Despliega tu mapa

¿Sabes adonde estás, ó hacia dónde estas yendo?

¿O acaso caminas por no detenerte, mientras sigues distrayéndote y postergando elegir tu recorrido?

¿Sigues por tí o por otros?  poco importa.

Pues caminas como si supieras adonde te diriges.

Porque aceptar la elección ajena, es vivir la vida siguiendo un modelo ya probado y seguro.

Sólo que eres un plagio, perdiendo la oportunidad de ser únicos que nos fue otorgada. Y por eso realmente te angustias, sufres, en el mejor de los casos te enojas.

¿Sabes para que estás haciendo lo que haces? 

¿O sigues la huella del tan codiciado éxito?

Y si lo haces, ¿te has dado cuenta que al transitar con tu humanidad en ella, te pierdes el estar del todo presente?

¿Para que preguntarnos, si podemos seguir al resto de la manada ¿No es cierto?

¿Para que tomar el riesgo de equivocarnos, cuando vemos en las cosechas ajenas una inspiración con ahorro de esfuerzo?

¿Que le sucedió a tus sueños? 

¿Vives en ellos, o has elegido caminar como sin verlos?

¿Renunciaste evitando trabajar o ni te has dado cuenta?

La vida es un regalo demasiado valioso para vivirla copiando de terceros.

Nos dieron la libertad de elegir pero dejaron junto a ella disimuladamente enmascarado al miedo.

Y es quien te ha tomado de rehén, sin que te dieras cuenta.

Y aunque te sientas fuerte y seguro, los miedos acecharán para garantizarse ganar un espacio en nuestras vidas. 

Pues los miedos tienen vida parasitaria, y si dejamos de alimentarlos mueren y desaparecen.

Solo viven abastecidos por nuestra atención que es su único alimento y junto a la parálisis que nos producen, logran instalarse y se promocionan cual nuestros guardianes buenos.

Aunque el discurso que desplieguen sea el de protegernos de nuevas equivocaciones que cuestan y duelen, son responsables de las excusas, las huidas, y de los fantasmas que se instalarán en nuestra morada patrocinados por ellos.

Y así, nos "cuidan susurrándonos al oído, que podríamos perder nuestra vida y nuestra seguridad en una elección riesgosa.

Y podrás verlos cara a cara cada vez que dudes, que frenes, que calcules, que analices excesivamente.

Cada vez que tu cabeza ignore lo que sientas, cada vez que cedas y te pierdas.

Cada vez que pretendas controlarlo todo.

Y así el miedo trae asociado si gana un pseudo alivio.

Nos da respiro y así se relaja, si pisamos su sendero explorado y seguro. 

Nos engaña haciéndonos creer que alivio es similar al disfrute.

No sabemos que estamos aceptando sólo vivir con la ilusión de movernos, de crear, de desarrollar nuestra individualización sin siquiera amagar a hacerlo. 

Nos subimos al mapa de otros, de los que amarraron su barco y bajaron ya sus velas.

Solo quiero decirte que solo se aprende cuando aceptamos equivocarnos. Y aprender entonces duele.

Porque perder es entregar la calma para ganarle a la inercia de la comodidad y salir de nuestro refugio seguro.

Quiero que sepas que cuando pierdes, ganas sin embargo irremediablemente.

Ganas experiencia y te fortaleces en el dolor y la pérdidas.

Ganas en la perseverancia, y debilitando al ego, que cree saber mas de ti de lo que conoces tú mismo.

Si dejas crecer la confianza, aprenderás a disfrutar del proceso.

Dejas al éxito como la meta y lo cambias por la humildad y la aceptación del saber que siempre terminamos perdiendo.

Porque elegir es siempre perder algo, porque avanzar es soltar amarras, porque así logramos que nos definan las acciones propias en lugar de las ajenas.

Porque aferrarnos a lo seguro, sólo nos hará más esclavos de la ilusión de querer controlarlo todo, dejando al miedo a perder, tomar posesión de nuestra vida.

Aceptar que venimos y partimos solos, es parte de descubrir nuestro protagonismo y aunque elijamos con quien caminar en cada tramo y aprendamos con ellos, somos los únicos artífices del diseño de nuestro recorrido.

Pues si no sientes dolor, ni te has equivocado antes, nunca has elegido tu verdadero camino, has imitado sabiendo o creyéndote dueño.

Tienes el plano de algún transeúnte en tus manos, y solo cambias de accesorios, sintiéndote así propietario. Eres solo un inquilino, y pagas muy caro el seguir siéndolo.

El aprendizaje es una oportunidad para desplegar el propio mapa.  Y por eso debemos apropiarnos de esa chance.

Siempre que abramos camino se nos harán ampollas, nos implicará la posibilidad de perder y la oportunidad de encontrarnos.

Crecer y madurar es aceptar un costo.

Y uno de ellos es la mirada esquiva de quien vea nuestras elecciones como amenazas a su poder o a quien pretenda saber que es lo mejor para nosotros.

Partimos con el kilometraje en 0, sin ninguna idea del camino, pero con instrucciones básicas como verdades.

Caminar dirigidos desde nuestro deseo, negociando y saltando obstáculos, nos permitirá sostener nuestra motivación y generar la creatividad necesaria para el viaje, aceptando que el tiempo para aprender lo que necesitamos es parte de un todo, por cierto que es interminable.

Viendo posibilidades donde otro ve riesgos nos daremos cuenta que el camino elegido es nuestro.

Mira tus zapatos, fíjate si has gastado sus suelas.

Mírate las manos, busca tus cayos.

Huele, registra, acopia sensaciones, vuela.

Empieza armando tu inventario, porque siempre estamos a tiempo, si nos damos cuenta que podemos estar despiertos.

Buen comienzo de año para todos

Norma