Vivir y Morir conscientes.

Soy médica y desde mi vocación y mi entrenamiento fui formada en brindar ayuda y acercar

el máximo bienestar al ser humano, en sus procesos vitales normales y en su enfermedad.

Ver con gran énfasis que se cuidan cada vez con mayor conciencia las etapas de infancia, adolescencia

y la vida adulta, me gratifica, porque gracias a tantos avances científicos, la expectativa de vida en el mundo,

al menos países desarrollados ha escalado estrepitosamente.

Se busca prevención de trastornos del neurodesarrollo, para tener niños y adolescentes mas cerca de desplegar

todo su potencial genético.

Aprendemos lentamente a incorporar la importancia e influencia que el entorno ejerce sobre el crecimiento de

un ser humano, el impacto ambiental, el entorno emocional, las oportunidades.

.

Nos estamos preocupando por acercarnos a los adolescentes.
A educarlos para prevenir enfermedades de

transmisión sexual, prevenir embarazos no deseados,
desterrar el trabajo y el abuso infantil, ocuparnos de la

franja de edad de mayor inicio en el abuso de sustancias,
a aprovechar la ventana de oportunidad para que aprendan.

Nos ocupamos de sus problemas de aprendizaje.

Porque este mundo altamente competitivo, es bastante excluyente de aquellos con necesidades especiales.

Pensamos ya en la vida adulta, en la necesidad de concientizar acerca del sedentarismo,

pero los atraemos a ciudades cuyos trabajos están cada vez mas relacionados a una pantalla,

un cubículo, iluminación artificial, aire acondicionado, almuerzos chatarra encima de sus teclados.

Les empezamos a sugerir que los chequeos frecuentes son importantes, que cuiden el peso,

el colesterol, su glucemia, su tensión arterial.

¡Y que se preocupen por el estrés!  ¿Que paradoja no..? Se incita al estrés desde el estilo de vida y
después pretende tratarse.

La sociedad los invita a meterse en su cabeza objetivos, que mas que propósitos personales,
parecen logros imprescindibles para garantizar una pertenencia exitosa al mundo adulto.
Vivimos esperando el premio anual que viene si cumplimos con lo que se esperó de nosotros.

En ninguna de estas etapas, nadie, absolutamente nadie se acerca a trabajar el
concepto de cómo cada uno desea vivir su camino.

Nadie les enseña a trabajar sus emociones, nadie hace preguntas, porque todas las situaciones
vienen en modo respuesta prearmada.

Tengo el registro ahora mas que nunca que en todo este continuo de prevención y
medicina moderna, no esta en la lista trabajar en la elección de como moriremos.

En la sociedad occidental, morir es algo que no se dice..
la palabra la reemplazamos por otras: partió, se fue, ya no está con nosotros.
Todo por no lograr decir SE HA MUERTO.

Rezar para que alguien se cure, cuando padece enfermedad terminal es ignorancia,
rezar por un milagro es negar nuestra propia discapacidad para darles la mano y ayudarlos
a que trasciendan este plano y se eleven.
Conectarnos con quienes están en esa etapa, por lo anteriormente expuesto,
es no solamente duro o difícil, sino motivo de desapariciones y huídas.

Envejecer es un proceso que inicia el mismo día en que nacemos.

No es un chiste, es ciencia cierta.

Vivimos en una sociedad que parece haber desarrollado la expulsión del tema
del envejecimiento de su agenda intencionalmente.

Parece que envejecer es una palabra prohibida, será que al asociarla a la cercanía a morirnos,
genera la misma fobia paralizante.

Aprovechando esta fobia hay un mercado entero dedicado a ocultar arrugas, estirar cuellos,
esconder pliegues detrás de la cabeza, levantar tejidos caídos, implantar elementos ajenos a
nuestro cuerpo para ser alguien que realmente no somos y nunca seremos.

Evitar, esconder, postergar.? ¿No es una gran mentira?

¿Vos te das cuenta que esta vida es la única oportunidad para conocer quien eres? y decides
esconderte, mentirte, engañarte.

Siento que esa es la primera etapa en la que un ser humano, elige no ver que su cuerpo ha
iniciado un lento deterioro del que nadie podrá sacarlo.

Eternamente jóvenes, buscando no caernos del mundo.

La gravedad de Newton ejerce poderosa toda su implacable fuerza, todo cae.

Los párpados, el cuello, los brazos, el abdomen, los glúteos, los senos, los tejidos de nuestra cara,
todo muestra el efecto del algo que no es grave sino normal y esperable.

Salvo las encías que deciden encojerse y van desafiando la gravedad todo el resto baja..

Al no haber educación y una medicina de transición del adulto al geronte, creo que como adultos
aterrizamos en la vejez con la primer señal de nuestro primer gran impedimento.

Memoria inestable, pérdida de registro de memoria a corto plazo, mas lentitud en su incorporar material nuevo,
mayores limitaciones en su independencia de traslado...fracturas de cadera, artrosis de rodilla, hernias de disco,
incontinencia urinaria, problemas vasculares que limitan el trasladarse por si mismos, la necesidad de un par
de anteojos, luego otro, a luego cataratas, o ceguera, luego hipoacusia., dientes que se caen, prótesis incómodas
o implantes carísimos, pero masticar interfiere con el placer de saborear nuestra comida.

A veces antes de que entremos en el proceso normal de la decadencia, a muchos les toca enfrentar una
enfermedad que los marca el boleto de vuelta, o les da un aviso de cambio de pasaje.

El cáncer, es un enorme flagelo para la salud, y yo siento que crece en la medida que nos hemos desconectado
de cómo vivimos.

Las enfermedades cardiovasculares, las metabólicas, las infecciosas.

Mi interpretación es que no son asignadas en forma aleatoria a quienes resultan elegidos.
Para mi es total
vínculo mente cuerpo, es como respiramos, dormimos, nos relacionamos, que comemos,
como expresamos nuestras emociones, que proyectos creamos, etc.

Envejecer es un proceso de cambios graduales, pero que considero esta sociedad  
decidió ignorarlo en la vida adulta...una miopía de futuro, una actitud para mi de franca negligencia.

Envejecer no es una enfermedad es parte del proceso natural de vivir la vida, se desgasta la carrocería o
el motor y luego ambos..pero no tenemos posibilidad de reemplazar todo por piezas nuevas..
y allí nos despertamos arrepentidos.

Siente que al no habernos preparado en esta etapa con conciencia plena, estamos distraídos,
convertidos en negadores irresponsables...vivimos cual jóvenes eternos hasta el derrumbe.. considero
que el derrumbe es lo que debiera ser inevitable.

Basta incluir la vejez como parte de nuestro plan de vida y empieza el cambio.

Pensaba que importante este tema, cuando no solo una sociedad ignora el tema, sino personas como
nosotros, encerrados en el ahora, llenos de pendientes, no podemos organizar nada para el largo plazo.

Creo que el envejecimiento nos expondrá a muchas situaciones de duelo.

Pérdidas sucesivas que van marcando un declive que aceptado solo nos impondrá algunas limitaciones.

Aprender a soltar quienes fuimos y abrazar quienes podemos ser seria un buen comienzo.

Envejecer implica exponernos a una serie sucesiva de pérdidas.

Perdemos amigos, parejas, trabajos, atractivo, agilidad, energía, nuestro trabajo de padres, luego las
casas se deshabitan y debemos mudarnos a espacios mas apropiados, pero sin nuestra historia adentro.

Se pierde el status económico, cuando alguien que aportó toda su vida a un sistema de retiro,
recibe una jubilación de miseria, al menos en la Argentina.

Al dejar el ritmo laboral cotidiano, muchos pierden una red social que los sostuvo, el espacio destinado
a cultivar relaciones duraderas y profundas, los “ amigos del trabajo, o los amigos del Facebook o Instagram,
no son mas que personas con capacidad de bajarse cuando dejamos de estar presentes, se bajan.

Se pierden muchos el status social, al no tener grupos de pertenencia, ocupados trabajando, quedan aislados,
sin capacidad de mantener actividades con pares.

Sus entretenimientos son charlar en salas de espera de médicos, o en colas de Farmacias, o en el banco para
cobrar la asignación por retiro.

En esta huida de la vejez, tenemos también muchos adultos maduros, y algunos ya ancianos que visten y
viven como adolescentes. Se involucran con niñas jóvenes, a veces menores que sus propias hijas.

Y pretenden ignorar que no lograrán agacharse a jugar con sus nuevos hijos, como ellos necesitarían.
Entre las mujeres, veo madres vestidas con la ropa de sus hijas, olvidando la enorme riqueza que su propia
historia podría aportar de compartirla.

También veo esto como otra vía de escape. Eligen parejas de una generación que los hace sentirse jóvenes,
pero carecen de temas de conversación, pertenecen a generaciones dispares.

Muchos pierden de a poco su sentido de autonomía.. pierden la vista, la audición, el sentido de la orientación,
la autonomía de manejarse solos ya sea a pie, o conduciendo un vehículo.

Muchos ocultan sus déficits, para postergar la renuncia que esto implica.

Es un gran cachetazo que una persona relativamente activa no esté en condiciones de abastecerse solo.

Muchos pierden su sentido de utilidad, al jubilarse e instalarse en sus casas, solos, a permanecer en un stand by
donde muchas veces son víctimas del maltrato y abuso de sus propios hijos, muchos son desalojados de sus casas,
de sus negocios, son confinados en pequeños espacios porque estorban.

Perder el sentido de utilidad en la vida, es una sentencia

de muerte, para mi por donde la vea.

Un sujeto solo, sin hijos, sin familia, puede quedar absolutamente aislado, a merced de los fantasmas
de la depresión que muchas veces lo empujan a terminar con sus vidas.

Hoy en muchos países desarrollados la tasa de natalidad es bajísima, los adultos envejecen sin hijos,
o con uno pero que se muda al hemisferio contrario.

Somos aún una sociedad que discrimina fuerte a aquellos que son gays y no tienen hijos propios,
hay una generación nueva que ahora puede formar familias y lo logran, nosotros aun siento vivimos en
la prehistoria enjuiciando.

En la época Anterior al siglo XX, en las familias, los lugares de los hijos estaban designados.
Uno militar, uno cura, y la mujer mas chica, soltera destinada a ser enfermera de sus ancianos padres..
otra aberración pero era implícitamente aceptado.

Otros los que si tienen familias, se cansan de esperar ese llamado que suele suceder
como compromiso, el dia del cumpleaños, un día en que los necesitan, o cuando tienen que firmar algunos papeles.

La vejez, como dije antes es un proceso que comienza desde que nacemos,
pero esta fuera del plan de inclusión de la sociedad toda.

Cuando un anciano deja de sentir su capacidad de lograr cosas, empieza por sentir el dolor y la
vergüenza de ser una carga.

Sus emociones se atascan, muchos se tornan gruñones, quejosos, demandantes..y allá profecía
Auto cumplida, vuelven a ser desterrados porque estar con ellos genera mala vibra.

Nadie les pregunta sin embargo que sienten.

Les interrogan por la gastritis, la presión, la diabetes,

.

Nadie les pregunta que quieren, como les gustaría seguir esa ultima etapa del camino.

Me pregunto si una carrera, termina con una medalla, un estudio con un diploma, que sucede
que la vida termina solo poniendo un cuerpo bajo la tierra?

No deberíamos llegar a nuestro final con el sabor del camino recorrido, e irnos con el alma llena?

Me encanta hoy la idea de pensar que voy a cumplir 60.

Tres años menos de los que mi padre tuvo cuando se mudaron al pueblo donde eligieron envejecer juntos.

Me siento muy movilizada en mi interior al darme cuenta que es el momento de planificar como quiero
encarar esta última etapa de mi vida.

Pensaba entre lo que me atrajo en estos días en como definir que edad tenemos realmente.

Se que no es un tema solo basado en la edad cronológica, pues a los 59 veo que muchos otros de mi
misma edad son francamente mas viejos.

Tampoco es el de la edad biológica, pues esa depende de cómo están todos mis tejidos, y mis sistemas.
Depende de cómo viví estos años, y creo que vengo muy bien por cierto.
Ejercicio físico, comida  natural, controles periódicos respeto por mi sueño,
caminatas frecuentes, o remadas sin rumbo..

¿Mi edad psicológica? Perdón si me confieso de 20.. mi espíritu esta lleno de vida,
de proyectos, de deseo de aprender y seguir evolucionando. Mi vida hace tiempo
está en sintonía como lo que es visible. Soy esta que soy y   me levanto cada día..

Mi edad social creo que también esta en zona. Tengo la dicha de tener amigos
desde mi tierna infancia, con los que salgo, charlo, lloro, me    y les acompaño.
Testigos de mi vida les llamo.. ganas de mas tiempo cada vez con ellos, y o con otros seres interesantes.
Mas que nada gente que tenga una filosofía sensible, y un interior profundo y cultivado. No me interesa ya perder el tiempo en compartir actividades con quienes siento están solo contactados desde sus egos.

No me llena, mas precisamente me desenergizo.

Amo compartir con mis hijos en plena libertad espacios,
me nutre ver sus desarrollos, aprendo a diario de ellos.

Por eso, cuando alguien pregunte que edad tienes?

A cual de ellas le escapas, por cual respondes verdaderamente?

Conozco jóvenes de 35 que viven como ancianos.

Quejosos, doloridos, enfermos, agrios, aislados, pateando afuera toda responsabilidad de lo adverso.
Aislados, sin mas que tal vez un título que avala que aprobaron materias de un curso tal vez
universitario, tal vez terciario, poco importa. Sin conectarse con pares, la crítica y la ira es su alimento,
y de allí la vejez prematura que los espera.

Conozco jóvenes de 94, como mi padre, que me pide le enseñe a bajarse aplicaciones nuevas,
ahora practicando inglés en Duolingo.. sin resistirse a lo nuevo, con total humildad sabiendo
sus tiempos mas lentos. Que rápido se acopla a cantar conmigo cuando me escucha entonar un tango..
que busca mi mirada cómplice al momento del postre, y que jamás esta desanimado para pensar en algo nuevo.

Lo que a mi me inspira ahora, es el trabajar pensando en que de todas las edades la edad funcional
es la que mas importa.

Si un adulto empieza a perder autonomía, y siente dependencia, será parecido a un bebe,
solo que con pleno registro del proceso en reversa.

Pregunto, ahora vos pensaste en cómo vas a construir tu envejecer programado?

Se me ocurre que ver mas allá de nuestras fronteras ayuda y nos conecta comunitariamente.

Envejecer con amigos, pensar en casas comunes para compartir espacios de servicios,
o de esparcimiento...me parecería super divertido..

Abrir nuestras vidas a conocer nuevas personas que tengan no solo edades parecidas,
sino que sean contemporáneos en nuestros recuerdos... testigos históricos vivientes de
etapa compartidas aun en sitios desconectados.

No es excluir a los hijos, pero no es dejarlos a cargo del enorme trabajo que implica ser sus enfermeros,
psicologo, mucamos, cuidadores, choferes..

Un envejecer divertido, amigable, con todo el cuidado necesario, pero disponible en la
etapa en que la necesidad surja.

Quiero imaginarme una casa llena de ventanas por donde el sol se meta, bibliotecas
plagadas de libros, canastos de manualidades, actividades física que no sean solo la
rehabilitación a gerontes con parálisis.

Quiero imaginarme ya, como voy a diseñar mi proceso de envejecimiento en forma programada...

Quiero trabajar hoy porque el tiempo implacable pasa y yo no quiero distraerme de mi vida ni un instante.

Quiero hacer un plan que me permita disfrutar también a pesar de las pérdidas
que experimente
en mis capacidades, quiero diseñarme un camino sencillo,
que ilumine el destino con luces y fuegos artificiales...

Morir debería sentirse como una gran fiesta, por haber vivido a pleno, por todo lo aprendido,
por tantas experiencias compartidas..

Entiendo ahora que la experiencia actual por la que transita  mi vida,
en los últimos dos meses con mis padres, que me expuso a este nuevo aprendizaje.

De no haberme despertado en ella, seguiría ignorante, ajena, preocupada por
cosas que debo soltar mas que aferrarme.
Aclaro que jamás me preocupó la edad que tengo,
ni mis líneas de expresión, que en verdad ya son arrugas, de una joven de 59 para 60.

La vida siempre nos pone un maestro cuando nos desea mostrar algo para aprender.

En camino, a explorar un futuro de posibilidades, donde vivir es morir con conciencia plena.

Norma Echavarria
2 de Abril de 2019