarnos.
Y aparece en mi mente la imagen de la vida como un viaje.
Vivir con TDAH no admite recetas o tips estandarizados, y es muchas veces como viajar sin rumbo, o no poder leer un mapa.
Cuando quien guía un tratamiento les dice, que tengan una agenda, pretendiendo de esa manera ayudarlos a organizarse, o que hagan listas, ignora de que se trata vivir con este problema a diario.
Les sugieren que se pongan alarmas para despertarse, o que busquen criterios para separar las diferentes tareas.
Es cierto, las alarmas son imprescindibles, pero también es cierto que muchos jamás lograrán escucharlas, otros jamás recordarán ponerlas.
A no ser que ellos mismos diseñen la manera mas adecuada para poder despertarse.
Quienes desean ayudarnos no saben que hemos comprado 46 agendas, que tenemos todas las aplicaciones para manejar mejor el tiempo, que compramos los mejores teléfonos, sin que nada realmente nos permita transitar por una vida calma.
martes, 17 de enero de 2017
Quien le dijo que Ud. tiene TDAH?
Empezó el año 2017.
Bienvenido!
Estamos inmersos ya en pleno siglo XXI.
Una parte mía tiene la sensación de que avanzamos en el espacio, el hombre fue a la luna, los satélites inundan el espacio, sabemos que hay agua en Marte, pero aún la mayoría de los profesionales de la Salud ignoran como diagnosticar el TDAH en los adultos.
Los niños tienen mas oportunidad que antes, es cierto.
Pero en países como el nuestro, aún tenemos que lidiar con la agotadora búsqueda de profesionales capacitados dentro de los sistemas de salud, que son los que proveen la mayor parte de la asistencia médica.
Y mientras tanto, los que reciben casos ya con diagnóstico, muchas veces ríen, niegan su existencia, implantan dudas sobre aquellos que van a verlos para que puedan recetarles su medicación.
Es parecería mas fácil enviar una sonda a Marte que lograr atención adecuada.
En pleno siglo XXI vivimos hundidos en la ignorancia, o peor aún rodeados de versiones insólitas que consideran al TDAH un invento. Pues amigos míos, busquen que artículos científicos de este tema, debe haber arriba de 25000!!
En México, España y varios otros países de habla hispana, han también avanzado en este tema, pero debemos tomarlo mas en serio, pues no solo los niños crecen, sino los adultos sin diagnóstico ni tratamiento sufren crónicamente.
Me pregunto, no debiéramos todos los hiperactivos, que tenemos energía de sobra..movernos para que cambie esta circunstancia?
Bien entonces busquemos llevar mas luz a nuestra sociedad, y dediquemos mas tiempo a ocuparnos de tan importante tema.
No distraigamos nuestra atención!
Norma C. Echavarria
martes, 27 de diciembre de 2016
Hermanos
Hermanos
Muchas veces son las que he escuchado decir que los hermanos son nuestra verdadera familia y que así como heredamos el color de ojos, los abuelos y una sucesión variada de antecedentes, ellos vienen en el mismo paquete.
No los elegimos, de la misma manera que tampoco ellos hacen lo propio con nosotros.
Sin mediar ninguna consulta, los padres los van sumando a la foto.
Me he hartado de escuchar también que los verdaderos hermanos, son los amigos, que a lo largo de la vida vamos recogiendo tras la siembra constante.
Y suena bonito, la verdad si es que has logrado tener suerte, y te han enseñado, y has aprendido a hacerte de ellos, eres muy afortunado.
Creo yo a esta altura de mi vida, que si nuestros amigos tuviesen que compartirlo todo, todo el tiempo, y haberlo hecho obligados a atravesar la totalidad de nuestro recorrido desde el princioio , pronto uno a uno dejarían vacantes sus puestos.
Ser hermanos es mucho mas que tener que compartir los mismos padres.
Tener un hermano es algo que supongo dispuso la vida para que aprendamos de antemano a compartirlo todo.
Cuando digo todo, me refiero a eso mismo, todo.
Pero el compartir, no surge por iniciativa propia, lo que surge por instinto de supervivencia es totalmente diferente.
Será competir y batallar a diario, para ver quien se lleva el premio.
Y el premio es sentirse primeros, únicos, mas amados, mas admirados, mas elegidos, mas en todo..
Competir por una mano, por la prioridad o por recibir ese algo que nos haga sentir diferentes.
Traemos instalado en forma original algo así como una balanza medidora de atención paterna.
Por mas que los padres hagamos el máximo esfuerzo en hacer equivalentes los abrazos, ellos saben distinguir con claridad y astucia la diferencia existente.
Imaginarme en mi infancia me alcanza y sobra.
Soy la Segunda hija, a muy poco del nacimiento de la primera, (cuyo nacimiento fue ansiado y esperado por 5 largos años..) y puedo claramente entender que la emocionalidad en el ambiente para recibirme no era de absoluto jolgorio.
Todo se tornó doble, menos el sueldo de mi padre y el tiempo de mi madre.
Épocas de vacas flacas, lugares pequeños, poco trabajo, poco sueldo, pocas energías para lidiar con dos bebas con algo mas que un año de diferencia.
Hermanos somos porque tenemos los mismos padres, pero claramente eso tampoco es cierto.
Puede que si miras el numero de documento, la cara, el nombre y su apellido, coincidan. Son ellos los mismos tíos que te han invitado a esta fiesta de nacer hasta hacernos viejos.
Bueno algunos que otros, me animo a decir llegamos de colados.
Nuestros padres, o nosotros, atravesamos momentos muy pero muy diferentes, que quedarán representados en cada etapa, en cada niño, en cada recuerdo.
Y luego se sumarán mas de una variable que se sumará al resto, según lo que nos toque en suerte.
Si nacemos flacos, o gorditos, rubios o de pelo mota, de ojos azules o de ojos achinados...pues todos sabemos que si bien nuestros hijos nos parecen hermosos siempre, hay algunos que al nacer te daría ganas de devolverles, para que les den otra vuelta de horno.
El que nace primero casi siempre goza de toda la atención posible, de un tiempo exclusivo y de recursos no divisibles, acompañado de mucha inexperiencia y a veces miedos.
Salvo casos atípicos, las madres deciden tener a los hijos por temporadas, bien seguidos… muchas veces producto de consejos tribales femeninos, que aconseja que de un saque es todo mas fácil…
Así que pobre primogénito/a de repente y sin que le hayan preguntado acaso, se encuentra forzado a dividirlo todo. Pobre madre, le pasará la misma sierra, y la partirá a ella también al medio.
Mitad de madre, mitad de espacio, mitad de atencion, mitad de tiempo... Para hacerlo mas complicado, se le duplicaran los enojos, los caprichos, y las esperas, casi como de libro.
Sobrevivir a semejantes jornadas y cargar con la imposibilidad de mandar al crio ese de vuelta, estará entre los desafíos mas duros de todo el recorrido.
jueves, 22 de septiembre de 2016
Laberintos de emociones
Cuando pienso en la dificultad cotidiana de quienes padecemos de TDAH, me pregunto cuál de todas es la mas compleja.
Algunas veces creo que es el mal manejo del tiempo, otras el desorden en los espacios, o tal vez ganen las dificultades para relacionarse o mas bien comunicarse con otros.
Pero realmente siento que cualquier tarea que nos implique mas de par de horas de trabajo, caerá en el mismo desenlace.
A veces solo estamos presentes y focalizados por escasos minutos.
Entonces me digo lo peor es no estar presentes.
El creciente escepticismo frente a la existencia del TDAH como problema me lleva a pensar que sería necesario dejar a los que descreen, que se metieran en nuestros zapatos un par de dias, y lograr entender el inconveniente de perder el rumbo, de que nuestros objetivos, si los encontramos, se desfocalicen sin intención alguna.
Pensaba que una persona sin TDAH puede manejar la motivación a largo plazo, cuando recuerda adonde se dirige, o tiene claro el para qué trabaja, o para qué cumplir ciertos procesos con registro.
Si tenemos TDAH perder el foco es no lograr retenerlo en nuestra mente, es no lograr recordar mientras caminamos adonde es que nos dirigíamos.
¿Suena exagerado?
¿Pero por que creen Uds. que nos desviamos, nos quedamos detenidos, o nos damos por vencidos regresando a la salida con las manos vacías?
Es la maldita memoria de trabajo que no logra ponerse de pie para acompañarnos todo el trayecto sosteniendo nuestras acciones atravesando obstaculos con un
objetivo claro.
Y mis preguntas se reproducen, cuando surge la imagen del barco sin rumbo.
¿Cómo es que una persona por jugar o divertirse elegiría entrar en uno de esos laberintos de arbustos de los clásicos jardines ingleses?
A sabiendas que hay una salida puede que sea divertido buscarla. Para quien tema, ni siquiera se aventurará a espiar mas allá de la entrada.
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