Celebrar con nuestros padres, o siendo padres con nuestros hijos es una elección que dependerá de cada uno, y puede ser diaria.

Si ser padre es difícil, serlo cuando un hijo tiene Déficit de Atención es un enorme desafío.
Si son hiperactivos, inquietos, desafiantes, parecerán desobedientes, intolerantes, o se mostrarán irritables, emocionalmente vulnerables, y desgastarán la paciencia del mas paciente de los progenitores.
Si son desatentos, pasivos, distraídos, harán que la vida se vea incrementada por una carga extra constante, vivirán mirando que no olviden o pierdan sus pertenencias, o que terminen sus tareas, manejen su aburrimiento y lleguen a hacerse cargo de las cotidianas responsabilidades.
Sumado a este arduo trabajo, seguramente se añadirán las vicisitudes del impacto de estas desventuras en la pareja parental.
Culpas que se pasaran de un lado a otro, tratando de responsabilizar a alguien por semejante frustración.
Fui una niña inquieta, divertida, y sonriente, traviesa, curiosa e impredecible. Extremadamente olvidadiza y distraída, generando permanentemente la demanda de adquirir lo ya adquirido por haberlo perdido.
Fui una niña que quería tener éxito académico, pero luchaba con las faltas de ortografía, la caligrafía ilegible, la falta de memoria, y la dificultad para recordar lo estudiado.
Era una niña solitaria, a pesar de tener un millón de amigos.
En medio de la cotidiana desventura de sobrevivir a un trastorno ignorado, mi mejor AMIGO FUE Y SIGUE SIENDO MI PADRE.

El silbó, cantó, y me mostró con su ejemplo, que no hay mejor proyecto que el que se termina.
Ser papá biológicamente es demasiado simple.
Tanto que debe de haber muchos hombres que ignoran que tienen hijos por algún sitio.
Ser padre desde el amor, no es algo con lo que se nace.
Y ser un buen padre, es un arte.
Y mi padre es un artista.
Pudo guiarme para que yo viera que se puede ser lo que uno desea si ACEPTAMOS como somos.
Para mi padre, el mas eterno agradecimiento.
Nunca se dio por vencido, jamás dejó que el enojo se tornase un insulto, ni una humillación que hubiera agregado mas peso a la que ya yo vivía diariamente.
Para quien me enseño a disfrutar de la vida inmensamente,y me mostró mis fortalezas ignorando mis debilidades!
GRACIAS PAPA!!!!!
Norma Echavarria
Muy lindo el relato Norma, la segunda vez que lo leí con detenimiento me gusto más todavía!
ResponderEliminarSaludos.