ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

viernes, 26 de agosto de 2011

Cuando nada, nada basta.

Es ya casi una costumbre, esto de compartir mas seguido mi mirada del impacto profundo que el TDAH tiene en una persona.
En su vida.
En su historia.
En la de todos aquellos que constituyen su entorno.
Y no pueden ausentarse del menú, aquellos sujetos que pasan el tiempo en la eterna búsqueda de una satisfacción que se les escabulle sistemáticamente.
Aunque lleguen a destino.
Nada basta, nada llena, nada calma, nada completa. Nada, nada es lo que los rellena.
Bueno, no es cierto, pues viajan llenos de insatisfacciones crónicas que se reproducen y expanden sin limite.
Insatisfechos.
Quejosos, críticos y exigentes. Avidos de llenarse siguen buscando el combustible necesario afuera.
Una especie de garantía de vacío, como si el interior quedara representado por miles de agujeritos, que se encargan de eliminar aquello que sí han conseguido.
Viven como una suerte de devoradores compulsivos, que se apuran por llegar sin saber realmente adonde.

Victimas de la impulsividad, de la falta de freno, construyen caminos que no registran pero sin embargo constantemente circulan.
Insaciable deseo de llenar un registro de vacío que les genera angustia.
Muchos de ellos encuentran así tarde o temprano con que llenar semejante estructura agujereada.
Pero si seguimos la imagen, sabremos como son víctimas del drenaje involuntario de las efímeras emociones conseguidas.
Todo es pasajero.
Todo es provisorio.
Migran en forma crónica, son ciudadanos del mundo, sin pertenecer a ninguna parte.
No pueden echar raíces.
Y es así como en algún momento se topan con algo que les da la sensación de calma. Pero siempre viene de afuera. Siempre entra por sus puertas, o sus ventanas, y sale por el fondo.



Y se medican solos, sin jamás tomar ningun fármaco recetado.
Muchos porque se niegan a ingresar un medicamento a su organismo.
O temen no ser ellos mismos.
Cuando ignoran realmente que viven intoxicados, y sin oportunidad de encontrar su verdadera esencia.

Y el alcohol se torna su amigo, al que le venden el alma, la dignidad y el futuro. Y se anestesian a diario, porque así sienten que la vida les duele menos, y en las noches callan a la voz de sus conciencias que los atormenta.
Y el tabaco, consume sus pulmones, mientras ellos tangencialmente se calman, olvidándose lo que es el respirar profundo del aire puro cada mañana. Y fumando piensan, sienten se conectan. Porque la nicotina   abre puertas de calma en sus cerebros.
Y la marihuana, puede tener mágicos efectos de serenidad y perspectiva.
Su propia creatividad, se ve como expandida, lo que no es cierto.
Sólo pueden focalizarse en algo claramente. Tal como lo haría un adecuado tratamiento.
Porque la marihuana libera esa bendita dopamina que erráticamente presente en sujetos con TDAH  los lleva a vivir en una montaña rusa. Y todos queremos tener calma.
Sin darse cuenta pasan a ser sus súbditos, rindiéndole pleitesía y viviendo de sus caricias, que se tornaran tarde o temprano en los grilletes que le limitarán el vuelo. Y las sombras de la depresión les abrirán sus puertas.
Y la cocaína puede despertarlos, o los activa, porque arrancar no pueden.
Pero luego se desbarrancan ahogados en una grieta oscura de angustia, un abismo que los espera y del que solo salen llamando de nuevo por esa hechicera blanca.

Y los ansiolíticos los duermen, acallando el dolor crónico que funciona cual piraña desgarrándoles el ánimo, al que nunca conocen sereno.
Y las fichas los seducen, rojos, negros, caballos, números, o cartones.
Juegan y apuestan sus vidas a diario tratando de ganarse un crédito que sienten no pueden adquirir solos.

Y el trabajo los llena, y producen sin detenerse, queriendo llenar los agujeros que el silencio de la inactividad transforma en cráteres, y mientras mas trabajan, mas se agrieta su estructura.
Y generan algunos una fortuna, muchas empresas, muchas horas invertidas en algo que crece y termina contaminando el ambiente dejando a su  entorno irrespirable, y sin compañia alguna.
Y están también los que llenan el vacío con comida.
Con golosinas, con chocolate, o con algo que rápidamente cambie  el sabor amargo que genera la vivencia crónica de incertidumbre. Algo accesible rápidamente, algún paquete que consumen hasta juntar las migas.
A veces sin ningún registro, comen todo lo que encuentran, ni dándose cuenta de que habian propuesto controlar su dieta, ordenar su vida. Rompen promesas porque no pueden cumplirlas.

Y la calma obtenida se desvanece porque la satisfacción inmediata  siempre es temporaria.
Y mas de una vez irrelevante.
Vacía.
O mejor llena de nada.

Y hay otros que se tornan adictos a los otros.


Y esto para mi es un problema mayúsculo.
Invierten todo lo que tienen, con la intención de evitar el enojo o el displacer ajeno, buscando el placer cuando el resto disfruta.
Porque esta adicción, es una que al entorno no sólo no le estorba sino le beneficia.
 Y nadie les perdonará si algún día o tras un tratamiento pueden rehabilitarse y  dejan de ser  adictos a procurar que los quieran.
Porque dejará de ser la sonrisa complaciente, el si por supuesto, el que ofrece cuando no debe, o el que accede cuando debería desistir.
Al que le pagan con una aceptación que siempre es temporaria y depende de que sigan cumpliendo con el rol de súbditos.

Todos, todos ellos, todos terminan atrapados por un circuito que los condena a girar en falso.

Sin registro de sí mismos, porque no se detienen a verse, van por la vida buscando llenar un recipiente que solo es capaz de vaciarse.
Y porque hablar de las adicciones pareciera ser un tabú o una mala palabra pocos las reconocen.
Y rapidamente pensamos en los que se drogan... Pensamos en esas sustancias ilegales que hoy tan fácilmente circulan. Y no queremos ni enterarnos, porque eso es tabú, secreto o averguenza.

Pero alguno pensó en quien trabaja compulsivamente?
O en quien se atraca con comida sin registrar que funciona cual intento de homicidio calificado por vínculo? Porque se agrede comiendo hasta el hartazgo, porque no para, porque no registra el límite. Porque no lo siente.

Alguien asocia a estos seres generosos, que siempre listos cual boy scouts, salen a calmar su vacío llenando arcas ajenas?
Complacer, querer constantemente agradar, también se torna adictivo
Nos preocupa ese adolescente, o el adulto que solo logra conducir automóviles en forma segura y  pisa el acelerador sin registro, porque necesita la adrenalina y el vértigo?
Nos preocupa acaso que un adolescente fume tabaco desde tempranopara calmarse, o sólo nos preocupa si fuma marihuana?
Nos damos cuenta que una niña, o adolescente en esa avidez por agradar, y satisfacer a los demas, puede ser víctima de su impulsividad y transformarse en una mamá cuando aún tiene que ir al colegio, y coleccionar figuritas?

Cuando nada nos basta, se también que es parte de un estilo de una creciente sociedad consumista.
Pero detengámonos a mirar si somos capaces de acopiar el disfrute.
De retener los momentos que tanto perseguimos.
De registrar que el placer es un camino, no la última estación del viaje. Y de poder parar para mirar con orgullo aquello que generó nuestro deseo.

Faltos de la dopamina que es necesaria, faltos de inhibición o freno a los deseos, se tornan esclavos de la búsqueda interminable.
Y paradójicamente jamás se encuentran ni encuentran el disfrute, en todo caso logran un momentáneo alivio.

Ayudemos a que sellen los orificios, para lo cual antes ayudémosle a que los vean.

Cuando nada basta, nada satisface lo importante es dejar de buscar con que llenar un interior desde afuera.

El verdadero Generador de contenidos, solo funciona si se ubica del lado de adentro.
 Y los contenidos auto generados son los que se hacen cargo  automáticamente de sellar una estructura que sufre de incontinencia biológica. Porque el TDAH es un trastorno hereditario y que implica que nuestras señales no reciban el impacto regulador adecuadamente.

Miremos a estos sujetos con mas comprensión, compasión y ayudémosles a que dejen de buscar quien o que los llene.
Porque deben desarrollar su propia capacidad generadora.
Y eso también es posible.
El TDAH es un problema donde los circuitos de la dopamina no permiten generar esa ansiada calma posible.
 Hoy conocemos cómo la medicación adecuada permite que el nivel de satisfacción pueda ser mucho mas estable.
Pero no será sólo alejándolo de esas falsas fuentes, sino acercándoles tratamiento y  algún espejo que les permita conocerse.

No los dejemos solos, porque la sensación de vacío es el depredador que los encierra consumiéndoles las oportunidades de ser ellos mismos.


Norma Echavarría
Copyright
26/8/11

6 comentarios:

  1. gracias Norma...leyendote no me siento tan rara y sola!! y me doy cuenta del porque de muchas cosas que me pasan y pasaron siempre.

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    1. Cecilia mirá dónde te vengo a encontrar! jajajaja! Soy Sandra benfatto. Amiga de Silvina. Las publicaciones me salen en anónimo porque no sé cómo cornos se configura esta cosa. Un abrazo! Por siempre gracias Norma Echavarría!!!

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  2. No puedo dejar de sentirme identificado en gran parte. La crónica desgarradora es la única linea del tiempo que permite nuestra improvisación.

    Sin embargo queria hacer una acotación, algo con lo que no estoy de acuerdo: al nombrar los lenitivos que se usan porque o cuando "nada, nada basta" se asocia a la marihuana con el efecto "domesticador" del común de las drogas nombradas y me parece que no es asi.

    La marihuana no es sinonimo creatividad, ni abundancia de ideas, conceptos vitales del sueño americano. La marihuana tiene un efecto dual. Alegría y conciencia en sinergía con la triste verdad y inevitable realidad.

    En palabras de Antonio Escohotado, un filósofo jurista e intelectual español: "Parece haber una polaridad básica, o quizá mejor una alternancia, en el efecto subjectivo. Por una parte están las risas estentóreas, la potenciación del lado jovial y cómico de las cosas, la efusión sentimental inmediata, el gusto por desembarazarse lúdicamente de inhibiciones culturales y personales. Por otra, hay un elemento de aprensión y oscura zozobra, una tendencia a ir al fondo -rara vez risueño- de la realidad, que nos ofrece de modo nítido todo cuanto pudimos o debimos hacer y no hemos hecho, la dimensión de incumplimineto inherente a nuestras vidas.

    A mi entender, esta combinación de jovialidad y gravedad caracteriza a todos los fármacos visionarios o psiquedélicos, y es quizá el factor determinante de que no sean vehículos conformistas en general, sino sustancias orientadas hacia «vivencias de inspiración», usando palabras de W.Benjamin. Como la inspiración no es algo que pueda ser comparado, o siquiera retenido, sin constantes desvelos, tener presente su existencia conlleva a la vez entusiasmo y depresividad, alegría y melancolía. Las drogas no visionarias se emplean precisamente para esquivar uno de los lados, y allí encuentran su límite."

    Nada más sólo quería dejar mi opinion un feliz cumpleaños atrasado a Norma desde Rosario.

    ¡Saludos y feliz primavera!

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  3. Leo, veo vídeos, escucho entrevistas y cada vez tengo mas claro como siente, piensa y vive mi hijo su día a día. Como se encuentra ahora:sin deseos manifiestos,por el terror al fracaso, con las ganas anestesiadas por la vorágine de amistades y relaciones que llegan y se van,con el placer pasajero que le otorgan:las trasnochadas pintando paredes,los boliches, la marihuana,el cigarrillo,el alcohol, los atracones de comida.Propongo un tratamiento,me dice que "será un fracaso como todos los anteriores". Pero tengo esperanzas que alguien muy hábil en tratar el TDAH, encuentre la forma de meterse dentro de él y alumbre su rico interior y pueda empezar a buscar adentro suyo los generadores para vivir.Para ser el mismo.Gracias Norma por todo lo que posteas. Me ayuda muchísimo para entender y tener esperanzas.Un saludo:
    María Clara

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  4. La descripción es conmovedora, Norma. Durante muchos años estos "síntomas" que (sin llegar a niveles irreversibles, salvo el tiempo que se pierde...) me hacían creer que eran producto de una depresión crónica. A ninguno de mis terapeutas le pasó por la cabeza que podía tratarse de TDAH !
    Siempre busqué una explicación lógica a esta mi inteligencia "al pedo", que si bien es real, no me ayudó a "lograr" cosas en mi vida. Todo lo logrado al final terminaba cayendo... como soy muy tenaz, cada vez salí con "algo en la mano" además de la tristeza... pero esa sensación de que se me escapa algo... GRACIAS!

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