Y después que?

Muchos adultos, tienen la suerte de recibir un diagnóstico de TDAH, después de peregrinar por consultorios, y diversas terapias.

 Cada vez mas personas por suerte.

Y si, es una suerte recibir el diagnóstico, ya que presentar TDAH no es nuestra elección y lo llevamos puesto desde que nacemos.

Recibir la posibilidad de su detección es para mi un buen recomienzo.

Pero y después que?

Esa es claramente mi pregunta frente a muchísimos pacientes que si bien reciben el correcto diagnóstico, y la medicación correcta, luego quedan a la deriva y como sin rumbo.

Hace años que me he dedicado en forma exclusiva a leer, estudiar y trabajar con este problema, mas allá de convivir con él y con el de mis hijos.

Mis preguntas siguen muchas sin respuestas.

Cual es el enfoque que es propuesto para seguir una vez que un adulto es diagnosticado?

Cual es el orden que deberíamos proponer 

para realmente acompañar a un adulto a sentirse pleno?

Leo muchas propuestas. De hechos muchas son muy  valiosas...Nosotros también hacemos estas propuestas.

Como manejar mejor el tiempo, ordenar su agenda, manejar mejor la comunicación, regular las emociones, mejorar en sus parejas, manejar su ansiedad o su problema vocacional...

Pero por donde sugiero yo que comience este camino de reeducación y de cambio?

El inicio debe para mí solo ser el si mismo.

Desde 17 años de experiencia en trabajo con adultos con TDAH, es lo que mas claro tengo.

Una persona afectada por TDAH necesita reconectarse con quien es, quien creyó ser, y en quien desea convertirse. Para lo cual ese debe ser el primer objetivo terapéutico.

Me es muy muy difícil imaginar que logre llegar a horario, ordenar sus cajones, mejorar su comunicación, sin pasar por esta imprescindible etapa primero.

 

Nuestra propuesta, es empezar por nosotros mismos.

Saber quien creímos que éramos, que historia nos contamos, y nos construímos al vivir, y convivir con nuestras conductas.

Conductas que nos definieron, sin que nosotros tuviéramos el derecho de elegirlas.

Conductas, comportamientos que nos dieron roles que marcaron nuestros caminos.

Historias que se escribieron a partir de como vivimos nuestro recorrido a diario.

Así es como nos desayunamos a diario.

Así es que recibimos y vivimos un rótulo.

No es para mi el  diagnóstico de TDAH el rótulo, sino la oportunidad de deshacernos del personaje que este problema nos dió sin haberlo pedido.

Por ello, si recibiste el diagnóstico y sos adulto, antes de tomar un curso de organización, organiza quien eres.

Entérate de tus deseos, de lo que no te gusta, de lo que realmente quieres, y tal vez antes quedaba vedado porque vivías rehén de tus síntomas.

Mi visión claramente está en que encuentres tu eje primero.

Una vez que tengas idea de cómo es tu estilo, en que te afecta, cuales de todas las conductas pueden realmente ser modificadas con la medicación, y cuales no cambien, lograrás saber cuales son tus coordenadas reales...y entonces podrás reconocerte.

La aceptación es imprescindible entonces.

De lo que hemos sido, de lo que no podremos hacer, pues hay oportunidades que prescriben, como la fecha de vencimiento de una leche, debemos aceptar y darlos de baja.

Si deseabas ser bailarina clásica, y tienes 43 años, ese sueño deberás darlo de baja, por ejemplo, tal vez puedas divertirte yendo a alguna clase, aprendiendo las posiciones, comprándote una malla de baile...pero danzar en una compañía ya sería poco realista.

Debemos aceptar que habrá circunstancias que a pesar de estar mejor con una medicación no dependerán solo de ella, que deberemos amar el esfuerzo extra que nos implica recordar que tenemos que modificar nuestro entorno, haciendolo mas amigable, por ejemplo...

Y la aceptación nos deja en claro también poner en la superficie, en mayúsculas y subrayadas NUESTRAS FORTALEZAS.

Todos tenemos fortalezas.

Y tener TDAH no exime a una persona de ser conciente de ellas.

Anímate, buceando porque suelen quedar sepultadas debajo del sufrimiento, de la desvalorización crónica, del cansancio, de la baja autoestima... Sácalas a la superficie, necesitan oxígeno.

Y si la medicación te ha permitido tener ahora mas autocontrol, no te olvides que no es mágico el efecto.

Es recibir la oportunidad que antes nos era inaccesible.

Es tener un ascensor, o una rampa para que quien se movía antes en una silla de ruedas invisible,  pueda también subir a un nivel que le resultaba inexplicablemente inalcanzable.

Si cantas bien, y no has podido tomar clases porque siempre las abandonabas, recomienza!

Si eres bueno en artesanías pero dejabas tus proyectos inconclusos, ahora tienen la posibilidad de terminarlos!

Si eres excelente en algo, ponlo en primera plana de todos los periódicos, busca como ejercer estos roles, y lánzate!

Si has recibido tu diagnóstico Felicitaciones !

Tienes tu boleto para el viaje!

Si te han evaluado, y recibiste la medicación adecuada, Felicitaciones, alguien puso anteojos a tu miopía.

Pero cuidado.

Puede ser peligroso, ahora de golpe, subir de nivel sin saber adonde te dirijes.

Puede ser angustioso, ahora leer cosas que antes no entendías... pero que realmente no sabes como aplicar en tu vida.

Tienes que ser acompañado en el tramo inicial con mucho cuidado.

Es necesario que la primera etapa sea de autodescubrimiento.

Importa mucho mas saber que deseas que ordenar tu agenda.

Importa mucho mas que te perdones por lo que no has hecho, o lo que hiciste que tan sólo entrenarte para ser puntual a diario.

Importa mucho mas que hagas consciente adonde te encuentras y hacia adonde te diriges, que tener estrategias para no olvidarte tus llaves.

No digo que no necesites aprender estrategias, pero siempre que sepas quien estas siendo ahora, y en quien deseas convertirte.

No te olvides que sin ello, no tendrás tu rumbo claro.

Suele ser dolorosa esta etapa.

Tristeza, angustia, resentimiento, frustración, que debemos aceptar, para seguir nuestro camino.

Se sin embargo que esta etapa viene después de una de claro entusiasmo y excitación, cuidado, presta mucha atención a ti mismo.

No lo hagas solo.

Necesitas estar con otros, o con alguien que te acompañe en el proceso.

Muchos tratamientos de adultos son abandonados en el primer año.

Muchos. Inexplicablemente personas que sienten inicialmente un enorme cambio, dejan su medicación antes de finalizar el primer año.

Mi explicación?

Esta misma.

No saben quienes son, porque quienes eran, realmente no eran ellos mismos.

Miedo, mucho miedo, los invade.

Y se quedan con el personaje disfuncional, pero conocido, con quien recorrieron muchos años de sus vidas.

Mal pero acostumbrados.

No te pierdas tu oportunidad.

La primera estación del viaje, eres TU.

Aprovéchala.

Norma Echavarría

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24 de febrero 2013